I don't know how cruel it can be for a child to receive a gift that he or she had never imagined, but what I can say for sure is that, in my case, it was one of those experiences in which at first you say: "Oh no, why me? Because it's not just the fact that it's perhaps not what you expected, but you end up questioning the possible reason for that person to have chosen such a gift. Suddenly you even feel like giving it back and remain empty-handed, but the astonishment even leaves you without any reaction or words.
This is what happened to me one day when my mom promised some gifts for my siblings and me. As children, we waited with great joy for the arrival of that day, a period in which we dreamed of the gift we had longed for. Finally the wait was over, and my mom immediately delivered what she promised: she gave my younger sister a very big doll, my brother a bicycle. And what about me? Well, she gave me a board game I had never heard of before, a strange box that at times I thought was a car track or something better, but in a fleeting moment my excitement turned to deep frustration.
No sé que tan cruel puede ser para un niño recibir un regalo que jamás había imaginado, pero lo que sí puedo asegurar es que, en mi caso, fue de esas experiencias en las que al momento dices: "¡Oh, no! ¿Por qué a mí?" Pero luego con el tiempo terminas agradeciendo lo ocurrido. Porque no es solo el hecho de que no sea quizás lo que esperabas, sino que terminas cuestionando la posible razón para que esa persona haya escogido semejante regalo. De pronto hasta sientes ganas de devolverlo y quedarte con las manos vacías, pero el asombro llega incluso a dejarte sin reacción ni palabra alguna.
Esto fue lo que un día me pasó cuando mi mamá nos prometió algunos regalos para mis hermanos y para mí. Como niños, esperamos con mucha alegría la llegada de ese día, un período en el cual soñábamos con el regalo que tanto tiempo habíamos deseado. Por fin la espera terminó, y mi mamá enseguida cumplió lo prometido: a mi hermana menor le dió una muñeca muy grande, a mi hermano le dió una bicicleta. ¿Y qué hay de mí? Pues me regaló un juego de mesa que hasta ese entonces no conocía, una caja extraña que por momentos pensé que se trataba de una pista de carros o algo mejor, pero en un instante fugaz mi emoción se convirtió en una profunda frustración.
"Where did my mom get the idea for this gift?" That's what I still ask myself with some amusement. And the fact is that while my siblings received good gifts, to me it even seemed like a punishment or a bad joke. The gift in question was a board game called "challenge to knowledge", and that's basically what it was: a set of questions that you had to answer in order to finish the game victorious. Even my siblings were surprised and even laughed when comparing it with their gifts, and the worst thing was that they refused to play with me since for them it was quite boring.
It took several days for me to try the game, and to be honest I even got a little annoyed with my mom. But what would happen later would mark a total contrast to my first reaction: I started to take a special liking to the game. Suddenly I was playing it with one of my cousins and with other relatives older than me, and the game had a series of questions that varied in both topics and level of difficulty. My apathy for the game dissipated completely, and in just a couple of months it was already my favorite pastime.
"¿De dónde sacó mi mamá la idea de este regalo?" Es lo que aún me pregunto con cierta gracia. Y es que mientras mis hermanos recibieron buenos regalos, para mí aquello hasta parecía un castigo o una broma de mal gusto. El regalo en cuestión fue un juego de mesa llamado "reto al conocimiento", y básicamente eso era: un conjunto de preguntas que debías responder para poder terminar el juego en plan victorioso. Hasta mis hermanos quedaron sorprendidos e incluso se reían al compararlo con sus regalos, y lo peor era que se negaban a jugar conmigo ya que para ellos eso era bastante aburrido.
Pasaron varios días para que yo pudiera intentar probar el juego, pues siendo sincero hasta me molesté un poco con mi mamá. Pero lo que pasaría luego marcaría un total contraste a mi primera reacción: empecé a tomarle un gusto especial al juego. De pronto ya estaba jugandolo con una de mis primas y con otros familiares mayores que yo, y es que el juego tenía una serie de preguntas que variaban tanto en temas como en nivel de dificultad. Mi apatía por dicho juego se disipó por completo, y en tan solo un par de meses ya era mi pasatiempo favorito.
That was not only a very special experience during my childhood, but it also became a real incentive to awaken my intellect and curiosity. Without realizing it, that game created in me some habits of reading and reflection ideal to put my thoughts to work based on the knowledge I was obtaining thanks to the game. Until then I was not so enthusiastic about board games, but that later gave way to my interest in other games such as chess and dominoes.
If I could go back in time and tell that child what kind of gift I would receive, I think the answer would be a bit awkward. But now in my present I thank my mom for giving me the perfect gift, the one I didn't expect but really needed. Sadly I don't have this board game in my hands today, but it's not unreasonable to think that if I ever found it, I would do my best to have it one more time. To play it? Well, that would be a special honor to a game that marked a before and after in the mind of a child.
Aquello no solo fue una experiencia muy especial durante mi infancia, sino que también se convirtió en un verdadero incentivo para despertar mi intelecto y mi curiosidad. Sin darme cuenta, aquel juego creó en mí algunos hábitos de lectura y reflexión ideales para poner a funcionar mis pensamientos en base al conocimiento que iba obteniendo gracias al juego. Hasta ese entonces yo no sentía tanto entusiasmo por los juegos de mesa, pero aquello luego dió cabida a mi interés por otros juegos como el ajedrez y el dominó.
Si pudiera regresar al pasado, y decirle a aquel niño la clase de regalo que recibiría, creo que la respuesta sería un tanto incómoda. Pero ahora en mi presente agradezco a mi mamá por haberme dado el regalo perfecto, ese que no esperaba pero que realmente necesitaba. Tristemente hoy no tengo este juego de mesa en mis manos, pero tampoco es descabellado pensar en que si algún día lo llegará a encontrar, haría lo posible para tenerlo una vez más. ¿Para jugarlo? Bueno, eso sería hacerle un honor especial a un juego que marcó un antes y un después en la mente de un niño.
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