Greetings Silver Bloggers friends, wishing you a good week.

Today giving continuity to this motivating work of memory rescue proposed by friend @ericvancewalton and that in this week number 29 the theme revolves around How would you describe your parents' relationship.

A topic that is not easy for me to address for two good reasons, first because, as I have pointed out in previous posts, my dad died when I was almost four years old, and I have only small snippets of a relationship, snippets that are possibly a more reconstructed product of loose ideas taken in childhood and not an experience as such.

Secondly, and related to the above, the sketch of a relationship that I can make is framed in the appreciations and experiences of my mother, so that in the reconstruction of my memory, much or little that I can say is from her footprint that I speak.

However, while remaining firm in the continuity of this memorial legacy that I will leave to my granddaughters, I am encouraged to let them know that part of our family history to which I have given little light but which is still there, its silence being an important manifestation of its presence.

The unique and distant memory of my parents' relationship, which I believe belongs to me, is not at all pleasant. My mom was sitting on a piece of furniture crying, I was standing next to her, she was hugging me while I saw through the window, which looked into a room, my dad lying on the bed, I don't know if she said anything to me, but I asked her why don't you take the fan away?

I know that behind that memory there must have been a fight or simply a moment of deep sadness of a woman who feels that she cannot change her situation, I remember reinforced in my childhood when my mother told me that she could not leave my father, because my paternal grandmother threatened to take her daughters away from her if she separated.

I am talking about the early 1960s, when there was little talk of women's rights, family rights and the concept of shared parental authority was very distant. At that historical moment, at least in my country, what couples used to do if they separated was for the man to leave the wife with the children and simply leave, but in this particular case my father had the support of his mother who was willing to raise his four daughters. Since my mother was a housewife, with no education or resources, she had no possibility to “fight” for the custody of her daughters.

They were definitely not a happy couple, for years I heard details of a relationship full of fights and my mother with her rebellious spirit of not letting herself be dominated. After my father's death, I think she focused all her energy on creating conditions so that her daughters would not live in similar situations and the great message was: “You don't have to put up with anything from any man, you have a home”.

Believe it or not, I never had another version of my dad, in the paternal family this relationship was not talked about, my paternal grandmother became my mom's best ally to raise us, a matter that my mom was always grateful for.

Last year, after sixty years, I realized that I only had one paternal aunt left, whom I love and appreciate very much. I decided to ask her about my dad, to tell me about the man he was as a son, as a brother, as a friend and as a father.

In my aunt's life story, my father appears not as the older brother he was, but as her substitute father, since my grandfather was not present in her life until many years after she was born, for her my father was the ideal man, loving, kind, full of details for her, her other siblings and my grandmother.

She told me that we were his great suns, that he loved us deeply and that although in the couple's relationship, the conflicts were constant, my dad was always there and that seen from the outside, for his family, they could not understand the reason for this permanence, because the truth is that they were really incompatible.

I liked that she did not adorn me a relationship and I also liked to know stories of my father in other facets of his life, to have another vision that showed me the cheerful, responsible, committed and loved by others man.

Among the objects I have as a souvenir of my dad are books, his Masonic symbols, philately albums, a cocktail shaker and his camera. They are objects that make me think of a sensitive man, with hobbies that imply dedication and patience, so I like to think that he had his quiet moments, that he managed to find that space to cultivate within himself a well-being that he did not have in his relationship with his partner.

EN ESPAÑOL

# ¿Cómo describirías la relación de tus padres?

Saludos amigos de Silver Bloggers, deseándoles una buena semana.

Hoy dándole continuidad a este motivador trabajo de rescate de la memoria propuesto por el amigo @ericvancewalton y que en esta semana número 29 el tema gira en torno a ¿Cómo describirías la relación de tus padres?.

Un tema que no me resulta fácil abordar por dos buenas razones, primero porque, como he señalado en post anteriores, mi papá murió cuando yo tenía casi cuatro años y tengo apenas pequeños retazos de una relación, retazos que posiblemente sean más un producto reconstruido a partir de ideas sueltas tomadas en la niñez y no una vivencia como tal.

En segundo lugar, y relacionado con lo anterior, el bosquejo de una relación que pueda hacer se encuentra enmarcado en las apreciaciones y vivencias de mi mamá, por lo que en la reconstrucción de mi memoria, lo mucho o poco que pueda decir es desde su huella que hablo.

Sin embargo, manteniéndome firme en la continuidad de este legado memorial que dejaré a mis nietas, me anima darles a conocer esa parte de nuestra historia familiar a la cual le he dado poca luz y que no por ello deja de estar allí, siendo su silencio una manifestación importante de su presencia.

El recuerdo único y lejano de la relación de mis padres, que creo que me pertenece, no es nada agradable. Mi mamá estaba sentada en un mueble llorando, yo estaba parada a su lado, me abrazaba mientras yo veía por la ventana, que daba hacia una habitación, a mi papá acostado en la cama, no sé si ella me decía algo, pero yo le preguntaba ¿Por qué no le quitas el ventilador?

Sé que detrás de ese recuerdo debe haber habido una pelea o sencillamente un momento de profunda tristeza de una mujer que siente que no puede cambiar su situación, recuerdo reforzado en la niñez cuando mi mamá relataba que no podía dejar a mi papá, porque mi abuela paterna, la amenazaba con quitarle a sus hijas, si se separaba.

Estoy hablando de los primeros años de la década de los 60, donde poco se hablaba de los derechos de la mujer, derechos de la familia y muy lejano estaba el concepto de patria potestad compartida. Para ese momento histórico, por lo menos en mi país, lo que las parejas estilaban si se separaban es el hombre dejaba a la esposa con los hijos y sencillamente se iba, pero en este caso en particular mi papá contaba con el apoyo materno que estaba dispuesta a criarle las cuatro hijas. Siendo mi mamá ama de casa, sin estudios ni recursos, no tenía posibilidad de “pelear” por la custodia de sus hijas.

Definitivamente, no eran una pareja feliz, durante años escuché, detalles de una relación llena de peleas y mi mamá con su espíritu rebelde de no dejarse dominar. Después de la muerte de mi papá creo que centró toda su energía en crear condiciones para que sus hijas no viviesen situaciones similares y el gran mensaje era: "No tienen por qué aguantarle nada a ningún hombre, ustedes tienen casa".

Aunque parezca mentira, nunca tuve otra versión de mi papá, en la familia paterna no se hablaba de esta relación, mi abuela paterna se convirtió en la mejor aliada de mi mamá para criarnos, cuestión que mi mamá siempre agradeció.

El año pasado, después de sesenta años, me di cuenta que solo me quedaba una tía paterna, a quien quiero y aprecio mucho. Me decidí a preguntarle por mi papá, que me hablara del hombre que era como hijo, como hermano, como amigo y como padre.

En la historia de vida de mi tía, aparece mi papá no como el hermano mayor que era, sino como su papá sustituto, ya que el propio, mi abuelo, no estuvo presente en su vida, sino muchos años después de haber nacido, para ella mi papá fue el hombre ideal, cariñoso, amable, lleno de detalles para con ella, sus otros hermanos y mi abuela.

Me habló de que nosotras éramos sus grandes soles, que nos amaba profundamente y que si bien en la relación de pareja, los conflictos eran contantes, mi papá siempre estaba allí y que visto desde fuera, para la familia de él, no podían comprender el porqué de esta permanencia, pues la verdad es que eran realmente incompatibles.

Me gustó que ella no me adornara una relación y también me gustó saber historias de mi padre en otras facetas de su vida, tener otra visión que me mostrara al hombre alegre, responsable, comprometido y querido por otros.

Entre los objetos que tengo como recuerdo de mi papá hay libros, sus símbolos masones, álbumes de filatería, una coctelera y su cámara fotográfica. Son objetos que me hacen pensar en un hombre sensible, con aficiones que implican dedicación y paciencia, por lo que me gusta pensar que tenía sus momentos de sosiego, que lograba encontrar ese espacio para cultivar en su interior un bienestar que en su relación de pareja no tenía.