Lamento saber que siempre que llego, he llegado tarde,
porque justo llego en el momento en el que el amor se consumió,
justo me encuentro con los vidrios en el suelo,
con el dolor que provoca miles de desvelos,
con las heridas que alguna equivocación provocó,
Lamento saber que siempre que llego, he llegado tarde,
porque justo llego en el momento en el que nada se puede,
justo me encuentro con la niebla en el camino,
porque doy pasos al frente y me acorralan los torbellinos,
de las malas causalidades de estar donde es pero no cuando se debe,
Lamento saber que siempre que llego, he llegado tarde,
porque justo llego en el momento en el que el miedo es la norma,
justo me encuentro con el pesar de la vida,
que mantiene a las ganas completamente sometidas,
para evitar que cada zapato encuentre su horma,
Lamento saber que siempre que llego, he llegado tarde,
porque justo llego en el momento en el que las decisiones son certeras,
justo me encuentro con un montón de dudas,
tantas que van forjando heridas tan crudas,
y terminan por agotar el alma que solo quiere una vez primera,
Porque el elogio siempre existe, la supuesta gran elección,
de siempre ser "el indicado", pero no para el corazón,
tal vez la lógica no existe y el mundo está lleno de mentiras,
mas yo seguiré de escriba para lo que anhela el corazón,
Hasta que coincidamos a tiempo, o hasta que ya no quede nada,
de una u otra forma, habré sido amor aunque el destino tuviera otra jugada.
La frustración de los patrones
A veces la vida tiene muchos mensajes curiosos, y muchas veces dichos mensajes me han hecho sentir con mucha ansiedad y frustración, siempre pensando en el porqué, siempre tratando de discernir por qué nunca es mi turno con alguans personas, generalmente siempre llego cuando el daño ya está hecho y termino siendo como una especie de hospital donde las personas van, sanan, aprenden a ser mejores y luego usan ese conocimiento con alguien más.
Este año viví varios amores intensos, unos más bonitos que otros, pero me di cuenta de que el dolor en la vida puede llevar a hacer cosas horribles, y no solo hablo desde mi perspectiva hacia quienes me hicieron daño sino también de la mía hacia ellas, hay que saber ser inteligentes emocionalmente para poder amar, porque de lo contrario, se vuelve un camino un poco tormentoso, las caídas no son fáciles.
Este poema fue hecho como un desahogo para esas situaciones, para estar un poco más en calma y en paz con ese proceso, el aceptarlo y dejarlo ser desde el interior me ha ayudado bastante y siempre escribir es la solución, espero que lo disfruten.