No es fácil el regreso. Nos detenemos a pensar sobre las cosas que nos pasaron y los remordimientos se asoman debajo de la cama. Acá estoy, de nuevo, contemplándome en un espejo, mirando los libros que tengo, los que he leído y los que me faltan por leer.
Cuánta razón tuvo el que dijo que la vida no nos alcanza para leer todos los libros que queremos. Tengo libros en digital y libros en físico. He descargado muchos libros en pdf y en Epub porque comprar libros se ha vuelto prácticamente imposible.
Amo los libros en físico. Me gusta sentir su textura, olerlos, el sonido que se produce cuando se pasan las páginas. Ahora pareciera que todo se vuelve impersonal con el teléfono (hace un par de años se dañó mi Kindle, y desde entonces leo desde mi dispositivo móvil), con las notificaciones de los mensajes entrando a cada rato, y las distracciones que surgen al recibir notificaiones de redes sociales.
Claro que, cuando leo, desactivo todo, pero después mi esposa me reprocha que no le haya contestado un mensaje urgente, o en mi trabajo, que debo estar atento a lo que sucede. Por otro lado, la luz tampoco ayuda mucho porque causa irritación en los ojos. Con todo y eso, me he acostumbrado, pero vaya que extraño ir a una librería, escoger uno o varios libros, comprarlos y llevármelos para luego apilarlos en la columna de libros por leer (que son bastantes, por cierto).
Me gustaría adquirir un e-reader, pero por ahora está fuera de mi presupuesto. Mientras tanto, sigo leyendo, venciendo la incomodidad de usar el teléfono. Aunque no todo es malo, porque cuando voy en el transporte, puedo sacarlo y leer un poco mientras llego a mi destino. Pero de nuevo, es más seguro leer un libro que tener el teléfono en el transporte público.
Leer y leer mis queridos amigos. A veces me obsesiono por eso. Es como alguien que quiere escuchar todas las conversaciones que surgen a su alrededor, y quiere saber y saber... pero nunca termina sabiendo nada, solo ambigüedades que después le sirven para escribir otras historias. Aquí estoy yo, por ejemplo, sin un tema claro del qué hablar, y seguramente ustedes leyendo tratando de sacar alguna conclusión sobre todo lo que quiero decir, pero se dan cuenta que es puro parloteo...
Así que, querido amigo, gracias por la paciencia y por llegar hasta acá. Te deseo muy buenas lecturas y que puedan comprar todos los libros que quieran.