Many years ago, after being scammed while trying to rent an apartment in La Plata, we ended up in Plaza Italia in this city. A huge space that occupies an entire block, with large grassy areas, a beautiful park, and of course the statue of some historical figure that my memory blocked.
That was what came to mind when I heard this name, but life gave me a second chance when I got to know the plaza that bears the same name, but is located in the capital of Argentina, specifically in the Palermo area.
One key difference between the two is that the latter is much smaller than the one in La Plata, besides being rectangular in shape rather than traditionally square.
The other plazas I have visited (and reviewed here) located in high-traffic areas were able to neutralize the city noises, which this one doesn't perhaps due to the few trees around. However, the trees that are present are strategically positioned to provide shade to the cement benches where visitors can rest or spend time.
A plaque dedicated to the Virgin of Luján, patroness of the Argentinians, welcomes us when coming from the Ecoparque towards the subway station located at the other end of the plaza.
The statue of Giuseppe Garibaldi stands in the middle of the square, guarded by Victory and Liberty, represented by two female figures placed on a second level of the pedestal in an order of importance, with Garibaldi occupying the highest level.
Upon researching a bit about the personality reflected in this bronze sculpture, I discovered that it is a replica of a similar one in Brescia, Italy, and was even made by an artist native to those lands who generously donated it to the city in the early 20th century as a way to strengthen ties between the two nations. Argentina has welcomed many Italian citizens who decided to emigrate, and this gesture was a symbol of that bond.
It is impossible not to feel small in front of the height of this monument, not just physically but in terms of the achievements of this hero of the two worlds. Nowadays, few are capable of facing their fears and acting for the collective good without any ulterior motive.
A strong chain of green tones surrounds the pedestal, and although it is easy to step over, it gives us (at least to me) a boundary of how close we can get, more for the safety of the statues than our own. These subtle boundaries form the idea in the subconscious that sometimes being so close does not mean we can perceive things better.
The figure I could observe best was that of Victory, with characteristic features of Greek art, crowned with laurels and holding a shield and sword.
The bronze details on the sides reflect passages of the two most important battles in which this hero participated, one in Uruguay and the other in Genova, Italy.
As I was mesmerized taking photos and soaking up its history, a football rolled to my feet, thanks to some kids playing nearby, bringing me back from this whole story. Later, I took the subway with a different energy than every time the Plaza Italia was mentioned to me. Now the task will be to return to the one located in La Plata and let the demons generated there also dissipate from my memories.
Hace muchos años, luego de ser estafados al querer alquilar un departamento en La Plata, terminamos en la Plaza Italia de esta ciudad. Un espacio enorme que ocupa toda una cuadra, con grandes extensiones de pasto, un hermoso parque y por supuesto la estatua de algún prócer que mi memoria bloqueó.
Eso era lo que se venía a mi mente cuando escuchaba este nombre, pero la vida me dio una segunda oportunidad al conocer la plaza que lleva el mismo nombre, pero que se encuentra en la capital Argentina, específicamente en la zona de Palermo.
Como primera diferencia entre ambas, está el hecho de ser mucho más pequeña que la de La Plata, además de su forma rectangular y no cuadrada como suelen ser tradicionalmente.
Las otras plazas que he visitado (y reseñado por acá) ubicadas en una zona con gran afluencia vehicular, lograban neutralizar los sonidos propios de la ciudad, cosa que con esta no pasa, quizás por los pocos árboles que tiene alrededor, sin embargo, los que están se encuentran ubicados en zonas claves para proveer de sombras a los bancos de cemento destinados a que los visitantes puedan descansar o estar compartiendo un rato ahí.
Una placa dedicada a la Virgen del Luján, patrona de los argentinos, nos da la bienvenida si venimos desde el Ecoparque hacia la estación del Subte ubicada en el otro extremo de la plaza.
La estatua de Giuseppe Garibaldi se erige en medio del lugar, resguardada por la Victoria y la Libertad, representadas en dos figuras femeninas ubicadas en un segundo nivel del pedestal en el cual se erigen por orden de importancia, siendo Garibaldi quien ocupa el nivel más alto.
Investigando un poco sobre la personalidad reflejada en esta escultura de bronce, descubro que es una réplica de una similar que se encuentra en Brescia, Italia, y que inclusive fue realizada por un artista oriundo de esas tierras, quien tuvo a bien donarla a la ciudad a principios del siglo pasado, como una forma de estrechar lazos entre ambas naciones, siendo Argentina un país que le dio cobijo a muchos ciudadanos italianos, que decidieron emigrar.
Resulta imposible no sentirse pequeño ante la altura de este monumento, no solo física, sino en lo que respecta a los logros de este héroe de los dos mundos, puesto que en la actualidad pocos son capaces de enfrentar sus propios miedos y actuar en pro de un bien colectivo, sin tener algún tipo de interés posterior.
Una fuerte cadena de tonos verdes rodea este pedestal, y aunque se puede pasar sobre ella con facilidad, nos da (por lo menos a mi) un límite hasta donde podemos estar de cerca, más por la seguridad de las estatuas que de nosotros mismos. Estos límites, aunque sutiles, forman en el subconsciente la idea de que a veces estar tan cerca no significa que podamos percibir mejor las cosas.
La figura que mejor pude observar fue la de la Victoria, de la que destaco sus facciones características del arte griego, coronada de laureles y portando escudo y espada.
Los detalles a los costados, también en bronce, nos reflejan pasajes de las dos batallas más importantes en las que participó este héroe, una en Uruguay y la otra en Génova, Italia.
Mientras yo iba embelesada fotografiando y empapándome de su historia, una pelota de futbol llega a mis pies, gracias a unos pequeños que jugaban en el lugar, y me trajeron de vuelta de toda esta historia.
Ya luego tomé el subte con otra energía diferente a la que tenía cada vez que me nombraban la plaza Italia, ahora la tarea será volver a la que está ubicada en la Plata y dejar que los demonios generados en ella, se disipen también de mis recuerdos.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.
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