¡Saludos lectores!
El sueño es un aspecto crucial en nuestra vida cotidiana que puede tener un impacto significativo en nuestra autoestima y bienestar en general. Cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo y mente no pueden recuperarse como debe ser, lo que puede llevar a una serie de problemas, tanto a nivel físico como emocional. Mi experiencia personal con el sueño y su influencia en mi autoestima es un ejemplo claro de cómo la calidad del descanso puede afectar nuestra salud mental y emocional.
En el año 2021, me encontraba atravesando un período de ansiedad y depresión diagnosticada por un psiquiatra que afectaba mi capacidad para conciliar el sueño de manera natural. La falta de descanso solo empeoraba mi estado emocional, generando un círculo vicioso que parecía interminable. Busqué ayuda profesional y me puse en contacto con un psiquiatra, quien decidió recetarme pastillas ansiolíticas para ayudarme a dormir. Durante dos meses, utilicé estas pastillas para conciliar el sueño y noté una mejoría en mi descanso, aunque el sueño resultaba más pesado de lo que estaba acostumbrado.
A pesar de que las pastillas cumplían su función, era consciente de que no era una solución a largo plazo. El psiquiatra también me brindó recomendaciones adicionales para mejorar mi salud mental las cuales llamaba "herramientas", como mantener una vida social activa, reducir el uso del teléfono antes de dormir, practicar técnicas de relajación con la respiración y continuar con mis entrenamientos de calistenia. Poco a poco, fui implementando estos hábitos en mi rutina diaria y comencé a notar mejoras en mi calidad de sueño y en mi estado de ánimo.
Con los años, logré establecer una rutina diaria que incluía horarios de sueño, ejercicios físicos y actividades sociales que me ayudaron a mantenerme enfocado y tranquilo. Actualmente, mi rutina se ha convertido en un pilar crucial en mi vida, pudiendo así descansar correctamente sin necesidad de depender de medicamentos o suplementos para dormir. Me acuesto temprano por la noche y me levanto temprano por la mañana, lo que me brinda la energía necesaria para afrontar el día con ganas.
Durante la semana, dedico las mañanas al entrenamiento de fuerza antes de ir al trabajo, lo que me ayuda a mantenerme en forma y con una autoestima inquebrantable. Los fines de semana, no entreno, pero igualmente estoy activo desde muy temprano, ya que trabajo hasta los sábados y los domingos son para los quehaceres del hogar. Gracias a estos cambios en mi estilo de vida, he logrado una mejora significativa en mi autoestima y en mi bienestar en general.
Cuidar mi sueño y mantener hábitos saludables ha sido lo mejor para superar los cuadros de ansiedad y depresión que me afectaban anteriormente. Al priorizar mi descanso y salud mental, he logrado fortalecer mi autoestima y enfrentar el día a día con mayor claridad y positividad. No hay duda de que el sueño adecuado y los hábitos saludables son clave para mejorar la autoestima y la calidad de vida en general.
En resumen, el sueño tiene un impacto profundo en nuestra autoestima y bienestar en general. Adoptar buenos hábitos de sueño, mantener una vida equilibrada y cuidar nuestra salud mental son aspectos fundamentales para mejorar nuestra autoestima y enfrentar los desafíos diarios con fuerza y determinación. Nunca subestimes la importancia del sueño en serio en tu vida.
Y más, si mantienes una vida agitada, pues un ser humano que no descansa bien es lo más similar a un zombi, cosa que es ficción
All the pictures were taken with my Samsung A15, the edits were made with Canva App and the translation with DeepL.