Durante las fiestas navideñas, me encanta reunirme con mis familiares y amigos para celebrar juntos. Son momentos de alegría, amor y unión que atesoro profundamente en mi corazón.
Una de las tradiciones que más disfruto en esta época es la de compartir la cena de Nochebuena con mi familia. Es un momento especial en el que nos sentamos alrededor de la mesa, compartimos anécdotas y risas, y disfrutamos de una deliciosa comida preparada con todo el cariño. La casa se llena de luces, velas y adornos navideños, creando un ambiente cálido y acogedor que me hace sentir feliz y agradecido.
Además, como mis padres están separados, divido las fechas importantes como la Noche Buena y el fin de año de una manera equitativa. Un día lo paso con mi mamá y el siguiente con mi papá, de esta manera puedo compartir un poco con ambos y hacer que se sientan especiales en estos días. A pesar de la distancia física, el amor de mi familia se hace presente en cada celebración, y eso es lo que realmente importa, pienso yo.
En estas fechas también aprovecho para reflexionar sobre el año que está por terminar y hacer propósitos para el nuevo año que está por comenzar. Me gusta poner en práctica el espíritu de la Navidad, que se basa en el amor, la generosidad y la solidaridad. Desde niño pienso así, aunque poco a poco mi percepción de todo ha cambiado con del pasar del tiempo.
En resumen, la Navidad es para mí una época de alegría, entusiasmo y gratitud. Me siento afortunado de poder contar con el cariño y el apoyo de mi familia y mis amigos, quienes hacen que estos días sean verdaderamente especiales. Como yo navideño, me esfuerzo por vivir estas fechas de una manera auténtica y significativa, disfrutando de todo lo que la vida me brinda.
Me gusta mantener toda esta alegría y entusiasmado, pero también no todo ha sido felicidad en mi vida, estos últimos 2 años mis Navidades también tuvieron un giro distinto al que estaba acostumbrado.
Hace 2 años falleció mi abuelo 1 día antes de Noche Buena y fue muy duro para la familia de mi papá y para mí por supuesto.
También porque el año pasado aún estaba en mi anterior relación y esa Navidad las pasé con esa persona que ya no estará en mi vida y me causa un poco de nostalgia, pero a pesar de todo para mí no muere, quién se va, sino quién se olvida.
Estas Navidades me he esforzado mucho trabajando para estar en total armonía y paz conmigo mismo, pues siento que no será como las anteriores más alegres, también olvide mencionar que mi papá y mi hermano organizaron un viaje para estos días con la intención de emigrar.
Probablemente, estas Navidades la mesa este más vacías que antes por quienes faltan, pero me encargaré de que eso no me afecte emocionalmente, las cosas tenían que pasar a sí y todos están contento con ello y para mí eso es suficiente
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