Necesitamos familias que se comprometan en la educación de sus hijos

in #charity2 years ago

Las vocaciones privadas de una familia, y las funciones correspondientes, son aquellas a las que los cristianos son llamados por Dios, y en cuyo ejercicio pueden y deben emplear una parte de su tiempo. Porque, ¿podemos pensar que el Espíritu Santo [que, como los filósofos hablan de la naturaleza, no hace nada en vano] establecería tan claramente estos deberes privados, y los exhortaría con tanta fuerza, si no fueran propios y casi propios de los cristianos? Todos los lugares de la Escritura que exigen deberes familiares, son pruebas de la verdad de esta doctrina. Las razones de esta doctrina son claras, pues la familia es un seminario de la Iglesia y de la Comunidad. Es como una colmena de abejas, en la que se encuentra el ganado, y de la que salen muchos enjambres de abejas: porque en las familias se crían y educan toda clase de personas, y de las familias se prestan a la Iglesia y a la Comunidad. El primer comienzo de la humanidad, y de su crecimiento, fue fuera de una familia. Porque primero Dios unió en matrimonio a Adán y Eva, los hizo marido y mujer, y luego les dio hijos: así, como marido y mujer, padre e hijo, [que son partes de una familia] fueron antes que Magistrado y súbdito, Ministro y pueblo, que son las partes de una Mancomunidad, y una Iglesia».

— William Gouge
✎ Una visión piadosa de la familia

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