When we go out to eat, the probability of liking the place and the food is always at 50%, but luckily in my case, I always come back completely satisfied.
But, at some point it had to happen to me! The saddest part is that if you have a place you've been wanting to go to for a while, and it turns out to be a total disaster, it seems like the disappointment hits even harder. And that's exactly what happened when we visited this pizzeria.
From the outside, it looks like a quite nice and appealing place, so I decided that would be the spot for my next mother/son date with my little one, who loves eating pizza.
It was particularly crowded that day, but we managed to get a table in the middle of the dining room. We were attended by a man who brought us the printed menu so my son could see it as well, although they also have the option to scan the QR code to view it on the phone.
Soon enough, the troubles started, as we took a little while to decide between the prices and the choices, or maybe the waiter was too impatient? The truth is we ended up ordering a mozzarella pizza to get rid of the discomfort of the man coming by constantly to ask about the order.
We felt like we were surrounded by sharks, because as soon as he passed by one side, he was appearing on the other, as if he was circling around the table!
As soon as we said we would order a small one, he frowned, and when we asked for only one drink to share, he almost threw a fit. And the truth is, it was enough for us, since in my case I only eat one slice, and I don't like flavored drinks, so the dish was more for one person than for two.
They had a soccer game on the screens, and at the same time loud cumbia music playing, so you couldn't really enjoy either. We took the opportunity to talk, although we couldn't hear each other very well, but nothing was going to stop us from having a bad time on our biweekly date (it's no longer weekly due to budget reasons).
There came a moment where we felt like we were aging from the wait. How long could a small pizza take? The impatience of the young diner was evident...
When it arrived, they served us a slice on each plate and opened the drink to share. Our terrifying waiter didn't even wish us a good meal or anything of the sort. And just as we were eating, when he saw my plate empty, he wanted to clear it, even though my son was still eating!
The cherry on top of this disappointing experience was when, as I was taking out my debit card, without even asking for the check, it was snatched from my hand by the waiter to take it to the cashier. In an instant, he returned with the receipt, I signed it, and we almost ran out of the place to never return!
Even my son later mentioned feeling uncomfortable and intimidated by that man. So it wasn't just my own thoughts. The saddest part is that the food didn't make up for the service, since the pizza arrived cold and the crust was very thick.
That day, we ended up disappointed with that place that I was looking forward to knowing. Luckily, it's been the second of many we have visited on our dates, so we'll stick with the nice experiences and this will just be a memory that we will erase on the next outing.
Cuando salimos a comer fuera de casa, la probabilidad de que nos guste el lugar y la comida, siempre está en un 50%, solo que en mi caso, por suerte, siempre regreso con el porcentaje de satisfacción completamente lleno.
Pero, en algún momento me tenía que tocar! Lo más triste es que si tienes un lugar al que desde hace tiempo has querido ir, y resulta un total fiasco, pareciera que la caída en decepción llega hasta más allá del subsuelo. Y justo eso fue lo que nos pasó al visitar esta pizzería.
Desde fuera se ve un lugar bastante agradable y llamativo, así que decidí que ese sería el sitio para mi siguiente cita madre/hijo con mi pequeño, quien adora comer pizzas.
Ese día estaba particularmente lleno, pero conseguimos mesa disponible en la mitad del salón. Nos atendió un señor quien llevó el menú impreso para que mi hijo también pudiera verlo, aunque tienen la opción de scanear el código QR para hacerlo por el teléfono.
Al poco tiempo empezaron los males, ya que entre ver los precios y los gustos, tardamos un poco, ¿o quizás el mesonero estaba demasiado impaciente? Lo cierto es que terminamos pidiendo una pizza de muzzarella para quitarnos la incomodidad del hombre pasando a cada rato a preguntar por el pedido.
Nos sentimos como si estuvieramos rodeados de tiburones, porque ni bien había pasado por un lado, se aparecía por el otro, como si estuviera dando vueltas alrededor de la mesa!
Ni bien le dijimos que pediríamos una pequeña, frunció el ceño, y al pedir una sola bebida para compartir, por poco nos hace una pataleta. Y la verdad es que para nosotros era suficiente, ya que en mi caso sólo como una porción, y no soy de tomar bebidas saborizadas, así que el plato era más para uno que para dos personas.
Tenían en las pantallas un partido de fútbol, y a su vez cumbia en los parlantes a todo volumen, así que no podías disfrutar bien ni de lo uno ni de lo otro. Nosotros aprovechamos para conversar, aunque no nos escuchábamos del todo bien, pero nada iba a impedir que lo pasaramos mal en nuestra cita quincenal (ya no es semanal por cuestiones de presupuesto).
Llegó un momento en el que sentíamos que estábamos envejeciendo por la espera. Qué tanto podía tardarse una pizza pequeña? La impaciencia del pequeño comensal se hacía notar...
Cuando llegó, nos sirvieron un trozo en cada plato y abrieron la bebida para compartir. Ni buen provecho o algo similar nos dijo nuestro mesonero del terror. Y así como comimos, cuando vio que mi plato estaba vacío ya quería levantar el servicio, aunque mi pequeño todavía seguía comiendo!
La guinda de esta experiencia decepcionante fue cuando mientras estaba sacando mi tarjeta de débito, sin siquiera haber pedido la cuenta, la misma me fue arrebatada de la mano por el mesonero para llevarla a la caja. Al instante llegó con el recibo, firmé y nos fuimos casi corriendo del lugar para no volver jamás!
Y es que hasta mi hijo me comentó luego que se sintió incómodo e intimidado por ese señor. Así que no fueron solo ideas mías. Lo más triste es que la comida no compensó el servicio, ya que la pizza llegó fría y la masa muy gruesa.
Ese día terminamos decepcionados de ese lugar que me hacía ilusión conocer. Por suerte, ha sido el segundo de los muchos que hemos visitado en nuestras citas, así que nos quedamos con las experiencias lindas y esto no será sino un recuerdo que borraremos en la siguiente salida.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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