Culinary disappointment in Lanús / Decepción culinaria en Lanús

in #hive-1000673 months ago

When we go out to eat, the probability of liking the place and the food is always at 50%, but luckily in my case, I always come back completely satisfied.

But, at some point it had to happen to me! The saddest part is that if you have a place you've been wanting to go to for a while, and it turns out to be a total disaster, it seems like the disappointment hits even harder. And that's exactly what happened when we visited this pizzeria.

From the outside, it looks like a quite nice and appealing place, so I decided that would be the spot for my next mother/son date with my little one, who loves eating pizza.

It was particularly crowded that day, but we managed to get a table in the middle of the dining room. We were attended by a man who brought us the printed menu so my son could see it as well, although they also have the option to scan the QR code to view it on the phone.

Soon enough, the troubles started, as we took a little while to decide between the prices and the choices, or maybe the waiter was too impatient? The truth is we ended up ordering a mozzarella pizza to get rid of the discomfort of the man coming by constantly to ask about the order.

We felt like we were surrounded by sharks, because as soon as he passed by one side, he was appearing on the other, as if he was circling around the table!

As soon as we said we would order a small one, he frowned, and when we asked for only one drink to share, he almost threw a fit. And the truth is, it was enough for us, since in my case I only eat one slice, and I don't like flavored drinks, so the dish was more for one person than for two.

They had a soccer game on the screens, and at the same time loud cumbia music playing, so you couldn't really enjoy either. We took the opportunity to talk, although we couldn't hear each other very well, but nothing was going to stop us from having a bad time on our biweekly date (it's no longer weekly due to budget reasons).

There came a moment where we felt like we were aging from the wait. How long could a small pizza take? The impatience of the young diner was evident...

When it arrived, they served us a slice on each plate and opened the drink to share. Our terrifying waiter didn't even wish us a good meal or anything of the sort. And just as we were eating, when he saw my plate empty, he wanted to clear it, even though my son was still eating!

The cherry on top of this disappointing experience was when, as I was taking out my debit card, without even asking for the check, it was snatched from my hand by the waiter to take it to the cashier. In an instant, he returned with the receipt, I signed it, and we almost ran out of the place to never return!

Even my son later mentioned feeling uncomfortable and intimidated by that man. So it wasn't just my own thoughts. The saddest part is that the food didn't make up for the service, since the pizza arrived cold and the crust was very thick.

That day, we ended up disappointed with that place that I was looking forward to knowing. Luckily, it's been the second of many we have visited on our dates, so we'll stick with the nice experiences and this will just be a memory that we will erase on the next outing.

Cuando salimos a comer fuera de casa, la probabilidad de que nos guste el lugar y la comida, siempre está en un 50%, solo que en mi caso, por suerte, siempre regreso con el porcentaje de satisfacción completamente lleno.

Pero, en algún momento me tenía que tocar! Lo más triste es que si tienes un lugar al que desde hace tiempo has querido ir, y resulta un total fiasco, pareciera que la caída en decepción llega hasta más allá del subsuelo. Y justo eso fue lo que nos pasó al visitar esta pizzería.

Desde fuera se ve un lugar bastante agradable y llamativo, así que decidí que ese sería el sitio para mi siguiente cita madre/hijo con mi pequeño, quien adora comer pizzas.

Ese día estaba particularmente lleno, pero conseguimos mesa disponible en la mitad del salón. Nos atendió un señor quien llevó el menú impreso para que mi hijo también pudiera verlo, aunque tienen la opción de scanear el código QR para hacerlo por el teléfono.

Al poco tiempo empezaron los males, ya que entre ver los precios y los gustos, tardamos un poco, ¿o quizás el mesonero estaba demasiado impaciente? Lo cierto es que terminamos pidiendo una pizza de muzzarella para quitarnos la incomodidad del hombre pasando a cada rato a preguntar por el pedido.

Nos sentimos como si estuvieramos rodeados de tiburones, porque ni bien había pasado por un lado, se aparecía por el otro, como si estuviera dando vueltas alrededor de la mesa!

Ni bien le dijimos que pediríamos una pequeña, frunció el ceño, y al pedir una sola bebida para compartir, por poco nos hace una pataleta. Y la verdad es que para nosotros era suficiente, ya que en mi caso sólo como una porción, y no soy de tomar bebidas saborizadas, así que el plato era más para uno que para dos personas.

Tenían en las pantallas un partido de fútbol, y a su vez cumbia en los parlantes a todo volumen, así que no podías disfrutar bien ni de lo uno ni de lo otro. Nosotros aprovechamos para conversar, aunque no nos escuchábamos del todo bien, pero nada iba a impedir que lo pasaramos mal en nuestra cita quincenal (ya no es semanal por cuestiones de presupuesto).

Llegó un momento en el que sentíamos que estábamos envejeciendo por la espera. Qué tanto podía tardarse una pizza pequeña? La impaciencia del pequeño comensal se hacía notar...

Cuando llegó, nos sirvieron un trozo en cada plato y abrieron la bebida para compartir. Ni buen provecho o algo similar nos dijo nuestro mesonero del terror. Y así como comimos, cuando vio que mi plato estaba vacío ya quería levantar el servicio, aunque mi pequeño todavía seguía comiendo!

La guinda de esta experiencia decepcionante fue cuando mientras estaba sacando mi tarjeta de débito, sin siquiera haber pedido la cuenta, la misma me fue arrebatada de la mano por el mesonero para llevarla a la caja. Al instante llegó con el recibo, firmé y nos fuimos casi corriendo del lugar para no volver jamás!

Y es que hasta mi hijo me comentó luego que se sintió incómodo e intimidado por ese señor. Así que no fueron solo ideas mías. Lo más triste es que la comida no compensó el servicio, ya que la pizza llegó fría y la masa muy gruesa.

Ese día terminamos decepcionados de ese lugar que me hacía ilusión conocer. Por suerte, ha sido el segundo de los muchos que hemos visitado en nuestras citas, así que nos quedamos con las experiencias lindas y esto no será sino un recuerdo que borraremos en la siguiente salida.


Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.

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Yo no me hubiese podido ir sin decirle algo la verdad, solo de leerte me sentí incomoda y estresada. Que triste que tuvieran esa experiencia 😓

Realmente me provocó quejarme, pero era exponer a mi hijo a estar más incómodo aún. Así que opté por simplemente irme sin dejar propina y tachar ese lugar como posible para volver. Luego de eso, nos fuimos por helados y se nos pasó la molestia.

Que mal pero tenia que pasar para tener un punto de comparación, el servicio es importante incluso a veces si la comida esta maluca el servicio hace que se le de otra oportunidad.

Si, y a mi me gustó que mi hijo pudiera determinarlo, pues a él con tal de salir conmigo un rato, todo le parece bien. De hecho, me dijo que le gustó la pizza cuando le pregunté, pero cuando le dije que a mi no, y mis razones, entonces fue que emitió el juicio que digo en el post. No porque nos estén brindando algo, debemos decir que era bueno y lindo, total, quien brinda no es el responsable de las conductas de los mesoneros, por ejemplo.

Que garrón amiga!!! Escrachalo en el google maps! Pasa la data que lo atacamos tipo piraña! jaja fuera de broma, que pena... Yo trabaje de camarero una época de mi vida, para trabajar de eso te tiene que salir tratar bien a la gente. Pero bueno, algunos solo son mercenarios con una bandeja.

¡Nunca mas ese lugar!

Tal cual la vida misma, siempre debemos quedarnos con las lindas experiencias, porque, generalmente, son los más. Me encanto que hayas agregado el GIF del pequeño, esperando la pizza.

Saludos.

Me pareció que ese gesto de él decía mucho más de lo que yo podía hacer con las palabras, realmente estaba algo molesto por la espera. Y luego mucho más cuando le retiraron el plato con medio slice de pizza, porque a él le gusta comer y saborear.
Igual en el ranking que él hace de las salidas, creo que ni metió ese lugar. Así que nos quedamos con los que si valen el esfuerzo de recordar y visitar nuevamente.

Eso es lo peor, no solo no poder disfrutar de una buena comida sino también haber tenido un pésimo servicio

Si, porque a veces pasa que el servicio no es tan bueno, pero la comida compensa esa parte, pero acá solo era lindo el lugar, del resto, realmente dejó mucho que desear. Por fuera se veía bien, y siempre que pasaba estaba lleno, por eso no imaginé que mi experiencia fuera tan fea.

Felicitaciones @mamaemigrante lograste cosechar de la mala tierra. Qué buena publicación, ojalá, no se repita la experiencia. Se ve que el mesero no es profesional y algún asunto lo tiene amargado.
No conozco las costumbres, pero este caso amerita dejar una propina, una propina de 1 centavo o en su lugar el billete de menor valor existente. Es echar sal en la herida, pero a lo mejor se cura el infeliz.

Mejor suerte en próxima salida.