Reciban un cordial saludo amigos hivers, hoy quiero compartir con ustedes una sensación de tristeza, dolor y abandono que me produjeron una serie de eventos acaecidos en mi entorno familiar la semana pasada, luego que falleciera la madre de mis hermanos por parte de papá.
El pasado martes 18 de julio nos llegó la mala noticia de la desaparición física de la madre de mis hermanos por parte de papá, como mencioné antes; producto de un infarto, tenía 88 años. Todo esto ocurrió en horas de la madrugada, la noticia fue recibida en horas tempranas de la mañana, ocasionando angustia y preocupación por lo que este tipo de situaciones generan a cualquier persona que se entera del fallecimiento de otra.
Como he comentado en otros posts, mi familia es natal del pueblo de La Sabana, ubicado en la costa del Estado La Guaira, antes conocido como Vargas. Sin embargo, el velorio se realizó en una funeraria en La Guaira ese mismo día, para ser sepultada en nuestro pueblo el día siguiente. Hasta ese momento yo, no iba porque no cabía en el carro con mi hermano, en la noche me informa mi hermana que sí vamos.
Mi hermano habilitó la camioneta de su hija, recién comprada hace poco menos de dos meses. Nos distribuimos en los dos carros; la familia de él (esposa e hijas), un amigo, y mi sobrino, viajaron en la camioneta. Mis hermanos maternos y yo, íbamos en otro carro. Nos fuimos a la funeraria para formar parte de la caravana fúnebre, rumbo a acompañar a nuestros hermanos para lo que sería la última morada de su madre.
Mi cuñada decidió no participar en la caravana y se quedó atrás, mala decisión por cierto. Porque en lo que comenzaron a subir, lo que es la carretera hacia la costa; la camioneta se incendió, de repente comenzó a salir fuego por el tablero.
Cabe destacar que esa carretera es bastante complicada, muy bonito el paisaje porque de un lado hay montaña y del otro puedes disfrutar del oceáno en todo su esplendor, acompañada de subidas empinadas, curvas y bajadas bien pronunciadas, se requiere de todos los sentidos activos al momento de transitar por ella, tanto del chofer como de todos los pasajeros.
Los pasajeros de la camioneta iban pendiente ante cualquier evento, ya que días antes les había sucedido algo similar, sin embargo, mi hermano la llevó al concesionario para que la revisaran y no arrojó falla alguna. Supuestamente todo estaba en orden, es por ello que deciden usarla ese día. Por otro lado, como mencioné antes; ellos se quedaron atrás, no nos preocupamos porque había sido decisión propia.
A eso de las 12:30 p.m. llegamos todos a La Sabana, nosotros fuimos los últimos que íbamos en la caravana fúnebre comomencioné antes, estaba mi hermano apagando el motor del carro y se disponía a bajarse, cuando se acerca otro de nuestros sobrinos y le dice sin filtro alguno: "tío en la camioneta que viene bola 8 se está quemando" acto seguido repica el celular de mi hermana y es una de sus hijas, él sin pensarlo le rebata el teléfono y comienza a gritar y a sobarse la cabeza.
Yo, por mi parte sentí que se me iba a salir el corazón y me hice una película, tipo Hollywood y me imaginaba la camioneta explotando y volando por el cielo. Bola 8 es el apodo que tiene mi sobrino, quien venía en la mencionada camioneta, quien es muy conocido en la zona porque juega béisbol en varias ligas del Estado y alguien que pasaba tomó fotos y fue quien avisó a la familia.
Mi hermano en la deseperación imagino yo, se formó también su película de horror, lo único que pensaba era en devolverse a rescatar a su familia, muy preocupado y afligido nos miró y nos dijo con mucha pena en su rostro, tristeza y preocupación busquen con quien irse que yo me tengo que devolver, a lo que respondimos, también con esos mismos sentimientos tranquilo, vete nosotras resolvemos...
Para hacer el cuento corto y no dejarlos con la incertidumbre, les puedo decir que gracias a Dios no pasó de un susto. Ellos en su afán de apagar el fuego cometieron una serie de imprudencias; que comprendieron luego del evento, días después. Ellos trataban de abrir el capó y no pudieron, pero fue mejor así porque la brisa hubiese generado más fuego y con ello la explosión.
Obtuvieron mucha ayuda, al principio se sintieron solos, pero nunca faltó un ángel, una mano amiga que los ayudó a apagar el fuego. Por otro lado, nosotras sin saber por lo que ellos estaban pasando nos invadió la tristeza, la angustia, el miedo y por supuesto la culpa, porque ese carro lo habilitaron para que nosotras fuéramos, son esos pensamientos que te invaden y te dejan ese amargo sabor, el que mencionaba al principio.
Satisfactoriamente, como toda película de terror hubo un final feliz, apagaron el fuego, no hubo heridos, contrataron una grúa, junto con mi hermano se devolvió otro carro, el de mi sobrina para transportar a los pasajeros. Nosotras cumplimos con los deudos y pudimos regresar a casa sin mayores problemas, por esto y todo lo demás solo quiero decir gracias, gracias, gracias... A Dios, a la Divinidad y al Universo porque todos llegamos sanos y salvos a nuestros hogares.
Ante tal situación prevaleció la fe, la voluntad, las ganas de vivir, la resiliencia, la empatía demostrada con la solidaridad de la gente y sobre todo el amor por la familia. Sin embargo, no dejo de pensar en la mala fe de otros, porque quien vendió esa camioneta sabía el desperfecto de ese carro, que pudo haber ocasionado un daño irreparable a nuestra familia.
Por eso los insto a que sigamos siendo personas vitaminas en la vida de los otros, semillas estelares llenas de luz para alumbrar y acompañar a transitar el camino de nuestros prójimos.
la imagen de portada es de
mi albún personal editada en canva
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Traductor Deepl (Versión gratis)
Greetings hivers friends, today I want to share with you a feeling of sadness, pain and abandonment that a series of events occurred in my family last week, after the death of the mother of my siblings on my father's side.
Last Tuesday, July 18, we received the bad news of the physical disappearance of the mother of my siblings on behalf of my father, as I mentioned before; product of a heart attack, she was 88 years old. All this happened in the early hours of the morning, the news was received in the early hours of the morning, causing anguish and concern for what this type of situation generates to any person who learns of the death of another.!
As I have commented in other posts, my family was born in the town of La Sabana, located on the coast of the State of La Guaira, formerly known as Vargas. However, the wake was held at a funeral home in La Guaira that same day, to be buried in our town the following day. Up to that moment, I did not go because I could not fit in the car with my brother, in the evening my sister informed me that we were going.
My brother enabled his daughter's van, just purchased a little less than two months ago. We distributed ourselves in the two cars; his family (wife and daughters), a friend, and my nephew traveled in the van. My maternal siblings and I rode in another car. We went to the funeral home to be part of the funeral procession to accompany our siblings to what would be their mother's final resting place.
My sister-in-law decided not to participate in the caravan and stayed behind, a bad decision by the way. Because as they began to climb, which is the road to the coast, the van caught fire, suddenly fire started coming out of the dashboard.
It should be noted that this road is quite complicated, very beautiful scenery because on one side there are mountains and on the other side you can enjoy the ocean in all its splendor, accompanied by steep climbs, curves and steep descents, it requires all active senses at the time of traveling through it, both the driver and all passengers.
The passengers of the van were alert to any event, since days before something similar had happened to them, however, my brother took it to the dealer to have it checked and it did not show any fault. Supposedly everything was in order, which is why they decided to use it that day. On the other hand, as I mentioned before; they stayed behind, we did not worry because it was their own decision.
At about 12:30 p.m. we all arrived at La Sabana, we were the last ones in the funeral caravan I mentioned before, my brother was turning off the engine of the car and was about to get out, when another of our nephews approached him and said without any filter: "uncle in the truck that comes 8 ball is burning" then my sister's cell phone rings and it is one of her daughters, he without thinking about it, he refutes the phone and begins to scream and rubbing his head.
I, for my part, felt like my heart was going to burst and I made a Hollywood type movie and I imagined the van exploding and flying through the sky. Bola 8 is the nickname of my nephew, who was in the aforementioned truck, who is well known in the area because he plays baseball in several leagues in the state and someone passing by took pictures and was the one who alerted the family.
My brother in the despair I imagine, also formed his horror movie, the only thing he thought was to return to rescue his family, very worried and distressed he looked at us and told us with much sorrow on his face, sadness and concern look for someone to leave with who I have to return, to which we responded, also with the same feelings calm, go we will solve....
To make a long story short and not leave you with uncertainty, I can tell you that thanks to God it was nothing more than a scare. In their eagerness to put out the fire, they committed a series of imprudent acts, which they understood after the event, days later. They tried to open the hood and could not, but it was better this way because the breeze would have generated more fire and with it the explosion.
They got a lot of help, at the beginning they felt alone, but they never lacked an angel, a helping hand that helped them to put out the fire. On the other hand, we, without knowing what they were going through, were invaded by sadness, anguish, fear and of course guilt, because that car was enabled for us to go, those are the thoughts that invade you and leave you with that bitter taste, the one I mentioned at the beginning.
Satisfactorily, like any horror movie there was a happy ending, they put out the fire, there were no injuries, they hired a tow truck, together with my brother they returned another car, my niece's car to transport the passengers. We complied with the mourners and were able to return home without major problems, for this and everything else I just want to say thank you, thank you, thank you .... To God, the Divinity and the Universe because we all arrived home safe and sound.
In the face of such a situation, faith, will, the will to live, resilience, empathy demonstrated with the solidarity of the people and above all love for the family prevailed. However, I do not stop thinking about the bad faith of others, because whoever sold that truck knew the damage of that car, which could have caused irreparable damage to our family.
That is why I urge you to continue being vitamin people in the lives of others, stellar seeds full of light to illuminate and accompany the path of our neighbors.
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