"Hacer el trabajo". Esta temática me ha traído a la mente la hermosa canción de "Lo siento, perdón, gracias, te amo. (Sorry, Forgiveness, thank you, I love you) original de Darwin Grajales. Una canción medicina sencilla, pero con un mensaje de sanación, responsabilidad, perdón y amor.

La letra nos habla de lo que es el círculo infinito de rencor, la rueda del odio que sigue girando a causa de la inmadurez y falta de valores que normalmente se tiene en la humanidad. Las cuentas llegan, el precio de nuestros errores tanto con nosotros como con los demás, y es común que queramos culpar a otros de lo que no tomamos responsabilidad en un principio, creemos que al culpar a factores externos de lo que nos sucede nuestra vida será mejor, más llevadera, pero esto no es así; nosotros mismos permitimos situaciones y asumimos actitudes incorrectas, muchas veces sin darnos cuenta, porque todos estamos aprendiendo, todos vivimos en desconocimiento de muchas cosas; pero aún así debemos tomar la responsabilidad de lo que somos y accionamos, para así perdonarnos y librar a los demás y a uno mismo de culpas.

Esta canción es una limpieza, una reconciliación con uno mismo y su entorno. El no estar atentos, el no tener consideración es lo que nos ha llevado a muchos conflictos. Todos cometemos errores, pero lo mejor es perdonar y pedir disculpas por nuestras ofensas y esperar mejorar cada día.

Sentir, perdonar, agradecer y amar es lo que nos lleva a la calma y a la armonía. Un día, observa a la persona con la que vives, perdónala si alguna vez te sensuró o puso en tus manos lo que ella misma no asumió, y pide perdón si alguna vez hiciste lo mismo. Agradezcamos el sacrificio del otro, su aporte a la armonía. Agradezcamos el espejo que son las otras personas de nosotros mismos, los maestros que pueden llegar a ser estos reflejos en nuestras vidas y en nuestro camino de sanación. Todos son reflejos de nosotros mismos, todas las personas que encontramos son maestros que nos vienen a enseñar algo en medio de las circunstancias, nosotros solo podemos aprender de todo lo que nos sucede, sin sufrimiento ni remordimiento.

Muchas veces creemos que somos los únicos que dan su esfuerzo en la situaciones o relaciones, y no nos damos cuenta que los demás también sacrifican mucho al estar con nosotros. Las personas dan lo mejor de sí mismas casi siempre, y muchas veces eso no es valorado, lo que lleva a mucha frustración, lo mejor es siempre reconocer el esfuerzo del otro por pequeño que nos parezca, eso es valor de verdad.

Al perdonar a otros nos perdonamos a nosotros mismos, perdonamos el concepto concepto que tenemos de los demás, porque realmente no conocemos por completo a las personas, solo conocemos una percepción de lo que creemos que puede ser el otro. Amar es perdonar, perdonar es amar, nadie se libra de pecado, no sigamos juzgando.