Fifteen years to hear a message from the Universe, that was about the time it took me to decide what my career path would be. I will tell you part of this story.

I was sixteen years old when I was a senior in high school, ready to enter college. Two years before, when I was in the third year of the basic cycle, the institution where I was studying gave us vocational tests, at that time I remember that there were at least three options to continue the last stage before entering the university.

When you chose one, you left with a bachelor's degree in science, humanities or teaching, the bachelor teacher was the teacher who worked in primary schools, that is, with children between six and eleven years old approximately.

In these vocational tests the result that I got was the teaching career, when I had the interview with the counselor, and he pointed out the university opportunities that I would have I closed my mind, I did not want to study to become a teacher, not that I did not like it, I just wanted another more sophisticated career (ha,ha,ha,ha,ha) I wanted to study Industrial Relations and I dreamed of working in a big company.

However, my mother, following the guidance counselor's instructions, took me to Caracas to take the tests to enter one of the most recognized “Normal Schools”, the Miguel Antonio Caro, I passed the tests, but I refused to go to Caracas, and so I ended up in a boarding school much further away from my home located in the interior of the country to study the baccalaureate in humanities.

In the fifth year the vocational tests came back and once again the result was clearly a teaching career. Incidentally, an uncle-in-law, who was visiting the house, “took advantage” of the opportunity to talk to me, telling me that my mother could not pay for me to study at the university where they taught Industrial Relations, which was about an hour away from my city, the University of Carabobo, in Valencia. I think I hated it at that time.

Finally, I agreed to enter the Pedagogical University, an institution that was about ten minutes away from my home. So when I was seventeen years old, I entered the teaching career with unconformity and putting my dream to sleep. I started working as a classroom teacher in a preschool and although I loved the job and in the pedagogical school I began to enjoy my studies, I felt that I was not doing what I wanted.

So when a private technological institution in my city opened the career of Superior Technician in Industrial Relations, I did not hesitate for a second, I left the pedagogical and I went to what I wanted, causing a great disappointment to my mother.

As soon as I finished my degree, I got married and had my first child, a year later I got divorced, I was still working as a teacher and I was still determined to get a degree in Industrial Relations at the University of Carabobo. I organized my life to give continuity to my studies at that university, I achieved a good equivalence and I started at night.

The university in question is quite far from the center of the city, at that time they were building a stretch of highway that gave better access and someone had made a provisional entrance that broke all the rules, because it jumped the curb and you entered through a place of land and bush, falling almost immediately at the door of the School of RRII.

One night after leaving class, 10 pm, I took the shortcut and when I passed the curb I hit the car from underneath and it bent, if I remember correctly, the gearbox linkage, I think that only two gears entered second and fourth, coming to my city, an hour away, with the damaged car, alone, in the middle of the dark night, made me wonder: What was I doing?

When I got home and went to bed next to my baby, I realized that at that moment I had everything I wanted, my son whom I loved and with whom I wanted to spend as much time as possible and a career that I liked, so I finally listened to the message of the universe.

When I could, I resumed my studies at the pedagogical school and made my professional career in this area, finding great satisfaction in it.

Hasta que escuché

Quince años para escuchar un mensaje del universo, más o menos ese fue el tiempo que requerí para decidir lo que sería mi carrera profesional. Les comento parte de esta historia.

Tenía dieciséis años cuando estudiaba el último año de bachillerato, lista para ingresar a la universidad. Dos años antes cuando estaba en el tercer año del ciclo básico, en la institución donde estudiaba nos hicieron las pruebas vocacionales, en aquel tiempo recuerdo que había por lo menos tres opciones para continuar la última etapa antes de ingresar a la universidad.

Al escoger una, salías con un título de bachiller en ciencia, humanidades o docente, el bachiller docente era el maestro que cumplía su función en las escuelas de primaria, es decir con niños entre seis y once años aproximadamente.

En estas pruebas vocacionales el resultado que me arrojó fue la carrera docente, cuando tuve la entrevista con el orientador y me señaló las oportunidades universitarias que tendría me cerré, no quería estudiar para maestra, no es que no me gustase, solo que quería otra carrera más sofisticada (ja,ja,ja,ja) quería estudiar Relaciones Industriales y soñaba con trabajar en una gran empresa.

Sin embargo, mi mamá, siguiendo las indicaciones del orientador me llevó a Caracas a presentar las pruebas para ingresar a una de las “Escuelas Normalistas” más reconocidas, La Miguel Antonio Caro, aprobé las pruebas, pero me negué a irme para Caracas y así fui a parar a un internado mucho más lejos de mi hogar ubicado en el interior del país para estudiar el bachillerato en humanidades.

En quinto año volvieron las pruebas vocacionales y otra vez el resultado claramente arrojado fue la carrera docente, de paso un tío político, que fue de visita a la casa, “aprovechó” la oportunidad de hablar conmigo diciéndome que mi mamá no podía pagarme una carrera en la universidad donde daban Relaciones Industriales que quedaba como a una hora de distancia de mi ciudad, la Universidad de Carabobo, en Valencia. Creo que en ese momento lo odié.

Finalmente accedí a ingresar en el Pedagógico, una institución que queda como a diez minutos de mi casa. Así que a los diecisiete años ingresé a estudiar la carrera docente con inconformidad y poniendo a dormir mí sueño. Ingresé a trabajar como docente de aula en un preescolar y aunque el trabajo me encantaba y en el pedagógico comenzaba a agarrarle el gusto a los estudios, sentía que no estaba haciendo lo que yo quería.

Así que cuando en una institución tecnológica privada de mi ciudad abrió la carrera de Técnico Superior en Relaciones Industriales, no lo dude ni un segundo, abandoné el pedagógico y me fui a lo que quería, ocasionando un gran disgusto y decepción a mi mamá.

Apenas terminé la carrera, me casé y tuve a mi primer hijo, al año me divorcié, seguía trabajando como docente y seguía empeñada en sacar ahora la licenciatura en Relaciones Industriales en la Universidad de Carabobo. Organicé mi vida para darle continuidad a mis estudios en dicha casa de estudios, logré una buena equivalencia y comencé en el horario nocturno.

La universidad en cuestión queda bastante retirada de lo que es el centro de la ciudad, en ese tiempo estaban construyendo un tramo de autopista que le daba mejor acceso y alguien había hecho una entrada provisional que rompía todas las reglas, pues saltaba el brocal y entrabas por un paraje de tierra y monte, cayendo casi de inmediato en la puerta de la Escuela de RRII.

Una noche al salir de clase, 10 pm, agarré el atajo y al pasar el brocal le di un golpe por debajo al carro que se le dobló, si mal no recuerdo, el varillaje de la caja de cambio, creo que solo entraban dos velocidades segunda y cuarta, venirme para mi ciudad, una hora de camino, con el carro dañado, sola, en medio de la noche oscura, me hizo preguntarme: ¿Qué estaba haciendo?

Cuando llegué a mi casa y me acosté al lado de mi bebé, comprendí que en ese momento tenía todo lo que quería, a mi hijo que amaba y con quien quería pasar el mayor tiempo posible y una carrera que me gustaba, así que finalmente escuché el mensaje del universo.

En lo que pude retomé mis estudios en el pedagógico e hice mi carrera profesional en esta área, encontrando en ella grandes satisfacciones.

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Fuente de imágenes: Archivo personal

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