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El martes pasado (18) la industria de los juegos se vio impactada por la noticia de que Microsoft compró Activision Blizzard , responsable de grandes juegos como Call of Duty, Warcraft y Diablo . La noticia tomó a todos por sorpresa, ya que el desarrollador ha enfrentado numerosas demandas por casos de acoso sexual desde julio del año pasado.
Las secuelas de los escándalos sexuales que involucraron al CEO Bobby Kotick, sin embargo, fueron decisivas para la compra de la compañía, según dijo a Bloomberg una fuente "familiarizada con los asuntos internos" .
Aparentemente, a fines de noviembre, mientras los empleados de Activision Blizzard se ocupaban de las primeras demandas , un grupo de ejecutivos de Microsoft sugirió que el jefe de XBox, Phil Spencer, se comunicara con Kotick para "ofrecer apoyo".
La fuente, que no quiso ser identificada, dice que el propósito de la reunión era dejar en claro que Microsoft se preocupaba por las mujeres de la empresa y mostrar interés en comprar a la desarrolladora. El asunto fue objeto de reuniones entre las empresas a lo largo de dos semanas, que dieron como resultado el acuerdo multimillonario anunciado ayer.
Además, antes de cerrar el trato con Microsoft, Activision se acercó a más partes interesadas, incluidas Meta y otra 'gran empresa' no revelada. Un portavoz de Meta rechazó una solicitud de entrevista, mientras que un representante de Activision Blizzard no respondió a las solicitudes de comentarios de Bloomberg .
Acusaciones
Las primeras denuncias se hicieron públicas en julio del año pasado, cuando empleadas y exempleadas, en su mayoría mujeres, decidieron exponer varios casos de acoso y sexismo en la empresa. Según el Departamento de Trabajo y Vivienda Justo de California, los ejecutivos de Activision Blizzard estaban al tanto de las quejas pero no "tomaron medidas razonables para prevenir la conducta ilegal".
Según la DFEH, los equipos de recursos humanos habrían destruido papeles y eliminado correos electrónicos para ocultar pruebas. Los archivos tenían varios registros de quejas de empleados que habrían sido ignoradas.