¡Les envío un cordial saludo a todos mis hiveamigos! Me gustaría participar en la Iniciativa: Mujer perfecta para honrar a la mujer que me dio la vida, esa mujer que admiré con ternura y que todavía hoy, 30 años después de su partida física, su recuerdo y mi admiración por ella está vivo y latente.
Mi hermosa madre se casó muy joven con mi padre. Vio el matrimonio como una vía de escape para salir de su casa, ya que era la hermana mayor y toda la responsabilidad de sus hermanos y de la limpieza recaía en sus hombros.
Desde los 4 años, que mi abuela emigró desde Colombia para Venezuela, comenzó a trabajar. Pasó sus días de infancia entre ollas sucias de hollín, trabajos de costura para ayudar su madre que era sastre y cambiando pañales a sus hermanos.
A los 15 años se fugó con mi padre y lejos de ser una liberación, su vida siguió igual. Parió 11 hijos, casi con 1 año de diferencia y uno de ellos era especial.
Una vida difícil llevó mi santa madre. Debía trabajar en las casas de familia con dinero como servicio de limpieza y de cocina para poder apoyar la economía familiar, ya que lo que mi padre ganaba era exclusivo para el alquiler y la comida de nuestra numerosa familia de 13 miembros.
Llevó la pena de perder a su hijo especial cuando era un niño todavía. Nunca dijo nada, pero en sus ojos se veía la tristeza.
Soportó desengaños y golpes del único hombre al que amó.
Sacó adelante a todos sus hijos, nos dio la oportunidad de estudiar y ser profesionales y decía esa inolvidable frase:
Tengo 10 hijos y todos son totalmente diferentes, son como los dedos de mis manos. Y hay uno que llevo en mi corazón.
Mi madre jamás se quejó de estar cansada, nunca la vi quedarse en cama por pereza o por tomarse un día libre para ella.
Fuimos pobres durante la mayor parte de mi infancia y mi madre lo poco que teníamos lo compartía con los que tenían menos que nosotros. Daba gusto ver su cara de felicidad cuando partía a la mitad las verduras para la señora de la esquina que no podía trabajar.
Mi madre mantuvo a la familia siempre unida. Con mucho amor vio llegar a sus primeros nietos y lamentablemente enfermó a una edad temprana, como todo en su vida.
Falleció y dejó una enorme herida en todos sus hijos, pero también dejó una huella en nuestras vidas que jamás se borrará.
El recuerdo de mi madre está presente cada mañana cuando preparo mi café, cuando arreglo la harina para las arepas. Es que casi puedo escucharla decirme: "así no, con las dos manos", como siempre me decía. Ella está en los recuerdos que comparto con mi familia después de desayunar, está presente en cada risa y en cada atardecer.
Mi madre fue una mujer perfecta que me enseñó a ser quien que soy hoy, quién me guío por el camino de la vida estando presente en mis pensamientos. Ella fue y será mi gran ejemplo y mi gran fortaleza.
My mother. The perfect woman, my guide and my light
I send warm greetings to all my hivefriends! I would like to participate in the Initiative: Perfect Woman to honor the woman who gave me life, that woman I admired with tenderness and that still today, 30 years after her physical departure, her memory and my admiration for her is alive and latent.
My beautiful mother married my father at a very young age. She saw marriage as an escape route out of her home, as she was the oldest sister and all the responsibility for her siblings and housekeeping fell on her shoulders.
From the age of 4, when my grandmother emigrated from Colombia to Venezuela, she began to work. She spent her childhood days between dirty pots of soot, sewing jobs to help her mother who was a tailor and changing diapers for her siblings.
At the age of 15 she eloped with my father and far from being a liberation, her life remained the same. She gave birth to 11 children, almost 1 year apart and one of them was special.
My saintly mother led a difficult life. She had to work in the family homes with money as maid and kitchen maid in order to support the family economy, as what my father earned was exclusively for rent and food for our large family of 13.
He carried the grief of losing his special son when he was still a child. He never said anything, but in his eyes you could see the sadness.
She endured heartbreak and beatings from the only man she loved.
She raised all her children, gave us the opportunity to study and become professionals and said that unforgettable phrase:
I have 10 children and they are all totally different, they are like the fingers on my hands. And there is one that I carry in my heart.
My mother never complained about being tired, I never saw her stay in bed because of laziness or taking a day off for herself.
We were poor for most of my childhood and my mother shared what little we had with those who had less than us. It was good to see her happy face when she would halve the vegetables for the lady on the corner who couldn't work.
My mother always kept the family together. With much love she saw her first grandchildren arrive and unfortunately she became ill at an early age, like everything else in her life.
She passed away and left a huge wound in all her children, but she also left a mark in our lives that will never be erased.
The memory of my mother is present every morning when I prepare my coffee, when I prepare the flour for the arepas. I can almost hear her tell me: "not like that, with both hands ", as she always told me. She is in the memories I share with my family after breakfast, she is present in every laugh and in every sunset.
My mother was a perfect woman who taught me to be who I am today, who guided me through the path of life being present in my thoughts. She was and will be my great example and my great strength.
The photos were taken with my ZTE Blade A3 2020 phone.
Corrector Castellano
App: Canva / Giphy. The translation was done with deepl.com. Post of my authorship.
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Las fotos fueron tomadas con mi teléfono ZTE Blade A3 2020.
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App: Canva / Giphy. La traducción fue hecha con deepl.com. Post de mi autoría.
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