En nuestra cotidianidad solo caminando por alguna calle, la comunidad, universidad u oficina podemos disfrutarlo al observar estructuras arquitectónicas impresionantes, vitrales obras de artes plásticas, entre otros. De esta forma, muchos seres humanos talentosos se expresan y comparten con nosotros su esencia y sus dones. Y por eso, debemos estar completamente agradecidos. Muchas veces nuestras ciudades o sectores de ellas parecen estar sumergidas en ese entorno artístico que nos maravilla.
De hecho, tuve la oportunidades de estudiar en una universidad que prácticamente es un museo y un teatro a la vez, porque incluso por decreto se considera patrimonio cultural de la humanidad, debido a la obra arquitectónica que representa y por todas esas esculturas, pinturas, el Aula Magna y por la dinámica universitaria que incluye actividades culturales de toda índole y agrupaciones culturales. Así que, aunque estudiaras lo que fuese, por ejemplo, "química o física pura" siempre tenías la posibilidad de estar en contacto con el arte y la cultura.
Entonces, ese paso universitario no solo se trató de aulas de clase, las salidas de campo y los laboratorios, sino de una movida integral muy interesante. Por el contacto con una diversidad de cosas y de personas. De esa manera, me acostumbré a estar en contacto con esto y creo que mi ser lo necesita de vez en cuando. Más aún porque suelo llevar una vida de bastante encierro y sedentarismo (aunque estoy trabajando en ello y haciendo cambios sustanciales en mi vida).
Por eso, tuve un reencuentro con el arte, específicamente con el teatro y, sencillamente lo disfruté muchísimo. Me pareció genial. Hoy les cuento esa experiencia.
¡Buena lectura!
De cómo volví a estar en un teatro
La verdad estaba algo ajetreada porque en estos últimos tiempos las ocupaciones al parecer se multiplican, así que parece que necesito clonarme, aunque para ser honestos, no era una de mis semanas más realmente fuertes. Pero me he decidido a vivir un poco más, a relacionarme, a divertirme y, a ponerle freno a mucha gente y muchas cosas que me saturan. Así que me ha tocado aprender a decir "NO" y a la vez a decir "SI". Desde que salimos de la pandemia, aun yo no he retomado el ritmo de salidas, ni la la cotidianidad; todavía me mantengo dando clases de forma virtual y trabajo la mayor parte del tiempo desde casa. Aunque eso también lo estoy tratando de cambiar.
Con esto quiero decir que no tengo mucha interacción social. Básicamente, me limito a los dispositivos o pantallas y veo bastante TV streaming, doy clases en plataformas virtuales y el contacto con mis amigos lo tengo por WhatsApp, IG, Discord, Twitter, y esa parte de distracción por decirlo de alguna forma la tengo en #hive. Esta plataforma que llegó a mi vida en el tiempo justo y en la que me mantengo desde hace algún tiempo.
No obstante, de forma repentina me llegó una invitación de parte de unos amigos que viven en un estado vecino (Anzoátegui) porque venía un grupo de teatro de Puerto la Cruz hacia Cumaná para hacer una puesta en escena de la Obra "El tartufo o el impostor". El precio de la entrada era bastante accesible y aunque ese día lo tenía bastante complicado entre cursos y cosas que resolver, en una tarde lluviosa y de retraso me decidí a ir.
La verdad dejé de buscar excusas para no ir y quedarme en casa como siempre. Traté de buscar a alguién que se animara; pero no fue posible. Así que me lancé esta aventura "a solo". Nunca he tenido problema en ir al cine, al teatro o inclusive ir por un café o por una cerveza sola; he aprendido a disfrutar de eso también. Por toda esa indecisión y ocupaciones terminé llegando tarde al teatro. Pero no me importó lo vi como una victoria.
Cuando llegué
Yo decidida compré mi entrada aunque ya me había perdido media hora, no me importó. Lo que hice fue tratar de entender un poco el contexto y, a pesar de que no entendí algunas cosas empecé a reír casi de inmediato. La obra de teatro es tan dinámica y la puesta en escena tan divertida, con los actores y vestuario me sentí muy bien, oír las carcajadas, estar al lado de la gente compartiendo la energía y conectada con el disfrute.
Recordando
English version
In our daily life just walking down the street, the community, university or office we can enjoy it by observing impressive architectural structures, stained glass windows, works of fine arts, among others. In this way, many talented human beings express themselves and share with us their essence and gifts. And for that, we should be completely grateful. Many times our cities or parts of them seem to be immersed in this artistic environment that amazes us.
In fact, I had the opportunity to study in a university that is practically a museum and a theater at the same time, because even by decree it is considered cultural heritage of humanity, due to the architectural work it represents and for all those sculptures, paintings, the Aula Magna and for the university dynamics that includes cultural activities of all kinds and cultural groups. So, even if you studied anything, for example, "chemistry or pure physics" you always had the possibility of being in contact with art and culture.
So, that time at university was not only about classrooms, field trips and laboratories, but also about a very interesting integral movement. Because of the contact with a diversity of things and people. In this way, I got used to being in contact with this and I believe that my being needs it from time to time. All the more so because I tend to lead a life of quite confinement and sedentary lifestyle (although I am working on it and making substantial changes in my life).
So, I had a reencounter with art, specifically with theater, and I simply enjoyed it very much. I thought it was great. Today I tell you about that experience.
Good reading!
How I was in a theater again
The truth is that I was a little hectic because in these last times the occupations seem to multiply, so it seems that I need to clone myself, although to be honest, it was not one of my strongest weeks. But I have decided to live a little more, to relate, to have fun and, to put the brakes on many people and many things that saturate me. So I have had to learn to say "NO" and at the same time to say "YES". Since we got out of the pandemic, even I have not resumed the rhythm of going out, nor the daily routine; I still keep teaching classes virtually and work most of the time from home. Although I'm trying to change that too.
By this I mean that I don't have much social interaction. Basically, I limit myself to devices or screens and I watch quite a lot of streaming TV, I teach classes on virtual platforms and the contact with my friends I have through WhatsApp, IG, Discord, Twitter, and that part of distraction so to speak I have on #hive. This platform came into my life at the right time and I've been using it for some time now.
However, suddenly I received an invitation from some friends who live in a neighboring state (Anzoátegui) because a theater group from Puerto la Cruz was coming to Cumaná to stage the play "El tartufo o el impostor". The price of the ticket was quite affordable and although that day I had it quite complicated between courses and things to solve, on a rainy afternoon and late I decided to go.
The truth is that I stopped looking for excuses not to go and stayed at home as usual. I tried to find someone who was willing to go; but it was not possible. So I went on this adventure "on my own". I have never had a problem going to the movies, the theater or even going for a coffee or a beer alone; I have learned to enjoy that too. Because of all that indecision and busyness I ended up being late for the theater. But I didn't mind, I saw it as a victory.
When I arrived
I decided to buy my ticket even though I had already missed half an hour, I didn't care. What I did was to try to understand a little of the context and even though I didn't understand some things I started laughing almost immediately. The play is so dynamic and the staging so funny, with the actors and costumes I felt very good, hearing the laughter, being next to the people sharing the energy and connected with the enjoyment.
Remembering
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