
Ultimamente no me he estado sintiendo bien en mis días, cada uno pesa más que el anterior, es como si siempre estuviera en piloto automático e intento encontrar un poco de alegría en las cosas que amo pero ya casi ni eso me hace sentir bien, ni feliz, ni complacido; me siento absurdamente desmotivado por todo y cada noche pienso en miles de escenarios catastróficos con respecto a mi vida, con respecto al futuro, con respecto a todo lo que me depara y me siento demasiado agobiado y demasiado agotado.
Me hace recordar una época, por allá por el 2015 o 2016, si mal no recuerdo, que entré en una depresión profunda por culpa de una ruptura con una pareja con la que tenía casi 4 años juntos y con la que ya sentía que podía ser mi futuro; terminamos de una manera terrible, porque por ella tuve que pasar por una operación que cambió mi vida, y ese hecho me hizo perder tanto la confianza en las personas que me empezó a generar mucha oscuridad por dentro.
Por la tristeza de aquél entonces, solo me despertaba para ver el día caer y ya, no tenía ganas de hacer más nada, no comía bien, estaba extremadamente delgado y me alejé de todas mis pasiones, recuerdo que era como ser un zombie, nada me hacía bien; hoy no me siento tan así, pero he estado bastante cerca.
Hoy tuve que lidiar contra mi mente todo el día, solo tenía ganas de llorar y no hacer nada, pero tuve que salir a hacer mis actividades diarias, recibí regaños en clase por no concentrarme lo suficiente como para responder una pregunta y sentí que me atacaron en lo más profundo de mi ser, cuando realmente no es así, pero así se siente, estoy extremadamente sensible, solo quiero dormir y dejar que pase el tiempo y me siento triste, me siento solo, me siento sin valía, me siento como si no fuera digno de recibir buenas cosas.
He perdido muchas personas, he perdido amistades cercanas, he perdido amores, y sigo en una racha donde todo ha sido perder, perder, perder, perder, perder y perder, y sé que toda pérdida conlleva a otras cosas pero no las veo, no las siento, no entiendo absolutamente nada de este proceso, porque estoy agotado de llevar tanto peso en mi espalda, solo quiero dormir para que se acabe el dolor, para que se acabe la presión, solo quiero llorar y vaciarme.
Admito que soy una persona que siempre lo intenta y que siempre busca una forma, pero hoy he tenido uno de los peores días de lo que va de año y me he fallado a mí mismo porque no he podido evitar ser vencido por el juez, ese que tenemos todos por dentro, esa voz que nos hace mierda cuando estamos en una situación de presión y no podemos solucionar porque no depende de nosotros, es duro, es muy complicado, y hoy fallé, hoy no pude ser fuerte.
A veces siento cada uno de mis objetivos tan lejos, la comida me cae mal, duermo pero no descanso, me despierto a trabajar y a hacer lo que me gusta pero llego tarde siempre porque me cuesta pararme y simplemente no puedo pararme antes, mi cuerpo no responde, tengo que obligarme a ponerme de pie y cada día lo intento, pero cada día es más difícil.
No tengo cómo desahogarme porque generalmente solo puedo recibir juicios, es difícil ser verdaderamente escuchado y entendido, inclusive sin recibir una palabra sino solo un miserable abrazo para poder drenar y permitirme el no ser fuerte por un día, aquí es donde verdaderamente odio la soledad, porque me he armado miles de veces cuando me he roto a pedazos, pero no cambio jamás una buena compañía que nos ayude a levantarnos cuando no tenemos la fuerza para hacerlo nosotros mismos.
Muchas veces escribo poemas que seguramente no lee nadie, o probablemente lo leerán y pensarán que soy muy cursi o muy dramático o lo que sea, pero muchos de esos poemas son gritos de auxilio que son difíciles para mí expresarlos pero que terminan siendo una obligación porque no tengo otra opción.
Creo que está volviendo ese viejo conocido que no quiero recordar a mi vida, y me preocupa, porque no sé cómo lidiar con ello en este momento de mi vida donde no puedo permitirme el tener debilidades, mi familia me necesita, mi hogar me necesita y no puedo volver a entrar en depresión, pero no encuentro la fuerza, ni siquiera en Dios, para aferrarme a la luz, me siento muy nublado.
Me tocará sonreír hasta donde me alcance la fachada, esperar un milagro, el poder volver a ir a terapia o ver qué puedo hacer para mejorar mi vida de alguna manera, necesito salir de este ciclo de oscuridad.