El día jueves, luego de pasar las primeras horas de la mañana en la grata compañía de una buena vecina y mi esposo, todo se tornó color de hormiga y solo por no poder mantener mi boca cerrada. La verdad es que llevo más de 2 años aguantando situaciones y quise desahogarme.
Jamás imaginé que pronunciar dos palabras traería tales consecuencias, si no hubiese tragado grueso una vez más.
Para entrar en contexto, tengo unos vecinos que son unos desadaptados, no acatan normas vecinales y si alguien reclama un mal comportamiento, ellos amenazan con golpes y demás. Por esta razón, la gran mayoría ha optado por no opinar, ni exigir, ya que en la actualidad son los administradores del condominio.
Llegaron a ese cargo, por la misma razón, los vecinos prefirieron no participar en las elecciones de la junta, puesto que ellos eran los únicos postulados. Desde ese entonces, el silencio reina en el grupo de WhatsApp, solo ellos participan cuando hay algo que comunicar.
Las pocas veces que ejecutaron una mejora para la residencia, que fue al principio, por ejemplo, el resto de los vecinos, ni siquiera las gracias, daba. Es una actitud para castigar su mal comportamiento y mala administración de la junta de condominio.
El hecho que me trae a escribir estas líneas fue porque manifesté mi descontento directamente a mi esposo, mientras subíamos las escaleras porque los ascensores se encontraban desde hacía una semana sin funcionar. Dos palabras bastaron para una de estas señoras, se volteara y empezara a gritarme, yo la miré y respondí que estaba hablando con mi esposo y no tenía nada que ver con ella.
Pero ella seguía alterada y subiendo el tono de voz cada vez más. Mi esposo repetía una y otra vez “Ella estaba hablando conmigo” y la señora empezó a bajar las escaleras en señal de confrontamiento. Como conocemos el personaje (en 3 ocasiones agredió físicamente a varias vecinas), mi esposo se le acercó para impedir que me fuese a hacer daño.
En eso ella preguntó“¿Qué me vas a hacer?, mi esposo respondió “No te voy a hacer nada. Ella estaba hablando conmigo”.
Después la señora continuó diciendo un sinfín de groserías, hasta que siguió su camino.
Mi esposo me reclamó por mis palabras, sabiendo que la señora estaba tan cerca, que no debía provocarla. Él estaba seguro de que esa acción traería consecuencias. Yo fui más ingenua y pensé que no pasaría de allí.
A las 4:30 PM aproximadamente, el esposo de la señora, que parece un hombre de las cavernas mezclado con delincuente, llamó a mi esposo por celular. Mi esposo respondió “Aló” y el señor más atrás dijo “Baja que nos vamos a matar”.
Le pedí a mi esposo que no fuera, pero él quería demostrar que no tenía miedo.
Este señor llegó a mi casa casi tumbando la puerta y gritando el nombre de mi esposo. Yo salí y dije en tono molesta “¿Qué pasa? Él bajó a su casa.
Después de allí, caminamos hasta el pasillo, el señor estaba hasta sin camisa, lleno de odio y sed de venganza que le brotaba por los poros. La esposa le dijo que mi esposo la había querido agredir y que nos aprovechamos que ella estaba sola.
Yo repetía una y otra vez que la conversación era entre mi esposo y yo y que en ningún momento la involucramos. El señor repetía que mi esposo se había metido con su mujer y que eso lo tenían que arreglar a golpes.
Hasta que legó mi esposo, quien había bajado hasta la entrada de la residencia, pensando que era el lugar de encuentro. Este, al verlo, le ofreció golpes por haberse metido supuestamente con su mujer. Mi esposo aceptó el reto y este lanzó el puño dándole en la cara a mi esposo, recostándolo de la baranda. Nos encontrábamos en el descanso de las escaleras y todos los pasillos son abiertos.
A la mujer, enseguida, se le dibujó una sonrisa en su rostro.
En ese instante salieron varios vecinos que escucharon el escándalo. Este señor no dejaba de gritar y decir que no se metieran con su esposa. Mientras que yo repetía, que era una conversación entre dos y que nadie se había metido con ella.
También le dije a la señora que dejara las mentiras, que su hijo estuvo allí y escucho todo. El niño viendo ese espectáculo cuando su papá le dio otro golpe a mi esposo, quien trato de responder, pero la verdad él no sabe pelear, somos personas pacíficas y lo hemos demostrado aquí en la urbanización una y otra vez, cuando esta gente atacaba verbalmente a mi esposo, por la misma razón, opinar.
Los vecinos presentes pedían que dejaran la pelea. Estos vecinos agresores son personas que no escuchan por más que se les intente hablar. Mi esposo me dijo que nos fuéramos para la casa.
Enseguida le comenté que el señor había llegado hasta la puerta y había pisado nuestro hogar, se devolvió para exigir que a nuestra casa no fuese más.
La esposa del vecino del frente de nosotros, se quedó unos minutos más y este señor volvió a repetir que se iban a matar. Ella preguntó de manera sarcástica que donde estaba la pistola, a lo que este individuo respondió de modo grosero, que si ella estaba loca y unas cuantas cosas más.
La vecina le dijo “Usted está pidiendo respeto para su esposa y a mí me está maltratando verbalmente. A mi esposo tampoco le gusta esto”. Se dio la vuelta y se fue.
Fue un momento tan desagradable que me arrepiento una y otra vez de haber expresado mi incomodidad delante de ese personaje.
En la noche, el golpe que mi esposo recibió en la cara se estaba hinchando y volviendo morado. Le coloqué gel frío y le di un calmante para el dolor.
La opción de mudarnos ya estaba presente y ahora, con estos hechos, ratifica que es la mejor decisión. Con vecinos así, no queremos convivir.
No he dejado de pensar en la situación, casi no puedo dormir y lloro a escondidas. No es por temor a ellos, sino por la impotencia de no poder hacer nada. Pensamos en denunciar, pero preferimos dejar las cosas así, al menos que la situación empeore.
Hasta aquí mi Cataris de hoy. Me despido deseándoles buenas energías💞
Las fotografías son propias de distintos lugares de mi pais,Venezuela.
On Thursday, after spending the first hours of the morning in the pleasant company of a good neighbor and my husband, everything turned into an ant color and only because I could not keep my mouth shut. The truth is that I have been putting up with situations for more than 2 years and I wanted to get it off my chest.
I never imagined that uttering two words would bring such consequences, otherwise I would have swallowed thick once again.
To get into context, I have some neighbors who are misfits, they do not abide by neighborhood rules and if someone complains about bad behavior, they threaten with blows and so on. For this reason, the great majority have chosen not to give their opinion, nor demand, since they are currently the condominium administrators.
They reached that position, for the same reason, the neighbors preferred not to participate in the elections of the board, since they were the only nominees. Since then, silence reigns in the WhatsApp group, only they participate when there is something to communicate.
The few times that they executed an improvement for the residence, which was at the beginning, for example, the rest of the neighbors did not even thank them. It is an attitude to punish their bad behavior and bad administration of the condominium board.
The fact that brings me to write these lines was because I expressed my dissatisfaction directly to my husband, while we were going up the stairs because the elevators had not been working for a week. Two words were enough for one of these ladies to turn around and start yelling at me, I looked at her and replied that I was talking to my husband and had nothing to do with her.
But she kept getting upset and raising her voice higher and higher. My husband kept repeating over and over "She was talking to me" and the lady started walking down the stairs in a confrontational manner. As we know the character (on 3 occasions she physically assaulted several female neighbors), my husband approached her to prevent her from hurting me.
At that point she asked** "What are you going to do to me? my husband replied "I'm not going to do anything to you. She was talking to me**.
Then the lady continued saying a lot of rude things, until she went on her way.
My husband complained to me for my words, knowing that the lady was so close, that I should not provoke her. He was sure that this action would bring consequences. I was more naive and thought it would go no further.
At about 4:30 PM, the lady's husband, who looks like a caveman mixed with a criminal, called my husband on his cell phone. My husband answered "Hello" and the gentleman further back said "Come down we are going to kill each other".
I asked my husband not to go, but he wanted to show that he was not afraid.
This man came to my house almost knocking down the door and shouting my husband's name. I came out and said in an annoyed tone "What's going on? He went down to his house.
After that, we walked down the hallway, the man was even shirtless, full of hatred and thirst for revenge pouring out of his pores. The wife told him that my husband had wanted to assault her and that we took advantage of the fact that she was alone.
I repeated over and over again that the conversation was between my husband and me and that at no time did we involve her. The gentleman kept repeating that my husband had messed with his wife and that they had to settle it with blows.
Until my husband arrived, who had come to the entrance of the residence, thinking that it was the meeting place. When he saw him, he offered him blows for supposedly messing with his wife.
My husband accepted the challenge and he threw his fist in my husband's face, knocking him back from the railing. We were at the stairway landing and all the corridors are open.
The woman immediately got a smile on her face.
At that moment several neighbors came out and heard the noise. This man kept shouting and telling them not to mess with his wife. While I repeated that it was a conversation between two and that no one had messed with her.
I also told the lady to stop the lies, that her son was there and heard everything. The child was watching this spectacle when his father gave another blow to my husband, who tried to respond, but the truth is that he does not know how to fight, we are peaceful people and we have demonstrated it here in the urbanization time and time again, when these people verbally attacked my husband, for the same reason, to give his opinion.
The neighbors present asked them to stop fighting. These aggressive neighbors are people who do not listen no matter how hard you try to talk to them. My husband told me to go home. I immediately told him that the man had come to the door and had stepped on our home, and he returned to demand that he should not come to our house anymore.
The wife of the neighbor across the street from us stayed a few more minutes and this man repeated again that they were going to kill each other. She sarcastically asked where the gun was, to which this individual responded in a rude manner, that she was crazy and a few other things.
The neighbor said "You are asking for respect for your wife and you are verbally abusing me. My husband doesn't like this either. She turned and walked away.
It was such an unpleasant moment that I regret over and over again expressing my discomfort in front of that character.
In the evening, the bruise my husband received on his face was swelling and turning purple. I put cold gel on it and gave him a pain reliever.
The option of moving was already present and now, with these facts, it ratifies that it is the best decision. We do not want to live with neighbors like this.
I have not stopped thinking about the situation, I can hardly sleep and I cry in secret. It is not for fear of them, but for the impotence of not being able to do anything. We thought about filing a complaint, but we prefer to leave things like this, unless the situation gets worse.
So much for my Cataris today. I say goodbye wishing you good energies 💞
The photographs are from different places in my country, Venezuela.
