No lo voy a negar: No me gusta ser cuidador.
No me gusta que mi tiempo esté limitado y parte de mi energía sujeta a otro... mi libertad. Tampoco me gusta saberme tan joven y tener mi futuro aparentemente supeditado al de otra persona. No me encanta tener que contener a otro en alguna crisis depresiva, ataque de pánico o crisis de ansiedad, para el que los padece es en extremo terrorífico, para los que lo observamos y somos testigos también es así, es observar como una persona mentalmente se desequilibra y no tener certeza en que lo que dices o haces ayudará o empeorará la situación, o más básico aún ¿Esa persona volverá a estar "en tierra"?
La peor sensación después del miedo: La culpa
Ajá, ya dije todo eso que no me gusta, cosas que realmente me gustaría abandonar, dejar atrás, pero viene otro asunto importante, yo diría crucial: Tu amas a esa persona, darías muchas cosas porque esté bien, porque mejore, porque viva en un lugar equilibrado y pueda ser capaz de gestionar sus emociones y su vida sin depender de otro... pero no se puede ¿Entonces? mi amiga culpa viene con todo, viene sobre todo con muchas preguntas...
- ¿Tu la amas no? Aguanta!
- ¿Cuándo tu lo necesitaste estuvo para ti? Aguanta!
- No debes decir que no te gusta, ni que vas a abandonar este proceso porque entonces ¿Quién cuidaría de esa persona?
- ¿Por qué dices que ver esos episodios es terrorífico? ¡Seguro la otra persona lo pasa peor que tú!
- ¿No crees que eres buena persona por todo lo que haces? ¡Síguelo haciendo!
Estas preguntas y más vienen a mi cabeza continuamente, hacen que me desanime, que me juzgue, que sea sumamente punitiva conmigo y que muchas veces me sienta mal por todos los "no me gusta" que ya dije.
¿Quién cuida de mi?
A ver, resulta que nosotros los cuidadores también tenemos necesidades, también nos enfermamos, necesitamos descansar, esparcirnos, hacer cualquier cosa que nos genere bienestar... En Internet hay muchos tips para cuidadores: Dormir bien, descansar, tener una red de apoyo, ir al psicólogo... pero WOW en qué momento se hace todo eso si en muchos instantes te encuentras inmerso entre la rutina diaria y tienes que estar pendiente de otra persona. ¿Quién está pendiente de mi?
Entonces viene otra vez la demanda de tu tiempo porque tienes que estar para el otro y rogar porque algún día esa situación mejore de alguna forma.
Las responsabilidades van donde van
Las responsabilidades deben estar donde deben, cada quien se labra su futuro a partir de las decisiones que toma y nada de eso podemos cambiarlos, podemos acompañar, estar, apoyar, pero NUNCA podremos cambiar las consecuencias de decisiones en la vida de otra persona, duele mucho aceptar esto pero hay que hacerlo, y también aceptar que hay cosas que simplemente uno no puede resolver.
"Bájale el ruido a esa corneta"
Hace unas semanas hablé con mi psicólogo en medio de una crisis personal al estar viviendo el duelo por haber terminado en mi trabajo anterior y tener un nivel de gastos altos, viví momentos muy difíciles y el tener que cuidar a otro solo lo empeoraba... mi psicólogo me dio una herramienta superpoderosa... "Bájale el ruido a esa corneta"
Parece mentira, pero la persona a quien cuidas también lo capta y la crisis de aquel lado recrudece y te sientes como si estuvieses parado al frente de una gran corneta con un ruido muy alto, te pierdes lo que suena alrededor y te concentras solo en ese ruido sin poder hacer más, le prestas mucha atención y te sientes atrapado y aturdido. Al final dices que la situación es muy complicada y que sientes que no puedes seguir, pero, eres tú quien le da valor a esa situación y en cómo te afecta porque eres tú quien le sube volumen a la corneta. Cuando entendí eso redirigí mis energías a otras situaciones más productivas y de mayor bienestar, pude reconectar conmigo y pude seguir apoyando a quien cuido, desde el amor pero sin ignorar lo que siento, para bien o para mal.
El porqué de esta catarsis.
Definitivamente escribir estas líneas no es fácil, me ha tomado muchísimo tiempo hablar de esto porque sentía de muchas maneras que está mal, pero es la realidad y quería sacarlo de mi, poder tener una referencia para leer en el futuro y encontrar miles de motivos para dejar de ser tan dura conmigo misma, poder sonreír y poder seguir. También he estado trabajando en permitirme sentir todo esto simplemente porque ES, y si yo lo siento significa que tal vez no sea bonito, pero si es real. También doy gracias por estos procesos por los cuales tanto he aprendido y se que en algún momento de mi vida me servirán y a pesar de todo, sentirme satisfecha por cómo he hecho las cosas.
Hasta aquí mi catarsis de hoy.
Muchas gracias por haber tenido la amabilidad de leerme
Nos vemos en un próximo post.
Fotos tomadas por mi con mi Redmi 7
Edición de portada: Instragram
