Si eres una persona muy sensible, no deberías leer esto. No contiene imágenes o lenguaje explícito, pero podría ser perturbador, como lo ha sido para mí.
Continúo relatando algunos aspectos del cautiverio que sufrí, mencionando algunas cosas en el post Mi #encarcelamiento# 1ª parte - Poemas de amor tras las rejas, pero hoy hablaré de la oscuridad que no se aparta de uno en ese lugar.
La penumbra del encierro es permanente, potenciado por el hacinamiento de haber más de 30 personas en un espacio de 6x4mt aproximadamente, paredes despintadas, con dibujos hechos a lápiz, manchas de sangre y suciedad. Siempre estás tratando de dilucidar que y a quienes tienes a tu alrededor, a pesar de tenerlos cerca, la penumbra no es fácil de escudriñar, aunque los ojos busquen adaptarse a poca luz.
Yo no soy de salir mucho, puedo estar en casa sin salir por días si no es necesario, pero el poder moverme con libertad no era un problema, en ese entonces no había más opción. No tengo problema de estar en un sitio concurrido, pero no por mucho tiempo, conservar la calma y controlar el estrés que eso produce consume mucha energía mental, que en algún momento terminaba agotándome.
Pasaba 2 días sin dormir bien, tal vez unas 2 o 3 horas salteadas, pero al tercer día caía agotado. Muchas veces solo estaba acostado tratando de recobrar energías, no puedes dormir mucho, siempre hay que estar atento al rededor por precaución. El "descanso" tiene otro significado, lo que podrías esperar de dormir en el suelo únicamente con tu ropa cubriéndote.
Pierdes la privacidad totalmente, con tanta gente al rededor es lógico que siempre hay alguien viéndote, pero es igual para todos. Al llegar noté el olor nauseabundo, de encierro, sudor, calor y una mezcla indescifrable que le induciría el vómito a más de uno, al pasar los días te acostumbras y no lo notas casi. Supongo que es una forma de defensa del cerebro para adaptarse y sobrevivir, te "acostumbras" a lo malo, aunque inconscientemente sabes que lo que estás viviendo está mal.
Había pocas maneras de saber la hora, o al menos aproximar en que momento del día estabas, muchas veces perdías la noción de los días también. Si alguien alcanzaba a preguntarle la hora a un guardia o por el único momento del día en que llegaba la comida que traían los familiares, en mi caso, amigos, porque esto ocurrió del otro lado del país, a unas 12 horas de distancia de mi hogar y familia. Ellos estaban pendientes de hacerme llegar el alimento diario y lo que pudiera hacerme falta, mi familia lo hacía llegar con ellos. Fueron una bendición de ayuda durante todo ese tiempo.
Frente a estos aspectos, la paz mental no era fácil de mantener, trataba de hablar con alguien, o como mencioné en el otro post, escribía algunas rimas y poemas para escapar o drenar lo que sentía. Hoy les traigo también un par de poemas que escribí estando allí, que dan algo de luces sobre las sombras que nos cubrían.
Crónica de la cana
Primer día de cana, no sé qué hago aquí, duro oponente me espera, pues me toca el suelo de cama.
Segundo, ya toca sobrevivir, los filos no tienen espera, no se abren las puertas para salir. Sin percatar han pasado los días, ¡Estamos presos, estamos presos! Ya no es novedad, la cárcel consume vidas, cala tanto como tus huesos, pasas el día pensando ¿qué es verdad? Pues todo es una gran mentira de lo que no puedes despertar.
Sospechas de todo el que te mira, esperando al que te va a matar, no hay muerte que valga para quién pasa sus días sepultado en vida, en semejante cana, con la esperanza en vía y el alma pausada.
Ansias de sangre
Sangre en las paredes
hablan de qué pasó,
en ese lío no te enredes,
es un infierno en que cayó.
Melaza es lo que los sacia,
la sed siempre tiene,
sus ansias no son falacia,
más violencia es lo que viene.
Las hormonas son el detonante,
la cizaña no puede faltar,
el compañero te saca pa lante
y es quién te va a matar.
A modo de catarsis comparto estas líneas, hay muchas cosas que no es bueno hablar o que aunque intentara explicarles, no lo comprenderían totalmente, estar allí es como otro mundo.
Las reglas para sobrevivir no son las mismas que afuera, otras son más fuertes, la forma de hablar, debes cuidar cada palabra que digas, cada gesto, porque las consecuencias de un error no es cosa de juego. Es como un mundo paralelo del que no sabemos nada hasta que nos toca vivirlo.
🇺🇲
If you are a very sensitive person, you should not read this. It contains no explicit images or language, but it could be disturbing, as it has been for me.
I continue to relate some aspects of the captivity I suffered, mentioning some things in the post My #imprisonment# Part 1 - Love Poems Behind Bars, but today I will talk about the darkness that does not leave you in that place.
The darkness of the confinement is permanent, enhanced by the overcrowding of more than 30 people in a space of approximately 6x4mt, unpainted walls, with drawings made in pencil, blood stains and dirt. You are always trying to figure out what and who you have around you, despite having them close, the darkness is not easy to scrutinize, although the eyes seek to adapt to low light.
I don't go out much, I can stay at home without going out for days if it is not necessary, but being able to move freely was not a problem, at that time there was no other option. I have no problem being in a crowded place, but not for long, keeping calm and controlling the stress that this produces consumes a lot of mental energy, which at some point ended up exhausting me.
I would go 2 days without sleeping well, maybe 2 or 3 hours at a time, but by the third day I would be exhausted. Many times I was just lying down trying to regain energy, you can't sleep too much, you always have to keep an eye on your surroundings as a precaution. Rest" has another meaning, what you might expect from sleeping on the floor with only your clothes covering you.
You lose your privacy completely, with so many people around you it is logical that there is always someone watching you, but it is the same for everyone. Upon arrival I noticed the nauseating smell of confinement, sweat, heat and an indecipherable mixture that would induce vomiting to more than one, as the days go by you get used to it and you hardly notice it. I guess it is a form of defense of the brain to adapt and survive, you "get used" to the bad, although unconsciously you know that what you are living is wrong.
There were few ways to know the time, or at least approximate what time of the day you were in, many times you lost track of the days as well. If someone managed to ask the time to a guard or for the only time of the day when the food brought by relatives, in my case, friends, arrived, because this happened on the other side of the country, about 12 hours away from my home and family. They were always on the lookout to bring me my daily food and whatever I needed, my family would bring it with them. They were a blessing of help during all that time.
Faced with these aspects, peace of mind was not easy to maintain, I tried to talk to someone, or as I mentioned in the other post, I wrote some rhymes and poems to escape or drain what I felt. Today I bring you also a couple of poems I wrote while I was there, which shed some light on the shadows that covered us.
Chronicle of the "gray hair"
First day of the "gray hair", I don't know what I'm doing here, a tough opponent awaits me, because I'm on the floor as a bed.
Second, it's time to survive, the edges have no waiting, the doors do not open to get out. Without noticing the days have passed, we are prisoners, we are prisoners! It's nothing new, prison consumes lives, it's as deep as your bones, you spend the day thinking, what's true? For it's all a big lie from which you can't wake up.
You are suspicious of everyone who looks at you, waiting for the one who is going to kill you, there is no death that is worth it for those who spend their days buried in life, in such a gray hair, with hope on the way and a slow soul.
Blood cravings
Blood on the walls
talk about what happened,
in that mess don't get entangled,
it's a hell you fell into.
Molasses is what quenches them,
thirst always has,
their cravings are not fallacy,
more violence is what's coming.
Hormones are the trigger,
the tares can't miss,
the partner pulls you through
and that's who's going to kill you.
As a catharsis I share these lines, there are many things that are not good to talk about or that even if I tried to explain to you, you would not fully understand, being there is like another world.
The rules for survival are not the same as outside, others are stronger, the way of speaking, you must take care of every word you say, every gesture, because the consequences of a mistake are not a game. It is like a parallel world that we know nothing about until we have to live it.
La imagen de portada es de mi propiedad y autoría. / The cover image is my property and authorship.