Melindroso se le dice a una persona que muestra excesivos escrúpulos o delicadezas tanto en su manera de expresarse como en sus acciones, sobre todo, en cuanto tiene que ver con comidas o bebidas.
En la segunda parte del Quijote, capítulo XXXIII, cuando la duquesa conversa con Sancho Panza y le dice:
―En fin, en fin, hablando a su modo, debajo de mala capa suele haber buen bebedor.
Este le responde:
―En verdad, señora, que en mi vida he bebido de malicia; con sed bien podría ser, porque no tengo nada de hipócrita: bebo cuando tengo gana, y cuando no la tengo y cuando me lo dan, por no parecer o melindroso o malcriado; que a un brindis de un amigo, ¿qué corazón ha de haber tan de mármol que no haga la razón?
Pero... ¿de dónde salió esta palabra?
El Diccionario de la lengua española indica que se refiere a alguien Que afecta melindres. Y registra que melindre (mejor melindres) es Delicadeza afectada y excesiva en palabras, acciones y ademanes. Otra acepción de melindre es Fruta de sartén hecha con miel y harina. Pasta de mazapán, generalmente en forma de rosquilla, cubierta de azúcar.
Así pues, está visto que este vocablo se deriva de melindres que, como ya apuntamos en el párrafo anterior, es un dulce de harina, con mazapán y miel o azúcar. Melindroso, entonces, es esa persona tiquismiquis, que de por sí o fingidamente es delicada y circunspecta en exceso.
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Texto e imagen de Tomás Jurado Zabala
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