¿Señora Rosa? ¿Usted no estaba muerta?
Cabe mencionar que para explicar algunas de las cosas que narraré a continuación debo aclarar que desde pequeño he sido sensible a hechos paranormales, desde pequeño estoy acostumbrado a lidiar y sobrellevar ese tipo experiencias, entre las cuales puedo en algunas ocasiones ver personas muertas, aclaro que no soy vidente, ni me dedico a ello, no todo el tiempo los veo como usted pudiera ver a una persona en la calle, muchas veces siento su presencia o escucho sus voces.
Recuerdo que casi todas las noches, a eso de las 7 de la noche a mí me mandaban a una casa particular a comprar refresco (gaseosa como la conocen fuera de Venezuela), para llegar a ese sitio debía meterme y cruzar todo un callejón hasta llegar al final el cual era mi destino de compra, tenía que pasar alrededor de 6 casas desde la entrada hasta el final del callejón, en la segunda casa vivía los padrinos de mi hermano Carlos, Heberto y Rosa, era un matrimonio que gozaba de tener 2 hijos, yo siendo mucho menor que mi hermano conocí poco a Rosa, la señora que murió cuando yo tenía alrededor de 9 años, una vez fallecida, su marido e hijos deciden mudarse y dejar la casa sola.
Cuando yo tenía 13 años un día me mandan a comprar el refresco para la cena, como de costumbre, la casa tenía todas las luces apagadas, mientras voy pasando escucho que dicen mi nombre: ¡Miguel!
Miro en dirección hacia donde me están llamando y veo que es desde adentro de la casa, que estaba cerrada y no se dejaba ver nada para adentro, salvo una ventana de persianas de vidrio en la cual faltaba un vidrio, desde la oscuridad se podía ver claramente parte de un rostro, que comprendía, era desde la zona de las cejas hasta casi la punta de la nariz.
Me detengo a mirar y tratar de reconocer quien era, pensaba que era una broma, cuando de repente me vuelven a hablar para decirme: Soy yo, soy yo ¿no me reconoces?, en ese punto, por la voz y los rasgos que conocía que a pesar de todo yo conocía, dije ¿Es usted señora Rosa? Y extrañado hice otra pregunta ¿No estaba muerta?
Hubo un momento de silencio y no me dio de otra que seguir caminando, incrédulo, mientras avanzo vuelvo a mirar hacia atrás, y ahí estaba ese rostro que parcialmente se veía desde la ventana, mirándome fijamente, sus ojos se movíeron hasta que ambos nos perdimos de vista, compré el refresco, y no me tocaba de otra que volver a pasar por el mismo sitio, sorpresa mía que cuando vuelvo a pasar el rostro estaba allí donde mismo, y así como dejé los ojos la última vez que nos vimos, momentos antes, así los volví a ver, ambos no nos quitamos la mirada hasta que nos volvimos a perder de vista, al llegar a mi casa le conté a mi madre, no me creyó, en cambio me dijo que en tal caso fuera a comprarlo a otro lado.
En este punto ustedes se harán muchas preguntas, por qué no corrí, si me asusté o no.
Respuesta: no corrí porque no quería demostrar miedo, aunque hasta cierto punto lo tenía pero no de llegar al punto del pánico, si hubiese atravesado la pared ahí sí creo que hubiese corrido hasta el final de los tiempos, como efectivamente pasó, tiempo después, el hermano de Heberto, que vivía cerca de allí, era el encargado de limpiar la casa una vez por semana, nos contó años después que un día limpiando exactamente en el cuarto donde se había asomado por la ventana, sintió que alguien estaba detrás de él, sorpresa, era la señora Rosa caminando en dirección hacia una de las paredes que atravesó sin dificultad alguna.
(Foto de Izquierda a Derecha, quien sositiene al niño en sus brazos es la señora Rosa, el niño es mi hermano Carlos que ese día estaba siendo bautizado, la otra pareja son mis padres y el otro niño es mi hermano mayor Jorge.)
Si llegaste hasta este punto quiero agradecerte por tomar tu tiempo en leer este post, agradezco mucho comentes si tienes algo que acotar o una pregunta que hacer, espero volvernos a reencontrar en otra ocasión.
Invito a @leon.kaen @rossiocando a participar