Bajo los patrones sociales se considera joven aquella persona que dejó su niñez, pero que todavía no es adulto. Cuando hablamos de juventud son múltiples las conductas que se nos vienen a la mente, puesto que comprende uno de los periodos más largos, desde el desarrollo de una personalidad donde está la búsqueda constante de lo que soy o quiero llegar a ser.
Esto lleva a los jóvenes a copiar o crear un estilo, quieren ser notados y encajar en grupos, pasan por un proceso de desesperación llamado adolescencia, la rebeldía se hace presente, la entrega a lo tendencial se hace parte del día a día, la tecnología se apodera de sus vidas hasta el hecho de poder perder las habilidades sociales porque la redes te hacen creer que múltiples reacciones te llevarán a la cúspide de lo más top.
Además de ello, la convivencia familiar y escolar comienza a agravarse porque algún intento de corrección puede no ser tomado de la mejor manera, pues reclaman espacio y no dejarla ejercer a su manera lo consideran una aberración, así se desarrolla la juventud hasta que logramos alcanzar el punto de equilibrio y entrar a la adultez.
Sin embargo, en la juventud, esa etapa posterior a la adolescencia, nunca se habla de empatía, desde muy pequeños se nos enseñó que al crecer debíamos ser buenas personas, pero no se nos entregó un manual de cómo lograrlo, entonces decidimos adoptar patrones o designar por cuenta propia lo que podría estar bien o mal, mientras lo hacíamos íbamos creando formas de comunicación estas no eran monitoreadas porque sencillamente estábamos aprendiendo.
De allí que el comunicar emociones y conductas se fue volviendo un problema, al punto de que como sociedad cargamos las malas actitudes a la edad, sin reconocer o aceptar que el proceso de ser buenos no se sustenta en la aprobación, sino en la identidad con el otro, a eso que llamamos "empatía", entendida como "la capacidad de percibir, compartir e inferir en los sentimientos, pensamientos y emociones de otro como similar".
Es por ello, que enseñar a nuestros chicos sobre empatía les permitirá ser multiplicadores de buenos gestos, empoderándolos para que desarrollen acciones generosas y esta tiene que ver con volver un hábito la empatía, y transmitir un mensaje que los demás se sientan animados de seguir.
Los jóvenes necesitan descubrir que el comprender al otro "ponernos en sus zapatos", es la clave de la sana convivencia, esa que trasciende las situaciones agobiantes que vivimos y así iniciar un camino que los lleve a ser líderes de nuevas generaciones, pero no lo podrán hacer si no descubren en la empatía el fuego motivador que los haga accionar.
En conclusión, debemos educar a nuestros jóvenes en la empatía, siendo primero empáticos con ellos, comprendiendo y aceptando sus procesos para que ellos vayan al mundo a comprender y aceptar a aquellos que piensan y actúan diferentes.
Educating young people in empathy
Under social patterns, a person is considered young when he or she has left childhood, but is not yet an adult. When we talk about youth, there are multiple behaviors that come to mind, since it includes one of the longest periods, from the development of a personality where there is a constant search for what I am or want to become.
This leads young people to copy or create a style, they want to be noticed and fit into groups, they go through a process of despair called adolescence, rebellion is present, the delivery to the trend becomes part of everyday life, technology takes over their lives to the fact of being able to lose social skills because the networks make you believe that multiple reactions will take you to the top of the top.
In addition to this, family and school coexistence begins to worsen because some attempt at correction may not be taken in the best way, because they claim space and not let her exercise her way they consider it an aberration, so youth develops until we reach the point of balance and enter adulthood.
However, in youth, that stage after adolescence, empathy is never talked about, since we were very young we were taught that growing up we should be good people, but we were not given a manual on how to achieve it, then we decided to adopt patterns or designate on our own what could be right or wrong, while we were doing it we were creating forms of communication these were not monitored because we were simply learning.
From there, communicating emotions and behaviors became a problem, to the point that as a society we carry bad attitudes to the age, without recognizing or accepting that the process of being good is not based on approval, but on the identity with the other, what we call "empathy", understood as "the ability to perceive, share and infer the feelings, thoughts and emotions of another as similar".
That is why teaching our children about empathy will allow them to be multipliers of good gestures, empowering them to develop generous actions and this has to do with making empathy a habit, and transmitting a message that others feel encouraged to follow.
Young people need to discover that understanding others, "putting ourselves in their shoes", is the key to healthy coexistence, that which transcends the overwhelming situations we live in and thus start a path that will lead them to be leaders of new generations, but they will not be able to do so if they do not discover in empathy the motivating fire that makes them act.
In conclusion, we must educate our young people in empathy, being first empathetic with them, understanding and accepting their processes so that they go out into the world to understand and accept those who think and act differently.
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