Mi primer contacto como maestra con un niño azul
Hola gente querida de esta comunidad maravillosa
Hoy vengo por aquí a compartir parte de mi experiencia como docente, para quién no me conoce soy Zully Castejón Scott y hace más de 25 años me gradué en la Universidad pedagógica de Barquisimeto como Profesora especialista en Educ. Inicial. Luego trabajé muchos años tanto en aula, como coordinadora y directora de Centros educativos, pero mis experiencias más lindas las tuve como docente de aula.
Cuando somos docentes de preescolar nos enseñan a mirar y a evaluar desde el punto de vista de lo que es "normal" que ocurra en el desarrollo de los niños, por este motivo nosotros constantemente estamos evaluando a nuestros alumnos en cada una de sus áreas de aprendizaje, cada alumno es particularmente diferente pero aunque sean particularmente diferentes, siempre hay algo que lo une a la norma conductual y emocional según la edad.
Por esta razón fue que pude darme cuenta en una oportunidad que estaba teniendo a un niño distinto dentro del aula de clases, era totalmente distinto a lo que me habían enseñado que era "la norma". A este niño lo vamos a llamar Manu y fue mi primera experiencia con un niño azul o con un niño que presentara características dentro del Espectro Autista, pero llegar a este diagnóstico no fue fácil me llevo un tiempo comprender lo que estaba ocurriendo.
En esta foto estoy con Manu.
Recuerdo que Manu tenía en ese momento 4 años, a todos los niños les encantaba que yo cantará con mi guitarra y verme tocar mi cuatro, jugar con Los títeres y que les contara cuentos; pero un día, yo estaba contando el cuento de caperucita roja con unos títeres de dedos que tenía y cuando llegaba el momento en que el lobo iba a decir "estos ojos tan grandes son para verte mejor" Manu se ponía muy nervioso, se mordía los dedos, se alteraba mucho y comenzaba a pegar gritos y a llorar de una forma que era muy angustiante.
Al principio yo pensé que eran los miedos normales que se dan en la niñez, pero poco a poco aunque entendí que no podía contar ese cuento más, porque a él le afectaba, tuve que empezar a hacer otras actividades y poco a poco me fui dando cuenta de que Manu hacía cosas distintas al resto del grupo, no me prestaba atención y cuando yo estaba cantando con el grupo él estaba diciendo las letras que yo tenía pegadas en la pared, o simplemente mirando al techo.
Un día me fui con él para ver lo que estaba haciendo y me di cuenta de que Manu estaba diciendo absolutamente todas las letras del abecedario y empezó a contar unos puntitos que estaban en la pared y superó el número 100, que para un niño de 4 años esto era algo que no es lo esperado en la lógica matemática, así que yo hice mi observación y lo anoté, a partir de ese momento decidí comenzar a observar de manera más particular a Manu.
Empezaron a presentarse una cantidad de conductas que yo fui anotando, por ejemplo a Manu no le gustaban los títeres, les daban miedo, no le gustaba que yo tocará muy fuerte la guitarra y se tapaba los oídos cuando yo tocaba la guitarra o cuando tocaba el cuatro, me pedía por favor maestra no toques la guitarra, cuando yo estaba haciendo alguna actividad en el grupo con los demás niños se separaba del grupo y comenzaba a dar vuelta alrededor de nosotros caminando en puntillas, era algo que yo no comprendía pero yo lo dejaba y simplemente apuntaba la observación en mi cuaderno de evaluación.
Poco a poco se fueron presentando este tipo de conductas y cuando ya tenía suficientes observaciones de conductas que se habían repetido varias veces entonces decidí realizar una reunión con su mamá tratando de explicarle lo que yo estaba observando, pero sin dar ningún tipo de diagnóstico porque yo no estoy autorizada para eso por ser solo maestra, basada en las conductas le dije que era necesario que Manu fuese evaluado por un especialista, un psicopedagogo o un psicólogo. La mami un poco impactada al principio me dijo que no había problema, gracias a Dios mi primera experiencia con un niño de diagnóstico con autismo en ese momento o del espectro autista fue con una mamá totalmente abierta.
Manu era un niño extremadamente inteligente se sabía casí todos los cuentos y yo creía que era de memoria, le encantaba decir las letras y a los 4 años cuando ya casi lo iba a promover al aula de 5 años me di cuenta de que ya leía de forma corrida y escribía muy bien, pero le costaba mucho prestar atención, el simplemente prestaba atención a aquellas cosas que le gustaba, era amante de los dinosaurios, les fascinban los dinosaurios y se sabía todas las características de todos.
Un día la mamá llegó a mi salón y me abrazó y se puso a llorar, yo realmente no sabía qué hacer, me dijo que le habían hecho varias evaluaciones y lo llevó a dos psicólogos diferente y ambos dijeron que él estaba dentro del espectro autista, en ese momento a los niños autistas con alto funcionamiento se le decía Asperger, entonces Manu fue diágnosticado con lo que en ese momento se llamaba el síndrome de Asperger y que en este momento ya está dentro de lo que es el espectro autista.
Ya con un diagnóstico y con las recomendaciones de la psicóloga y de la psicopedagoga la mami de Manu y yo pudimos hacer un plan para trabajar en el aula y para proveerle de actividades distintas. Ya sabía que tenía que evitar hacer cosas que los sobreestimularán, ya sabía las cosas que le gustaban y cuáles eran las cosas que no, de hecho tuve que tener conversaciones con los otros niños para que lo respetaran en sus procesos y para que no se burlaran, gracias a Dios los niños en edades de 4 años todavía son muy nobles y ellos en su inocencia aceptan a los otros cómo son.
Manu para mí representó la experiencia que me hizo estar más atenta a cuando tuviese contacto con mis alumnos, y fue él el que me abrió las puertas a conocer todo el mundo del espectro autista, a conocer cuando un niño está dando señales a esta edad muy pequeña de que puede tener características que estén dentro del espectro autista, porque muchos niños entre 3 y 4 años hacen cosas que podrían confundirse y qué son normales y que a medida que van creciendo las van perdiendo, como el aleteo al emocionarse, cómo caminar en puntas y cómo cómo tener un poco de falta de atención, pero si hay señales muy específicas que sirven para detectar si eso está ocurriendo, entonces mi experiencia con Manu gracias a Dios fue muy positiva en el sentido de que sus padres, tanto su mamá como su papá siempre estuvieron abiertos a aprender a apoyarlo y a transformar su mundo de una manera muy bonita para que él pudiera manejarse en el mundo y sentirse bien.
Cómo maestra, mujer y como mamá esta experiencia transformó mi vida porque fue la primera vez que tuve contacto con un alumno que presentaba características del espectro autista y esto me ayudó a sensibilizarme mucho más dentro de mi carrera, me ayudó a ser mucho más observadora me ayudó a estar mucho más atenta a las necesidades que mostraban mis alumnos y me enseñó que estos niños realmente son diferentes pero tienen un mundo inmenso dentro de sí, que sienten el mundo, perciben el mundo y manifiestan lo que perciben del mundo de una forma diferente, no los hace menos o más. Dentro de un aula de clase simplemente los hace únicos y los hace seres que vienen a enseñarnos a qué hay una forma distinta de conectarnos con el mundo.
Luego les compartiré otras experiencias, en más de 20 años fueron varias, incluso cuando por dos años fui novia de un adulto Asperger. Este mundo es único y nos llena de sensibilidad y aprendizaje.
Invito a participar a @filoriologo y @jkalthor
GRACIAS POR DEDICAR TIEMPO VALIOSO DE TU VIDA A LEERME.
CON AMOR
ZULLY
Todas las fotos son propias tomadas en mis actividades del aula de clase.