Ahora a retomar la rutina desde mi hogar en Venezuela mirando esos azules y blancos cielos.
Atrás quedaron los espacios en Madrid, los pasillos y caminatas con frío invierno.
Vuelvo a los espacios de mi patio, a mirar hacia arriba, dentro de esos soleados techos de zinc.
Desde el trabajo pronto a continuar cada día de intensa labor, un servicio de atención al público de más de 50 años.
Ahora éste insolente sol de energías qué achicharran, de nubes qué decoran los amables cielos de mi hogar en Venezuela.
Espacios en blanco, los largos pasillos de la vida misma, nos pasamos mirando los móviles cuándo aquí en los espacios encantadores de nuestras vidas hay tantas energías estupendas.
Se revuelven las nubes y se entorchan en el cielo azulado, mezclando mis emociones por estar otra vez en casa.
Todas las fotografías tienen marca de agua y fueron tomadas con mí móvil Realme 5 pro.