No es lo que se dice, sino como se dice. Además hay que tener cuidado con los gestos, muecas y posiciones corporales para no herir suceptibilidades, ya que muchas veces nuestros gestos desvirtúan el significado de las palabras. Hola amigos, hoy quiero participiar en la iniciativa de @charjain quien nos invita a describir situaciones vividas, con el uso de las expresiones "tú deberías", "tú debieras" o "tú debiste". Por acá les dejo el link si quieren participar, en "Esa vida nuestra".
En ese sentido, he aprendido bastante, ya que, he pasado por situaciones muy desagradables por estar opinando, a pesar de que me han pedido mi opinión... 😆😁😏 Pero la gente quiere que uno le diga, lo que ellos quieren escuchar, no lo que uno piensa. Por tal razón, soy muy cuidadosa de las palabras y la entonación que le pongo a las mismas, porque suelo ser muy directa para decir lo que siento, no me ando con rodeos; entonces para no caer en discusiones; ni malos entendidos, trato de ser lo más sútil que pueda pero de la forma más clara.
Por otro lado está el ego, ese que nos invita a meternos donde no nos llaman, porque nos creemos dueños de la verdad, que por nuestra experiencia sabemos más que otros, porque hemos sufrido más, porque ya pasamos por eso, porque conocemos a la gente que es así, porque esto, porque aquello y bla, bla, bla. Caemos en discusiones estériles por estar opinando, según nuestro criterio.
En consecuencia, por todo lo antes expuesto yo, he aprendido a ser impecables con mis palabras, evito opinar si no me preguntan y no doy consejos sino me los piden. Por mi profesión oriento a mis estudiantes y a sus representantes ante ciertas situaciones, pero me cuido mucho de que no se sientan ofendidos, ni maltratados con mis palabras.
Ese "tú deberías" lo uso a nivel didáctico, si me preguntan, si viene al caso, pero evito que se vea como si soy dueña de la verdad. Uso más: "a mi no me parece", por tal o cual razón, explico de la manera más gráfica posible mostrar mi postura, pero sin ser autoritaria ni mandona, Y cierro diciendo: "sin embargo, siempre será tu decisión".
Tengo una amiga que amo mucho, tenemos una muy bonita amistad de 19 años, hemos compartido en diferentes ámbitos de nuestras vidas, nos hemos apoyado tanto en las buenas como en las malas. Recuerdo que ella quedó viuda de una manera muy drástica, su esposo murió en un accidente vehicular, ella quedó sola con dos niños y totalmente devastada. Pasó más de dos años con atención psicológica alejada del mundo, sumergida en su duelo y su dolor. Metida en su casa sin compartir con ninguna de sus amigas, incluyéndome.
Luego de un tiempo comenzó a salir y a compartir nuevamente, le conseguimos un empleo y regresó al Colegio a trabajar con nosotros, ella dice que fue su mejor medicina, sin embargo tenía sus altas y bajas porque aún no salía de la tristeza, que le había causado la pérdida de su esposo. Yo, me convertí en su psicológa, sin las herramientas adecuadas del profesional, con todo lo que he aprendido en este transitar espiritual, usé mis herramientas para conducirla a mejorar; y siento que así fue, la hacía reir, que mejor medicina que esa.
Ella me contaba todo lo que le pasaba, me comentaba sus planes y situaciones familiares, laborales y con sus otros amigos, yo la escuchaba pacientemente y le daba mi opinión desde mis conocimientos y experiencias, sin imponer, ni invadir su privacidad, ni sus sentimientos; así pasamos mucho tiempo.
Yo me sentía súper bien, porque, la veía que iba saliendo de su tristeza y ella también, porque tenía a alguien, que la entendiera sin criticas ni juicios como la mayoría, que vivían diciéndole: "tú deberías", tú debieras" o "tú debiste" No era que yo no lo hiciera, la diferencia era la forma, siempre de manera empática.
Sin embargo, un día discutimos, bueno en realidad discutimos varias veces, pero hubo una oportunidad que ella me dijo cosas muy duras, no me gustó su actitud, ni la forma tan injusta como me trató. Pues yo sufría con sus problemas. Luego de ese impase, yo me alejé, la dejé de su cuenta, que ella hiciera con su vida lo que tenía que hacer, vivirla y tomar sus propias decisiones, sin que yo estuviese de por medio.
Eso fue bueno para las dos, ella ha dejado de ser tan insegura y ha vuelto a ser una mujer muy alegre y empoderada. Yo, por mi parte aprendí a no resolverle la vida a nadie, a soltar mochilas que no me pertenecen y lo mejor a no meterme en la vida de nadie, y mucho menos sufrir por nadie. La pandemia me sirvió para crecer, aprender y reflexionar sobre las relaciones interpersonales. Hoy día ella me cuenta, yo la escucho y le doy por respuesta una pregunta para que ella misma, se de las respuestas.
A partir de esos impases con mi amiga, aprendí a no cuestionar los procedimientos de los otros, trato en lo posible como dije antes, ser impecables con mis palabras para no pecar de mandona, engreida, ni ególatra. Evito usar esas expresiones deberías, debes o debiste porque suenan controladoras y es lo que son, nosotros no podemos; ni debemos controlar lo que hacen los otros, solo nuestras acciones, emociones y pensamientos. Y la palabra adecuada no es controlar, sino manejar o gestionar. Cada quien debe asumir la responsabilidad de sus actos. Todo está en la actitud y la empatía con el otro.
La foto de portada fue editada en Canva
Los separadores son de Canva y Powerpoint
Traductor Deepl
It is not what you say, but how you say it. In addition, we must be careful with gestures, grimaces and body positions to avoid hurting our sceptibilities, since many times our gestures distort the meaning of the words. Hi friends, today I want to participate in the initiative of @charjain who invites us to describe lived situations, with the use of the expressions "you should", "you should have" or "you should have ". Here is the link if you want to participate, in "That-life-our".
In that sense, I have learned quite a lot, since, I have gone through very unpleasant situations for giving my opinion, even though I have been asked for my opinion..... 😆😁😏 But people want you to tell them what they want to hear, not what you think. For that reason, I am very careful of the words and the intonation I put to it, because I am usually very direct to say what I feel, I do not beat around the bush; then to avoid falling into discussions; or misunderstandings, I try to be as subtle as I can but in the clearest way.
On the other hand, there is the ego, that which invites us to meddle where we are not called, because we believe we are the owners of the truth, that because of our experience we know more than others, because we have suffered more, because we have been through it, because we know people who are like that, because this, because that and blah, blah, blah. We fall into sterile discussions because we are giving our opinion, according to our criteria.
Consequently, for all of the above, I have learned to be impeccable with my words, I avoid giving opinions unless I am asked for them and I do not give advice unless I am asked for it. Because of my profession, I guide my students and their representatives in certain situations, but I am very careful that they do not feel offended or mistreated with my words.
That "you should" I use it at a didactic level, if they ask me, if it comes to the case, but I avoid being seen as if I am the owner of the truth. I use more: "I don't think so", for this or that reason, I explain in the most graphic way possible to show my position, but without being authoritarian or bossy, and I close by saying: "however, it will always be your decision".
I have a friend that I love very much, we have a very nice friendship of 19 years, we have shared in different areas of our lives, we have supported each other in good times and bad. I remember that she was widowed in a very drastic way, her husband died in a car accident, she was left alone with two children and totally devastated. She spent more than two years with psychological care away from the world, immersed in her grief and pain. She stayed at home without sharing with any of her friends, including me.
After a while she started to go out and share again, we got her a job and she came back to the school to work with us, she says that it was her best medicine, however she had her ups and downs because she was still not over the sadness that the loss of her husband had caused her. I became her psychologist, without the proper tools of the professional, with all that I have learned in this spiritual journey, I used my tools to lead her to get better; and I feel that it was so, I made her laugh, what better medicine than that.
She told me everything that was happening to her, she told me about her plans and family situations, work and with her other friends, I listened patiently and gave her my opinion from my knowledge and experience, without imposing or invading her privacy or her feelings; we spent a lot of time like that.
I felt great, because I saw her coming out of her sadness and so did she, because she had someone who understood her without criticizing or judging her like most people, who lived telling her: "you should", "you should" or "you should " It wasn't that I didn't do it, the difference was the way, always in an empathic way.
However, one day we argued, well actually we argued several times, but there was an opportunity that she told me very hard things, I did not like her attitude, nor the unfair way she treated me. Well, I suffered with her problems. After that impasse, I walked away, I left her on her own, let her do with her life what she had to do, live it and make her own decisions, without me being in the way.
That was good for both of us, she has stopped being so insecure and has returned to being a very happy and empowered woman. I, for my part, learned not to solve anyone's life, to let go of backpacks that do not belong to me and the best thing is not to get involved in anyone's life, much less suffer for anyone. The pandemic helped me grow, learn and reflect on interpersonal relationships. Today she tells me, I listen to her and I give her an answer to a question so that she can give herself the answers.
From those impasses with my friend, I learned not to question the procedures of others, I try as much as possible, as I said before, to be impeccable with my words so as not to be bossy, conceited or egomaniacal. I avoid using those expressions you should, must or should have because they sound controlling and that is what they are, we cannot and should not control what others do, only our actions, emotions and thoughts. And the right word is not control, but manage. Everyone must take responsibility for their actions. Everything is in the attitude and empathy with the other.
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