Quiero contarles lo inmensamente feliz que me siento, al fin después de tres años sin poder viajar a mi ciudad natal, al fin se me cumplió y aquí estoy, en Maracaibo la ciudad del sol amada.
Que grato y bonito de siente volver a visitar la tierra que te vio nacer y crecer, estoy muy feliz por este vieja que tanto deseaba, para volver a reunirme con mi familia que tanta falta me hacian, poder ver a mi mamá y darle un abrazo tan fuerte, siento que me reinicio la vida, al igual que al hacerlo con mi tía.
El mejor regalo de este año, a sido este, poder pasar esta hermosa época al lado de mis seres queridos y mi compañera de vida, la cuál estoy muy feliz de que esté aquí también acompañándome en estos días tan especiales.
Al verlos a todos de nuevo, sentí tanta felicidad que es algo que no tiene comparación alguna, empezar hacer los preparativos para la cena de navidad es una de las cosas que me encantan de la navidad y más si es al lado de mi mamá.
Empezamos a preparar las ricas hallacas y eso son momentos que se atesoran en el alma por siempre. Aunque no estemos toda la familia, por qué algunos les tocó estar fuera del país, no podemos dejar perder las tradiciones familiares con los que estamos, gracias a Dios por permitirme dejar volver a vivir estos hermosos momentos con mi familia, siento una felicidad inmensa que se desborda en cada sonrisa.
Ver la felicidad en los ojos de mi madre es algo que no tiene precio alguno, disfrutar de un rico café preparado por ella que tanto extrañaba y sentarnos a contar anécdotas de todo lo que nos a pasado en este tiempo, lo necesitaba, son momentos únicos que siempre vamos a llevar en nuestra mente y corazón.
Por supuesto que estoy loca por visitar los lugares más emblemáticos y hermosos de mi ciudad, y que mejor que en la compañía de mi mamá, mi tía y mi compañera de vida, que por cierto se que va amar tanto Maracaibo cómo yo.
Entre nostalgia risas y recuerdos, espero seguir disfrutando de cada minuto y cada rincón de cada sitio que visitemos, por qué podremos vivir en otra ciudad u otro país, pero nunca, nunca nos deja de hacer falta nuestro primer hogar, nuestra gente y nuestra tierra.
No hay duda alguna de que también estaré mostrándoles por acá un pedazo de Maracaibo, por qué si no lo conocen todavía, con el corazón en la mano les digo que deben hacerlo, por qué se estan perdiendo de toda esa belleza que la caracteriza, tanto turísticamente cómo gastronómicamente.
Que Bendición tan grande, y que alegría se siente cuando logras cumplir tus metas, siempre será imborrable del alma cada navidad en compañía de tu familia, no debemos dejarlo para después, por qué nunca sabremos hasta cuándo la vida nos permita hacerlo.
