La música, esa creación natural y humana de armonizar los sonidos, tiene un poder increíble, se me ocurre que funciona como una máquina del tiempo de esas que la fantasía del cine y la literatura nos presenta. Hay música que nos lleva al pasado y allí recreamos un momento vivido que incluye hasta las emociones sentidas, hay acordes que nos llevan a imaginar un futuro bueno o no tan bueno, pero igual nos proyectamos en él y están aquellas que nos hace mantenernos es este presente, alimentando con ella ese momento emocional que estamos experimentando.
También me imagino el poder de la música como la caja de pandora. Una canción puede desatar todos esos sentimientos de baja vibra que a veces nos acompañan, como la ira, la tristeza, la añoranza y otras que se quedan en nosotros como fuente de alegría, de amor, de bellos momentos, incluso, una misma canción puede llevarnos a ambos extremos.
Una de estas canciones que me lleva de extremo a extremo es Geografía, de La Oreja de Van Gogh. Bueno, realmente todas las canciones de La Oreja de Van Gogh surten ese efecto en mí, porque es un grupo musical que me conecta de manera muy especial con mi hija y en una etapa donde ya no era una niña, sino la joven mujer que se convirtió en mi mejor amiga, con quien compartí bellos y sentidos momentos.
Normalmente, realizábamos nuestras actividades en el mismo espacio, yo escribiendo, ella haciendo sus actividades de la universidad. Siempre le ha gustado escuchar música mientras trabaja y yo no puedo trabajar con música y más si tienen letra, pues fácilmente me conecto con las palabras. Así que ella, con sus audífonos puestos, pasaba el rato haciendo sus cuestiones.
De pronto hacía un alto y me decía:
—Mamá, para un ratico, vamos a cantar—
Se paraba y buscaba el vídeo de cualquier canción de La Oreja de Van Gogh y allí frente a mi Pc, aquí donde ahora estoy sentada, comenzábamos a cantar y a bailar, también había un grupo Coreano, del universo manga, que le fascinaba y yo me unía en su Inspiración de gritos y lograba balbucir algunos sonidos, jajajaja.
Lo cierto es que todas esas canciones cuando las escucho me llevan a ella: Por un lado, me lleno de tristeza, rabia por no poder estar a su lado, por las circunstancias que dieron origen a esta vivencia, otras veces me dejo guiar por la letra de la canción, entonces me la imagino construyendo su mundo: estudiando, trabajando, compartiendo con sus amigos viviendo la vida, su vida. Eso me reconforta, me llena amor y tranquilidad por ella.
Aquí una de esas canciones que si me dejo, no paro de llorar, y la verdad es que hoy en día si las escucho es por alguna casualidad, no porque yo intencionalmente la busque, prefiero unirme deliberadamente a otras emociones.
Me encanta buscar canciones en YouTube, ir conociendo artistas actuales, más no comerciales, lo que pasa es que lo comercial en ocasiones va ligado a unos ritmo que no son los de mi preferencia, hay tanta gente haciendo música bella y que elevan la vibra, pero difícilmente su trabajo llega a la radio.
Así que por lo menos una vez a la semana voy explorando y conociendo música que se parecen más a mí, que son inspiradoras y, en línea general, me impregnan de la buena vibra que contienen.
En estas exploraciones hace unas semanas conseguí esta canción. Su título: Vida de Colores, llamó mi atención y cuando la coloqué me encontré con un sabroso sangueo interpretado con la potente y hermosa voz de la colombiana Aida Bossa.
Cuando te detienes a escuchar la canción quizás no sea la “La canción más bonita del mundo” como diría Amaia, la ex vocalista de La Oreja de Van Gogh, ni “la canción que comprometa su pensar” como nos relata Pablo Milanés en esa hermosa y sentida canción “El breve espacio en que nos estás” y mucho menos ese canto que es tu canto, el canto de todos que mi propio canto, creado por la poetisa Violeta Parra e interpretada por la siempre comprometida con el canto a la vida: Mercedes Sosa.
Sin embargo, la canción, con su sencillez, me llega, me hace anotarme en ese mundo de colores que es la vida, con sus grises y arcoíris, con sus blancos y negros, con sus notas altas y bajas que nos invitan a bailar al ritmo de la vida. También tiene sus frases hermosas y significativas que en lo particular me emocionan y conmueven:
a.- Mi sombra leve como borrón en lienzo.
b.- Y entre cenizas vuelvo a reír
c.- Y van naciendo naranja y rosa
Con estos tres versos pudiera hacer un proceso de catarsis, en un primer momento con el verso (a) para sacar dolores y tristezas, tal vez como dice la cantante (muero aquí) y con los versos (b-c) el resurgir del alma, (renazco así). La canción tiene lo suyo.
Acá se las dejo, espero que la disfruten, la saboreen y la bailen.
Esta es mi participación en la iniciativa que nos propuso la alegre @mosa71, te abrazo amiga, me llego al alma. La oportunidad es propicia para invitar a los amigos @irvinc, @ramisey y @lisfabian.
Vida de Colores
@miriannalis 0414-2799228
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Fuente de imágenes:Archivo personal
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