Era una noche fría llena de estrellas. María y José habían llegado allí después de un largo viaje, buscando un lugar donde alojarse. Pero como era temporada de vacaciones, los hoteles y posadas estaban llenos, y nadie les abría la puerta. Solo encontraron un establo vacío.
María estaba embarazada, y sentía que el momento del parto se acercaba. José la ayudó a acomodarse sobre un lecho de hojas de platano, y le dio ánimo y consuelo. Pronto, el llanto de un niño rompió el silencio de la noche. María tomó en sus brazos al recién nacido, y lo envolvió en mantas. Era un niño hermoso, con ojos brillantes y una sonrisa dulce. Lo llamaron Jesús, como Gabriel les había dicho.
José contempló con amor a su esposa y a su hijo, y dio gracias a Dios por el milagro que habían presenciado. No sabían con certeza cuál era el futuro de ese niño, el Mesías esperado. Solo sabían que era su hijo, y que lo amaban con todo su corazón.
Mientras tanto, en el cielo, una gran alegría se desbordaba. Los ángeles cantaban himnos de gloria, y una estrella resplandeciente señalaba el lugar donde había nacido el Rey de reyes. Algunos pastores que cuidaban sus ovejas en los campos vieron la estrella, y escucharon la voz de un ángel que les anunciaba la buena noticia.
Los pastores se llenaron de asombro y de fe, y decidieron ir a ver al niño. Cuando llegaron al establo, encontraron a María, a José y al niño Jesús. Se postraron ante él, y le adoraron. Luego, contaron a todos lo que habían visto y oído, y la gente se maravillaba de sus palabras.
Pero no todos se alegraron por el nacimiento de Jesús. Un rey, que gobernaba, se enteró por unos magos de Oriente que habían venido a adorar al niño, que había nacido el Rey de los judíos. El rey se llenó de miedo y de ira, y ordenó matar a todos los niños menores de dos años que vivían en Belén y sus alrededores. Quería eliminar al rival que amenazaba su trono.
Pero Dios protegió a su hijo, y le avisó a José en sueños que huyera a Egipto con María y el niño. Así lo hicieron, y escaparon de la furia del rey. Allí vivieron hasta que el rey viejo y temeroso murió, y luego volvieron a Nazaret.
¿Qué significó eso para la humanidad?
Esto significó varias cosas: que Dios había cumplido su promesa de enviar a su hijo al mundo, para salvarlo del pecado y de la muerte. Dios había mostrado su amor inmenso por la humanidad, al dar a su hijo único, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Nuestro Padre Celestial había inaugurado su reino de justicia, de paz y de amor, que nadie podía destruir. Significó una nueva alianza con su pueblo, una alianza de gracia y de verdad.
La historia de amor de Jesús no terminó con su nacimiento. Fue solo el comienzo. El comienzo de una historia que cambió el mundo, y que sigue cambiando nuestras vidas. Una historia que nos invita a participar, a creer, a seguir, a amar.
Y por ese maravilloso regalo, ¿cómo demostrarías tu gratitud?
¡Feliz Navidad!
Todos los Derechos Reservados. © Copyright 2023 Germán Andrade G.
Es mi responsabilidad compartir con ustedes que, como hispanohablante, he tenido que recurrir al traductor Deepl para poder llevar mi contenido original en español al idioma inglés. También, hago constar que he utilizado la herramienta de revisión gramatical Grammarly.
English
It was a cold night full of stars. Mary and Joseph had arrived there after a long journey, looking for a place to stay. But since it was the vacation season, the hotels and inns were full, and no one would open the door for them. They found only an empty stable.
Mary was pregnant and felt the time of delivery approaching. Joseph helped her to settle on a bed of banana leaves and gave her encouragement and comfort. Soon, the cry of a child broke the silence of the night. Mary took the newborn in her arms and wrapped him in blankets. He was a beautiful child, with bright eyes and a sweet smile. They named him Jesus, as Gabriel had told them.
Joseph gazed lovingly at his wife and son and thanked God for the miracle they had witnessed. They did not know for sure what the future held for this child, the awaited Messiah. They only knew that he was their son and that they loved him with all their hearts.
Meanwhile, in heaven, great joy overflowed. Angels sang hymns of glory, and a shining star pointed to the place where the King of kings had been born. Some shepherds tending their sheep in the fields saw the star and heard the voice of an angel announcing the good news.
The shepherds were filled with wonder and faith and decided to go and see the child. When they arrived at the stable, they found Mary, Joseph, and the baby Jesus. They fell before him and worshiped him. Then they told everyone what they had seen and heard, and the people marveled at their words.
But not everyone rejoiced at the birth of Jesus. A king, who ruled, heard from magi from the East who had come to worship the child that the King of the Jews had been born. The king was filled with fear and anger and ordered to kill all the children under the age of two who lived in Bethlehem and its environs. He wanted to eliminate the rival who threatened his throne.
But God protected his son and warned Joseph in a dream to flee to Egypt with Mary and the child. They did so and escaped the king's fury. There they lived until the old and fearful king died, and then they returned to Nazareth.
What did that mean for humanity?
It meant several things: that God had fulfilled his promise to send his son into the world, to save it from sin and death. God had shown his immense love for mankind by giving his only son so that whoever believes in him will not perish but have eternal life. Our Heavenly Father had inaugurated his kingdom of justice, peace, and love, which no one could destroy. It signified a new covenant with his people, a covenant of grace and truth.
Jesus' love story did not end with his birth. It was just the beginning. The beginning of a story that changed the world, and continues to change our lives. A story that invites us to participate, to believe, to follow, to love.
And for that wonderful gift, how would you show your gratitude?
Merry Christmas!
All rights reserved. © Copyright 2023 Germán Andrade G.
It is my responsibility to share with you that, as a Spanish speaker, I have had to resort to the translator Deepl to translate my original Spanish content into English. I also state that I have used the grammar-checking tool Grammarly.