Saludos Comunidad 👋
La niñez es una etapa maravillosa llena de imaginación, juegos y, por supuesto, anécdotas que con el tiempo se convierten en recuerdos inolvidables. El juego es una de las actividades más importantes durante esos años, ya que no solo nos permite divertirnos, sino que también nos ayuda a aprender, a socializar, y a desarrollar nuestra creatividad. Desde simples juegos al aire libre, como las escondidas, hasta los más elaborados con juguetes, cada experiencia lúdica forma parte de lo que somos y deja huellas en nuestra memoria.
No importa si crecimos en la ciudad o en el campo, todos tenemos esas anécdotas divertidas o sorprendentes que, aunque en su momento pudieron parecernos sin importancia, ahora las recordamos con una sonrisa en el rostro. A veces, esas historias están relacionadas con las travesuras que hacíamos o los juegos que inventábamos con nuestros amigos o hermanos. Otras veces, son esos momentos en los que nos aventurábamos a descubrir el mundo a través de los juegos, usando nuestra imaginación para convertir cualquier objeto en algo maravilloso.
Hace un tiempo que no escribía, no por falta de ganas, sino más bien por cuestiones personales que ameritaban toda mi atención. Pero ya que todo se ha arreglado, quise participar en esta Iniciativa "Vinimos a Jugar" de @charjaim. Me pareció una excelente oportunidad para recordar algunos de esos momentos de mi infancia y compartirlos con ustedes.
Greetings, Community 👋
Childhood is a wonderful stage filled with imagination, games, and, of course, anecdotes that over time become unforgettable memories. Play is one of the most important activities during those years, as it not only allows us to have fun but also helps us learn, socialize, and develop our creativity. From simple outdoor games like hide-and-seek to more elaborate ones with toys, each playful experience becomes part of who we are and leaves lasting marks on our memory.
It doesn’t matter if we grew up in the city or the countryside; we all have those funny or surprising anecdotes that, although they might have seemed insignificant at the time, we now recall with a smile on our faces. Sometimes, these stories are related to the mischief we got into or the games we invented with our friends or siblings. Other times, they are moments when we ventured to discover the world through play, using our imagination to turn any object into something wonderful.
It’s been a while since I last wrote, not due to a lack of desire, but rather because of personal matters that required all my attention. But now that everything has been sorted out, I wanted to participate in this “We Came to Play” Initiative by @charjaim. It seemed like an excellent opportunity to recall some of those childhood moments and share them with you.
Mientras leía el post de convocatoria, estaba almorzando con mi madre, y ella recordó algunas de sus propias anécdotas, que me sacaron una gran carcajada. Mi mamá me contaba que de niña tenía mucha imaginación, y como creció en el campo, estaba acostumbrada a ver animales de granja. Me dijo que una vez se le ocurrió jugar con la "caca" de unos burris e imaginar que eran muñecos.
La pequeña versión de mi madre imaginó toda una historia en la que esos muñecos cobraban vida y hacían de todo. Sin embargo, su juego no fue del agrado de mi abuela, quien la encontró en plena acción y, por supuesto, se llevó un buen regaño por andar de "cochina".
¡Imagínense la sorpresa de mi abuela al encontrar a su hija jugando con la caca de una forma tan peculiar! Aún me río al imaginar la escena 💩🤣.
Mis Juegos
En mi caso, mis anécdotas no son tan extrañas como las de mi mamá, pero no por eso dejan de ser interesantes.
Mi hermano y yo teníamos una prima que fue criada por su abuela, quien poseía un almacén. Cuando íbamos a su casa, jugábamos a cualquier cosa de niños: desde carreras hasta construir casitas con lo que encontrábamos. Sin embargo, había un juego que siempre proponía yo y que mi prima aceptaba con entusiasmo: "jugar a comer". Este juego consistía en hacernos los clientes de un restaurante imaginario, donde mi prima era la cocinera. Pero aquí viene lo interesante: mi prima, tan inocente y buena anfitriona, sacaba caramelos del almacén para "atender" a sus comensales. Claro, los caramelos no eran exactamente para jugar, y cuando su abuela se daba cuenta de que faltaban, nosotros le echábamos la culpa a mi prima sin pensarlo dos veces. ¿El resultado? A mi pobre prima la regañaban y la castigaban mientras mi hermano y yo mirábamos de reojo, tratando de no reírnos. ¡Qué malos fuimos 😁! Hoy, cuando recordamos esos momentos, no podemos evitar sentir un poco de culpa, pero también mucha nostalgia por aquellos días en los que todo parecía un juego.
Además, a nuestra casa venía un primo cuya situación económica era distinta a la nuestra. Su padre ganaba bastante dinero, y por ello mi primo no se juntaba a jugar con nosotros con frecuencia; solo lo hizo durante una temporada. En esos días, nos encantaba jugar a las catástrofes naturales. Uno de nuestros juegos favoritos era imaginar que un volcán entraba en erupción y llenaba todo de lava. Mientras tanto, nosotros corríamos por la casa buscando refugio y tratando de sobrevivir al desastre. Pero eso no era todo. En medio del caos, aparecían unas calaveras que intentaban retenernos. La verdad es que era un juego donde mezclábamos tragedias naturales con elementos sobrenaturales, ¡todo en uno! Nos reímos mucho cuando recordamos cómo nuestra imaginación volaba y cómo, a pesar de las diferencias, todos disfrutábamos juntos de esos momentos.
La niñez, sin duda, está llena de momentos como estos. Situaciones simples que quizás no significaron mucho, pero que ahora, con el paso del tiempo, se convierten en tesoros de nuestra memoria. Participar en esta iniciativa me ha hecho recordar lo afortunados que fuimos al tener una infancia llena de juegos y aventuras. Espero que estas pequeñas historias también les saquen una sonrisa y los inviten a recordar sus propias anécdotas de cuando el juego era lo más importante.
As I was reading the invitation post, I was having lunch with my mother, and she remembered some of her own anecdotes that gave me a good laugh. My mom told me that as a child, she had a vivid imagination, and since she grew up in the countryside, she was used to seeing farm animals. She said that one time, she came up with the idea of playing with the "poop" of some donkeys, pretending they were dolls.
The small version of my mother imagined an entire story where these dolls came to life and did all sorts of things. However, her game didn’t sit well with my grandmother, who caught her in the act and, of course, scolded her for being so “dirty.”
Imagine my grandmother’s surprise when she found her daughter playing with poop in such a peculiar way! I still laugh just thinking about the scene 💩🤣.
My Games
In my case, my anecdotes aren't as strange as my mom's, but they're still interesting.
My brother and I had a cousin who was raised by her grandmother, who owned a small store. When we visited her house, we played all sorts of games, from races to building little houses with whatever we could find. However, there was one game that I always suggested, and my cousin eagerly accepted: "playing restaurant." This game involved pretending to be customers at an imaginary restaurant where my cousin was the chef. But here's the interesting part: my cousin, so innocent and eager to please, would take candies from the store to "serve" her customers. Of course, the candies weren't exactly for playing, and when her grandmother noticed they were missing, we quickly blamed it on my cousin without a second thought. The result? Our poor cousin got scolded and punished while my brother and I tried to stifle our laughter. We were so naughty 😁! Today, when we remember those moments, we can't help but feel a little guilty, but also a lot of nostalgia for those days when everything seemed like a game.
Additionally, we had a cousin who would come to our house, whose financial situation was different from ours. His father earned a lot of money, so my cousin didn't play with us often; it only happened for a season. During those days, we loved playing natural disaster games. One of our favorite games was pretending that a volcano erupted, covering everything in lava. Meanwhile, we would run around the house looking for shelter, trying to survive the disaster. But that wasn't all. In the midst of the chaos, some skeletons would appear, trying to hold us back. The truth is, it was a game where we mixed natural tragedies with supernatural elements—all in one! We laugh a lot when we remember how our imagination ran wild and how, despite our differences, we all enjoyed those moments together.
Childhood is undoubtedly filled with moments like these. Simple situations that may not have meant much back then but now, with the passage of time, have become treasures in our memory. Participating in this initiative has made me realize how lucky we were to have a childhood full of games and adventures. I hope these little stories bring a smile to your face and inspire you to recall your own anecdotes from when playing was the most important thing.
Mi invitación a que participen es para @sindetalles y @vickaboleyn, aunque no sé sí alcancen 🤣
My invitation to participate goes to @sindetalles and @vickaboleyn, although I’m not sure if they’ll make it in time 🤣