Aprendí, que la semana tiene más de siete días, a hacer mayores mis contadas alegrías y a ser dichosa, yo contigo lo aprendí.
Lee la propuesta de @emiliorios aquí y comparte con nosotros el aprendizaje que tú y tu familia obtuvieron con la pandemia.
Pandemia mundial, ¿Qué? ¿Qué es eso? y ¿Ahora que hago?
Tremendo susto nos llevamos los seres humanos con esa situación pandémica, épica, pelética, pelempempética, pelada , peluda, pelempempuda.
Comenzaba el año 2020, año en el que decidimos emprender un negocio de ventas de hamburguesas y comida rápida. Año en el que mi madre se mudaba a otra ciudad 5 horas más lejos de la nuestra. Año en el que nuestro carro estaba más estropeado que nunca, año en el que mi suegra se enfermó de gravedad y partió al cielo, año en el que aprendimos muchísimas, pero muchísimas cosas.
Y no solo fue el año 2020, sino que se le sumaron el 2021 y parte del 2022. Ahora en este nuevo año 2023 todavía no sabemos si estamos libres de ese horrible virus que acabó con gran parte de la población a nivel mundial. Somos leyenda, decimos a modo de chiste, pero realmente lo somos, somos increíblemente afortunados de continuar vivos, y es por eso que valoro cada instante de la vida, cada abrazo materno y paterno, cada carcajada de mis hermanos, cada momento compartido con mis sobrinos, cada confidencia con mis amigos, cada beso de mi esposo y cada salto, sonrisas y tremenduras de mis tres hijos.
Caímos en la red pandémica
Nos dio Covid a todos en casa, a todos. Escribiré acerca de mi experiencia y de lo que siento que en familia aprendimos.
De aquella experiencia con el Covid, recuerdo los dolores tan extra hiper fuertes que sentimos en todo el cuerpo. Pero lo que más me impactó, física y emocionalmente fue perder el olfato. A mí que me fascina oler las cosas, oler a mis hijos, oler la comida y la ropa limpia, me afectó mucho no poder oler. Cada día probaba con cualquier cosa olorosa para saber si había vuelto mi olfato. Intentaba oler limones, canela, café, detergente y paren ustedes de contar. Creo que fue uno o dos meses después que comencé a oler de nuevo y el alivio regresó. Hace apenas unos 15 días volví a utilizar ajíes al cocinar, pues su olor me resultaba repugnante después de haber recuperado el olfato. Mi esposo todavía huele algunas cosas y otras le pasan desapercibidas.
Me enfermé dos veces y fue en la segunda vez que el miedo se apoderó de mí... Fue una época en la que muchos conocidos perdieron a sus familiares por Covid y mi recaída fue tan fuerte que no tenía la certeza de si me recuperaría. Veía a mis hijos y pensaba en que no podía dejarlos solos, así que luché, Dios me mantuvo y me sanó. De esa segunda vez recuerdo que me llamaba la atención que todo parecía estar envuelto en humo, mi visión era tan borrosa que me parecía vivir rodeada de una espesa neblina, y los dolores de cabeza nunca cesaban. Aquella vez conté más de 14 días seguidos con fuerte dolor de cabeza.
Apartando los momentos de enfermedad en la que caímos, puedo contar muchas cosas aprendidas y entre ellas menciono:
- Comprendimos o por lo menos yo comprendí que la vida es como el juego de todos ponen o peonza, gira y gira y no se sabe en qué lado caerá y qué nos tocará vivir.
- Reafirmamos el disfrute de pasar tiempo juntos
- Mi esposo es más hogareño que antes.
- Valoramos muchísimo la vida y personalmente atesoro los momentos que vivo con amistades y familia.
- Aprendimos a aprovechar los paseos: Antes era simplemente caminar para ir de un lugar a otro, ahora nos fijamos más en lo que nos rodea, en el paisaje y en la gente. Estar tanto tiempo encerrados nos enseñó a disfrutar de la calle ja,ja,ja.
Aprendimos que la vida es ahora, es el presente que experimentamos y que por mucha pandemia que esté rondando, hay que disfrutar cada instante y seguir adelante.
Aprendimos a no tocar nada: Al salir a parques, centros comerciales o simplemente a pasear cerca, aprendimos a no manosear cuanta cosa vemos. Por ejemplo; Antes de la pandemia al llegar a una tienda nos apoyábamos de los mostradores, ahora no acercamos nuestras manos, es algo automático, no tocamos nada.
Nos lavamos las manos más seguido: Mis hijos, sobre todo las niñas ya tienen el hábito de al llegar a casa lavarse las manos y a cada momento de juego se las lavan también.
Aprendimos que incluso llevar el rostro destapado y libre es un gran placer. Adiós tapabocas.
Aprendimos a cuidarnos y a estar pendientes de las señales que indiquen que puede haber algun síntoma de enfermedad, para atenderlo a tiempo y ganar batallas.
En el nombre de Dios, no volveremos a pasar por ninguna pandemia, nunca jamás de los jamases. Si es que es cierto que algunos científicos locos están creando más virus y cosas raras, ojalá se les caigan los frasquitos y se les dañen las muestras, para que así no puedan dañar a nadie.
Mientras como los buenos somos más, sigamos sumando cosas maravillosas, eduquemos a nuestros hijos de la mejor manera para que cuando no estemos esto no se convierta en un acabose.
Agradecida con @emiliorios y sus grandes ideas a la hora de proponernos qué escribir y darle rienda suelta a nuestras elucubraciones.
Todas las imágenes y separadores me pertenecen.
I learned, that the week has more than seven days, to make my few joys greater and to be happy, I learned it with you.
Greetings friends of Holos&Lotus. That snippet of the unforgettable song by maestro Manzanero, came to my mind as soon as I read the question that @emiliorios asks us in his initiative number eight of 7mo día. He asks us "And what did the pandemic teach you and your family? and it is a question with intense and thought-provoking answers. I didn't hesitate for a second and sat down to write.
Read @emiliorios' submission here and share with us the learning you and your family gained from the pandemic.
Global pandemic, What? What is that? and Now what do I do?
What a scare we human beings got with this pandemic situation, epic, pelemic, pelemic, pelemic, pelemic, pelemic, pelemic, pelemic, pelemic.
The year 2020 began, the year in which we decided to start a business selling hamburgers and fast food. Year in which my mother was moving to another city 5 hours away from ours. Year in which our car was more damaged than ever, year in which my mother-in-law got seriously ill and went to heaven, year in which we learned many, many, many things.
And not only was it 2020, but 2021 and part of 2022 were added to it. Now in this new year 2023 we still do not know if we are free of that horrible virus that killed a large part of the world's population. We are legend, we say as a joke, but we really are, we are incredibly fortunate to continue alive, and that is why I value every moment of life, every maternal and paternal hug, every laugh of my brothers, every moment shared with my nephews, every confidence with my friends, every kiss from my husband and every jump, smiles and tremendousness of my three children.
We fell into the pandemic net
Covid gave us all at home, all of us. I will write about my experience and what I feel we as a family learned.
From that Covid experience, I remember the extra hyper pains we felt all over our bodies. But what impacted me the most, physically and emotionally, was losing my sense of smell. I, who love to smell things, smell my children, smell food and clean clothes, was very affected by not being able to smell. Every day I tried anything smelly to see if my sense of smell had returned. I tried smelling lemons, cinnamon, coffee, detergent and you can stop counting. I think it was a month or two later that I started smelling again and the relief returned. Only about 15 days ago I went back to using chili peppers in cooking, as I found their smell repugnant after I regained my sense of smell. My husband still smells some things and others go unnoticed by him.
I got sick twice and it was on the second time that fear took hold of me.... It was a time when many people I knew lost family members to Covid and my relapse was so strong that I was not sure if I would recover. I saw my children and thought that I could not leave them alone, so I fought, God kept me and healed me. That second time I remember that I was struck by the fact that everything seemed to be enveloped in smoke, my vision was so blurred that I seemed to live surrounded by a thick fog, and the headaches never stopped. That time I counted more than 14 days in a row with a severe headache.
Apart from the moments of sickness we fell into, I can count many things learned and among them I mention:
- We understood or at least I understood that life is like the game of all put or spinning top, it turns and turns and you do not know which side will fall and what we will have to live.
- We reaffirmed the enjoyment of spending time together***.
- My husband is more of a homebody than he used to be***.
- We value life so much and I personally treasure the moments I get to spend with friends and family***.
- We have learned to take advantage of the walks:*** Before it was just walking to get from one place to another, now we are more aware of our surroundings, the scenery and the people. Being cooped up for so long taught us to enjoy the street ha,ha,ha,ha.
We learned that life is now, it is the present that we experience and that no matter how much pandemic is going around, we have to enjoy every moment and move forward.
We learned not to touch anything:*** When going out to parks, shopping malls or just walking around, we learned not to touch anything we see. For example; Before the pandemic, when we went to a store we leaned on the counters, now we don't bring our hands close, it's something automatic, we don't touch anything.
We wash our hands more often:*** My children, especially the girls, are already in the habit of washing their hands when they get home and they also wash them every time they play.
We have learned that even having our faces uncovered and free is a great pleasure. Good bye mouth covers.
We learned to take care of ourselves and to be aware of the signs that indicate that there may be any symptom of illness, to take care of it in time and win battles.
In the name of God, we will never again go through any pandemic, never ever again. If it is true that some mad scientists are creating more viruses and weird stuff, I hope they drop their vials and damage their samples, so they can't harm anyone.
As long as there are more of us good guys, let's keep adding wonderful things, let's educate our children in the best way so that when we are gone this doesn't turn into a acabose.
Grateful to @emiliorios and his great ideas when it comes to propose us what to write and give free rein to our lucubrations.