Hola, reciban mi saludo cordial mientras les doy la bienvenida a mi blog. El tema de la salud mental ocupa un espacio muy, pero muy especial en mi vida, aunque quien me lee se dirá que es extraño que diga esto porque no suelo publicar sobre ello. Sin embargo, lo hago a través de los temas sobre la infancia y el autismo. Tengo mis malas experiencias, como todas las personas, aunque las vivencias no son iguales, ni sufridas de la misma manera, pero estamos claros que cada quien vive con su propia cruz acuesta, aunque chiquitica, pero la tiene. La cruz representa las cargas y las mayores son las emocionales porque esas nos hacen sentir tan diminutos como una partícula del polvo que pisamos, especialmente cuando no contamos con una buena salud mental.
Bien, el motivo de esta publicación es responder a la invitación de @gsbilbao, quien me animó a unirme a la iniciativa de Holos&Lotus con motivo del mes de la salud mental. Bueno, eso fue en el mes de octubre y la iniciativa finalizó hace dos semanas, pero siempre es necesario tocar estos temas. Así que, procedo a responder la pregunta formulada:
¿Gozo de una buena salud mental?
Sí y no. Sé que suena confuso. Pero, mi respuesta es buena porque en el pasado mi respuesta hubiera sido solo un rotundo no. Lo que sucede es que hoy en día puedo manejar mucho mejor mis emociones cosa que no era así y de acuerdo a otras interrogantes en la iniciativa mis pensamientos de tristeza me conducían a estados de malestar permanentemente. Me rendía ante la culpa y el dolor con facilidad, dejaba que lo externo me afectará bárbaramente. Pero, espera. Esto empezó cuando era una niña muy pequeña, mi vida se condicionó al dolor, al rechazo, a las burlas y fui aprendiendo que no valía nada, que no tenía derechos, hasta que lamentablemente empecé a responder negativamente con melancolía, con ira, con autocastigo, con actitud de desesperanza.
¿Ahora es distinto?
Sí. Resulta que mi vista espiritual se ha aclarado y los fantasmas que atormentaban mi mente se alejaron cuando decidí permitirle a Dios actuar en mí. Bueno ya saben, es que solemos clamar a Dios desde que amanece hasta que anoche, vivimos con el Jesús en la boca y de los dientes para afuera lo declaramos el director de nuestra vida, pero en realidad nunca lo dejamos hacer su trabajo. Lo certifico y creo que muchos aquí también. La buena noticia es que como humanos que erramos podemos corregirnos también con la ayuda de Dios, quien está allí siempre con la mano extendida para cada uno de nosotros, solo tenemos que decidir tomarla y no soltarla. Créeme, solos no podemos sanar, vivir y ser feliz, aunque en apariencia estemos como la nata sobre la leche, pero tarde o temprano nos damos cuenta que no somos nada sin Dios.
Puedo decir que he leído la biblia desde muy pequeña, libros de autoayuda desde muy joven, además asistí a infinidades de terapias psicológicas, oí tanto sobre soltar las cargas, intenté por mucho tiempo poner en práctica lo del saquito imaginario donde colocaba todo lo que me estorbaba emocionalmente, hasta que sucedió y renací. Eso sí, no sé con exactitud cómo ni cuando salí a flote desde lo más profundo donde me encontraba hundida por muchísimos años. Literalmente he saboreado la tristeza desde que era una niña. ¿Ahora entienden porque me preocupo tanto por la infancia?
Por fin, existo
Soy feliz, soy libre, soy por fin un ser que se da valor y de la forma más extraña. Es que me doy valor dándolo a los demás, así es como me siento útil, cuando vivo para otros y no exclusivamente para mí. Este pensamiento es un poco ajeno a las masas, realmente no es fácil que lo entienda y menos que lo acepte la mayoría. En mi caso, como sobreviviente de depresión. Por cierto, no lo había dicho, pero por muchos años estuve medicada por causa de una depresión profunda, exactamente desde los 17 años hasta los 38, así que sé de lo que hablo en cuanto a salud mental se refiere.
Por lo tanto, asumo la depresión como la enfermedad del egoísmo, porque se vive alrededor del yo, de los sufrimientos personales, de las carencias y de los anhelos individuales, es vivir en una burbuja donde solo hay espacio para uno mismo y nuestra tristeza. Lastimosamente, mientras estamos incapacitados mentalmente no nos damos cuenta de la tristeza que ocasionamos a quienes nos aman, quienes se desviven y desvelan ocupados en nosotros, con el alma en un hilo pensando en que un día los intentos de suicidio ya no sean más un intento. Le he pedido perdón a mi madre le doy las gracias por salvarme una y otra vez con su amor.
Poder gozar de salud mental da libertad y se la da a los demás, nos hace considerados, empáticos, ya no somos egoístas, valoramos la vida de otros y también la nuestra, pero no con esa exclusividad egoísta de antes. También se puede conseguir soluciones, sin agigantar los problemas y ahogarnos en un vaso de agua. Podemos detectar lo que nos afecta y alejarnos de ello con tranquilidad, el trabajo no es una carga, las quejas se disipan, se logra una estabilidad mental sabrosa. Aunque, para concluir es mejor decir, que al tener salud mental se logra la llamada inteligencia emocional.
Bueno si, mi mente se ha sanado, las pastillas y las charlas contribuyeron en algo, pero aprendí que la voluntad es la clave para sanar. Sin embargo, no canto victoria porque cuando se ha batallado con la enfermedad mental llamada depresión, se ganan batallas más no la guerra. Reconocerlo es parte de ser sano mentalmente.
Gracias por leer este pedacito de mí, que más allá de avergonzarme, me enorgullece ser sobreviviente de depresión y haber cambiado una vida inútil por una donde tengo más posibilidad de ser alguien útil para mi y para todos.
Hello, receive my warm greetings as I welcome you to my blog. The topic of mental health occupies a very, very special space in my life, although those who read me will say to themselves that it is strange for me to say this because I do not usually publish about it. However, I do it through the topics about childhood and autism. I have my bad experiences, like all people, although the experiences are not the same, nor suffered in the same way, but we are clear that everyone lives with his own cross, even if it is small, but he has it. The cross represents the burdens and the biggest ones are the emotional ones because they make us feel as tiny as a particle of the dust we step on, especially when we do not have a good mental health.
Well, the reason for this post is to respond to the invitation from @gsbilbao, who encouraged me to join the Holos&Lotus initiative for mental health month. Well, that was in the month of October and the initiative ended two weeks ago, but it is always necessary to touch on these topics. So, I proceed to answer the question posed:
Do I enjoy good mental health?
Yes and no. I know it sounds confusing. But, my answer is a good one because in the past my answer would have just been a resounding no. What happens is that nowadays I can manage my emotions much better than I used to and according to other questions in the initiative my sad thoughts would lead me to states of discomfort permanently. I gave in to guilt and pain easily, I let the external affect me barbarically. But wait. This started when I was a very little girl, my life was conditioned to pain, rejection, teasing and I was learning that I was worthless, that I had no rights, until unfortunately I started to respond negatively with melancholy, with anger, with self-punishment, with an attitude of hopelessness.
Is it different now?
Yes. It turns out that my spiritual sight has cleared up and the ghosts that haunted my mind receded when I decided to allow God to act in me. Well you know, we tend to cry out to God from dawn to dusk, we live with Jesus in our mouths and through our teeth we declare him the director of our lives, but we never really let him do his work. I attest to that and I think many here do as well. The good news is that as humans who err we can also correct ourselves with the help of God, who is always there with his hand outstretched for each one of us, we just have to decide to take it and not let go. Believe me, alone we cannot heal, live and be happy, even if in appearance we are like cream on milk, but sooner or later we realize that we are nothing without God.
I can say that I have read the bible since I was very little, self-help books since I was very young, I also attended countless psychological therapies, I heard so much about letting go of burdens, I tried for a long time to put into practice the imaginary bag where I put everything that was bothering me emotionally, until it happened and I was reborn. I don't know exactly how or when I came up from the depths where I was sunk for many years. I have literally tasted sadness since I was a child. Now do you understand why I care so much about childhood?
At last, I exist
I am happy, I am free, I am finally a being who gives myself value and in the strangest way. I give myself value by giving it to others, that's how I feel useful, when I live for others and not exclusively for myself. This thought is a bit alien to the masses, it is not really easy to understand it and even less to be accepted by the majority. In my case, as a survivor of depression. By the way, I hadn't said it, but for many years I was on medication because of deep depression, exactly from the age of 17 until I was 38, so I know what I'm talking about as far as mental health is concerned.
Therefore, I assume depression as the disease of selfishness, because we live around the self, personal sufferings, deficiencies and individual longings, it is living in a bubble where there is only room for ourselves and our sadness. Unfortunately, while we are mentally incapacitated we do not realize the sadness that we cause to those who love us, who spend all their time and sleepless nights occupied with us, with their souls in a thread thinking that one day the suicide attempts will no longer be an attempt. I have asked my mother for forgiveness I thank her for saving me again and again with her love.
Being mentally healthy gives freedom and gives it to others, makes us considerate, empathetic, we are no longer selfish, we value the lives of others and also our own, but not with that selfish exclusivity of before. Solutions can also be achieved, without aggravating the problems and drowning in a glass of water. We can detect what affects us and move away from it with tranquility, work is not a burden, complaints dissipate, a tasty mental stability is achieved. Although, to conclude it is better to say, that by having mental health we achieve the so-called emotional intelligence.
Well yes, my mind has healed, the pills and the talks contributed something, but I learned that willpower is the key to healing. However, I do not sing victory because when you have battled with the mental illness called depression, you win battles but not the war. Acknowledging it is part of being mentally healthy.
Thank you for reading this little piece of me, that beyond being ashamed, I am proud to be a survivor of depression and to have changed a useless life for one where I have a better chance of being someone useful to myself and to everyone.
De @parauri para el mundo 💙
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