Otra vez hablaré de ti para no darme por vencido, pero el pensamiento lineal me hace saber que tú sí triunfaste, lo hiciste.
En cambio yo, soy un don nadie, estoy solo, todos me han abandonado y yo no he hecho nada para interrumpir sus éxodos. Cada cual es libre de irse, por miedo, por ego, por paz, cada razón o excusa es válida.
Tengo un desierto de gente encima, las boronas de ellos caen al suelo junto con la desesperanza, y yo envejezco sin la complicidad o la apatía de los migrantes de mi vida.
Voy a estar bien
en la carencia
de tu compañía
y de la de otros.
Nunca
estaré tan solo
si me tengo a mí
mismo.
Ninguno se quedó, ni siquiera yo mismo permanecí a mi lado.
Esta es una salida, solo eso, algo que prevendrá el rencor, el dolor y dará paso a la aceptación.
Es necesario este abrigo de la soledad, debo asimilar que hay una cuerda de nuevos nadies guindada en mis recuerdos y que cada uno de ellos no debe ser forzado a permanecer u ocupar un puesto donde no se siente grato.
A pesar de los destierros, no les olvido, siguen sus presencias rondándome, cuales soles de medio día y no debo verles tan directamente, sino de los ojos me brotarán las lágrimas como autodefensa.
Solo me queda la órbita de una oscuridad de despedidas demasiado angustiante y por ello cada brillo, por supuesto, me otorga algo de claridad, así quede momentáneamente ciego.
Laten conmigo
tantas mitades,
muchos sin ti,
ya no hay miradas
demasiado pesadas,
solo converso y respiro
con alguien que vive
entre sombras
de séquitos.
Huyeron
los tú y solo
quedó un yo,
muy incapaz
de saber ver
a nadie
más.
No hay retaliación por alguna separación y por haber perdido a otros. No tengo conmigo aliados, ni tampoco enemigos, al menos no en mi elocuente imaginación.
Los extraño y no reconozco siempre el por qué y el para qué me hacen falta. Duele estar solo, no lo niego, sin embargo, un peor estímulo sería estar acompañado por las personas equivocadas.
No sé si vuela a mí aquel tropel de almas, desconozco cuánto durarán las vacaciones bilaterales, lo que sí sé es que, momentáneamente, no me pertenezco y tampoco pertenezco a nadie, estoy extraviado en medio de una sociedad sin dueños.
En algún momento se irá de mi lado este tipo de soledad tan mordaz y cuando eso ocurra juzgaré los justificados de adioses, luego podré saber si debo permanecer o si continúo mi desencuentro; también incluyo para el recuento mis partidas.
Y tú
que sí
triunfaste
en no recordarme,
dime
cómo hiciste
para olvidarte
de tanto olvido.
English Version
I will talk about you again so as to not give up, but linear thinking lets me know that you did succeed, you did it.
On the other hand, I am a nobody, I am alone, everyone has abandoned me and I have done nothing to interrupt their exodus. Everyone is free to leave, for fear, for ego, for peace, every reason or excuse is valid.
I have a desert of people above me, their tassels fall to the ground along with hopelessness, and I grow old without the complicity or apathy of the migrants in my life.
I will be fine
in the lack
of your company
and that of others.
Never
be so lonely
if I have
myself.
No one stayed, not even myself stayed by my side.
This is a way out, just that, something that will prevent rancor, pain and give way to acceptance.
This shelter of solitude is necessary, I must assimilate that there is a string of new nobodies hanging on my memories and that each one of them should not be forced to remain or occupy a position where they do not feel comfortable.
In spite of the banishments, I do not forget them, their presences continue to haunt me, like midday suns and I must not see them so directly, otherwise tears will flow from my eyes as self-defense.
I am only left with the orbit of a darkness of farewells too distressing and therefore each brightness, of course, gives me some clarity, even if I am momentarily blind.
They beat with me
so many halves,
so many without you,
no more glances
too heavy,
I just converse and breathe
with someone who lives
between shadows
of entourages.
They fled
the you and only
remained an I,
very incapable
of knowing how to see
no one
else.
There is no retaliation for some separation and for having lost others. I have no allies or enemies with me, at least not in my eloquent imagination.
I miss them and I do not always recognize why and for what I need them. It hurts to be alone, I do not deny it, however, a worse stimulus would be to be accompanied by the wrong people.
I do not know if that crowd of souls flies to me, I do not know how long the bilateral vacations will last, what I do know is that, momentarily, I do not belong to myself and I do not belong to anyone, I am lost in the middle of a society without owners.
At some point this kind of biting loneliness will leave my side and when that happens I will judge the justified goodbyes, then I will be able to know if I should stay or if I continue my disencounter; I also include for the count my departures.
And you
who did
succeeded
in not remembering me,
tell me
how did you
to forget about you
from so much forgetfulness.