La contraseña (Cuento) //The password (Story)

in #hive-1324103 years ago

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Fuente

La contraseña.

El hombre miró su reloj, eran exactamente las dos de la madrugada y ya empezaba a sentir el peso del trasnocho, ya eran dos meses estudiando cada uno de los movimientos que necesitaba, no era tan larga la lista de nombres que aparecían en su libreta de direcciones.

Cuando habló con aquel personaje, partícipe de los actos que investigaba, no imaginaba que alguien de aquella calaña pudiera ser una especie de hacker, le dijo que se divertía estar sentado frente a la computadora, se convertía en otro ser, no iban a ver a un hombre pequeño y deforme, como el mismo lo decía.

—Si no pago a una mujer, nunca tendría sexo, eres asqueroso, me decían, pero si les mostraba el dinero se tragaban el licor necesario para olvidar mi presencia, ¡jajajaja!
—¿Y tú amigo, el moreno que estaba contigo, anda en lo mismo?
Casi desvanecido por la embriaguez, lo miró como estudiando la pregunta.
—¿Por qué preguntas por él? no es alguien que se relaciona mucho y hasta es peligroso, a veces lo veo…
—¿Por las redes?...
—¡jajajaja! ¿Quieres problemas?
—Solo quiero tener acceso…
—¿La contraseña?... quiero decir, que para tener acceso necesitas la contraseña.
—¿Tú la sabes?
—Nadie la sabe.

Se quedó mirando el cielo que se metía por la ventana y fue como mirarlo entrar en un trance, dónde solo el silencio era posible.

Me fui a revisar la lista, vio en ella el nombre de una chica, ese dato se le había pasado por alto y dentro de su desorden mental buscó el lugar donde podía volver por ella, comprendió su olvido porque aquella chica parecía un hombre por su manera de vestir, lo que no pudo recordar es saber quién le dio el nombre.

Buscó el computador y empezó a colocar aquel nombre de diferentes maneras, hasta que apareció aquel rostro.

—¡Esa es, estoy seguro!

Así que la buscó por medio de sus amigos, ya que no aparecía ningún dato de ella.

—¡Bingo, la tengo!

Estaban los dos en una fotografía de un sitio poco concurrido, hizo todo un análisis de aquella imagen para tratar de reconocer el lugar. El pequeño local se encontraba en el centro de la ciudad, se vistió con bastante descuido para no llamar la atención, el local era sucio y lúgubre, se notaba mucha inseguridad.

Pidió una cerveza y sacó una libreta para hacer algunas anotaciones, de esa manera disimulaba.

—No es de por aquí, ¿verdad?
—No, vengo de un pueblo cercano y ando un poco perdido. busco a una chica, me dio estas referencias, tengo una foto, se la mostraré.

Le mostró la fotografía desde el teléfono.

—Puede que la haya visto, sabe una cosa, le recomiendo que se vaya a un lugar más seguro.

Miró el rostro del hombre y entendió que él sabía quién era la chica, algo le decía que mejor se retiraba, cuando salió muchos rostros parecían mirarlo.

Por eso estoy en este lugar aguantando este viento frío, pero tengo que averiguar lo que necesito saber, pensó en la contraseña, a lo mejor pensaron que era un policía y esos fulanos no eran bienvenidos.

No podía creer lo que veía, eran ellos, el hacker maquiavélico y la chica, decidió caminar hacia ellos y hacerlos creer que todo era casual.

—¡Hombre, nos volvemos a encontrar!
—Así parece, aunque las apariencias engañan.
—¿Y tu amiga? ¿qué tal?
—No es lo que piensas.
Ella lo miro y lo desnudaba con una frialdad que ponía los nervios de punta.
—¿Ya conseguiste la contraseña? — dijo el hombre mostrando una boca sucia.
—¿Cuál contraseña? — dijo la chica.
—A este hombre, le gusta el peligro, quiere entrar donde no debe.
—No sé de qué hablas amigo y tú hermosa ¿cómo te llamas?
—Me dicen Luna y es suficiente.
—¡Claro!
—Será mejor que sigas tu camino o los lobos te comerán.
—Sí, eso haré, ¡un placer, chicos!

Ellos siguieron su camino, pero yo sabía que algo andaba mal, volví a sentir que desde las sombras muchos ojos miraban.

Aunque nadie me siguió, esa sensación de sentir gente mirando no se iba, me senté frente a la computadora y empecé a introducir contraseñas de acuerdo al término luna, no sé cuántas variaciones introduje que no me di cuenta que en la pantalla apareció: acceso permitido, entonces apareció esa sonrisa que por unos segundos, creí que era la mía reflejada en el cristal, pero era el rostro del hombre moreno, luego sacó la mano de la chaqueta y me apuntó con un revolver, el disparo dio justo sobre la frente, la página se cerró y en la pantalla solo quedó: sesión finalizada.

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The password

The man looked at his watch, it was exactly two o'clock in the morning and he was already beginning to feel the weight of the late night, it was already two months of studying each of the movements he needed, and the list of names that appeared in his address book was not so long.

When he spoke to that character, a participant in the acts he was investigating, he did not imagine that someone of that ilk could be a kind of hacker, he told him that it was fun to be sitting in front of the computer, he became another being, they were not going to see a small and deformed man, as he himself said.

—If I didn't pay a woman, I would never have sex, you're disgusting, they told me, but if I showed them the money they would swallow the liquor they needed to forget my presence, hahahaha!

—And your friend, the dark-haired guy who was with you, is he doing the same thing?
Almost faint with drunkenness, he looked at him as if studying the question.
—Why do you ask about him? He's not someone who socializes a lot and he's even dangerous, sometimes I see him...
—Because of the networks?
—Hahaha! -You want trouble?
—I just want to have access...
—The password? -I mean, to get access you need the password.
—Do you know it?
—Nobody knows it.
He stared at the sky through the window and it was like watching him go into a trance, where only silence was possible.

I went to check the list, he saw the name of a girl on it, that fact had slipped his mind and in his mental disorder he looked for the place where he could return for her, he understood his forgetfulness because that girl looked like a man because of the way she dressed, what he couldn't remember was who gave her the name.

He reached for the computer and started typing that name in different ways until that face appeared.
—That's the one, I'm sure of it!
So he searched for her through his friends, since there was no information about her.
—Bingo, I've got her!

The two of them were in a photograph of a little crowded site, he made a whole analysis of that image to try to recognize the place. The small local was in the center of the city, he dressed rather carelessly so as not to attract attention, the bar was dirty and dingy, and there was a lot of insecurity.

He ordered a beer and took out a notebook to make some notes, that way he could disguise himself.
—You're not from around here, are you?
—No, I come from a nearby town and I'm a bit lost. I'm looking for a girl, she gave me these references, I have a photo, I'll show it to you.
He showed her the photo from the phone.
—You may have seen her, you know something, I recommend you go to a safer place.

He looked at the man's face and understood that he knew who the girl was, something told him he'd better leave when he came out many faces seemed to look at him.
That's why I'm in this place withstanding this cold wind, but I have to find out what I need to know, he thought about the password, maybe they thought he was a policeman and those guys were not welcome.

He couldn't believe his eyes, it was them, the Machiavellian hacker and the girl, he decided to walk towards them and make them believe that everything was casual.

—Man, we meet again!
—So it seems, although appearances can be deceiving.
—And your friend? How's she doing?
—It's not what you think.
She looked at him and undressed him with a nerve-wracking coldness.
—Did you get the password yet? —said the man, showing a dirty mouth.
—What password? —said the girl.
—This man, he likes danger, he wants to get in where he doesn't belong.
—I don't know what you're talking about, my friend, and what's your name, beautiful?
—They call me Luna and that's enough.
—Of course!
—You'd better be on your way or the wolves will eat you.
—Yeah, that I will, my pleasure guys!

They went on their way, but I knew something was wrong, I felt again that from the shadows many eyes were watching.

Although nobody followed me, that sensation of feeling people watching didn't go away, I sat down in front of the computer and started to introduce passwords according to the term moon, I don't know how many variations I introduced that I didn't realize that on the screen appeared: access allowed, then appeared that smile that for a few seconds, I thought it was mine reflected in the glass, but it was the face of the dark man, then he took his hand out of his jacket and pointed a revolver at me, the shot hit me right on the forehead, the page closed and on the screen, there was only: session ended.



La edición de portada fue realizada con PhotoScape y se usaron para la misma las siguientes imágenes:
The cover editing was done with PhotoScape and the following images were used for the cover: brazo apuntando Hombre con capucha


*** Translated with www.DeepL.com/Translator (free version) ***

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Es el tipo de escritos que más me gustan, esos donde se mezcla ficción y realidad, esos donde uno va metido en una trama y de repente te sorprende esa ruptura, ese desencuentro encontrado que lo hace sentir uno que el arte, que la literatura vale toda la inversión en tiempo posible.

Es interesante ir llevando una historia con cierto suspenso y encontrar un giro de este tipo para culminar, es casi un recurso mágico.


Gracias por compartir tu contenido con la comunidad de Fundacoven (@fundacoven), el mismo a sido votado por nuestra iniciativa de curación para la comunidad venezolana e hispana. Si deseas puedes seguir nuestra cuenta para conocer sobre nuestra fundación.

Era mejor que nunca se enterara de la contraseña, una historia bastante interesante, con mucho suspenso y con un final muy inesperado.

A veces lo que se busca no es lo que se encuentra, me gustan ese tipo de giros. Gracias por comentar.