[ESP-ENG] La cuerda de la guillotina (II): Interrogatorios

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La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza.

— Franz Kafka


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—De acuerdo, haremos el interrogatorio de uno en uno, —explicó Ochoa a todos los sospechosos— así que comenzaremos con el señor Medina, ¿podría indicarnos un lugar privado para hablar, por favor?

—Por supuesto —respondió el hombre—, podemos hacerlo en mi despacho.

Mientras nos dirigíamos a dicho espacio, fijé mi mirada en la señora Fátima y en Greta, ambas estaban susurrando entre ellas mientras me observaban. Por un momento se me pasó por la cabeza de que algo tramaban.

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El interrogatorio de Antonio Medina

—Señor Medina, —Ochoa interrogó— según la información que poseemos, usted alegó ante la policía que no había visto a su hija hasta que su esposa y su otra hija mayor la hallaron sin vida sobre uno de los sofás de la sala, ¿es correcto?

—Sí, es correcto.

—¿Hay algún detalle que haya olvidado compartir?

El señor Medina no dejaba de mirarme al principio, después bajó la cabeza y comenzó a frotarse las manos con fuerza.

—Solo recuerdo los sollozos desgarradores de mi esposa derramando lágrimas sobre el cuerpo sin vida de mi hija. Ella era… —Su garganta comienza a quebrarse—, ella era todo mi universo. La única estrella que iluminaba este oscuro espacio habitado por este engendro al que llamamos familia.

» Tú, Ernesto, tal vez recuerdas todas las cosas que ocurrieron aquí. Sé que tu querías a mi hija, pero… debíamos mantener una reputación. ¡Lo siento mucho, muchacho!

Me había quedado pasmado en ese instante. No sabía que decir; nunca imaginé ver a Antonio Medina con porte de derrotado. Él amaba mucho a su hija, Aurora; y puedo comprender eso. No es fácil levantarse de nuevo después de perder a un hijo en esas circunstancias tan terribles.

Antonio extendió sus manos hacia a mí; como tratando de alcanzarme. Yo tomé sus manos y las apreté intentando darle mi fuerza.

—Le juro por su hija Aurora, que no descansaré hasta que se haga verdadera justicia. Sé que usted la amaba de verdad y jamás la lastimaría. Por los roces que tuvimos, lo perdono.

Antonio levantó la mirada y comenzó a tener otro semblante. Su rostro arrugado y mojado de lágrimas se iluminó al instante.

—Gracias, muchacho. Sé que lo harás —Respondió, y el ambiente se llenó de una leve paz.

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El interrogatorio de Fátima Medina

—No entiendo por qué tienen que interrogarnos otra vez, si ya lo había hecho la policía —reclamó la señora con actitud arrogante.

—Por favor, señora Medina, coopere con nosotros —Mi compañero instó—, si lo hace, terminaremos este proceso rápido, a menos que quiera venir con nosotros a la comisaría y resolver esto allá…

—¡Que osadía! ¿Sabes quién soy yo, muchacho? Soy Fátima Lorenza Cabezales de Medina, puedo destruir toda tu carrera con solo llamar a algunas personas, si quisiera. Así que no me amenacen con sus impertinencias triviales.

En ese instante no pude más y me levanté.

—¡Y usted no se atreva amenazarnos a nosotros! Usted, señora, está implicada en un crimen de asesinato; uno terrible, pues se trata de su hija Aurora; un miembro de su familia. Así que deje su actitud déspota y coopere con nosotros o pasará a ser principal sospechosa y tendremos que procesarla directamente a una celda.

Los ojos de la mujer se abrieron como platos, luego la expresión de su rostro comenzó a relajarse y negó con la cabeza suavemente. Su mirada en mi contra era tan fulminante, que si sus pupilas fueran cañones de pistola yo ya estaría muerto.

—Tú… —vociferó con rabia— ¡Que descaro tienes al volver aquí! De alguna forma todo esto es tu culpa. Corrompiste hace siete años el corazón de mi dulce hija. Ella, tan inocente, tan buena; poca malicia había en su alma, pero tú… tú dejaste una semilla malévola en su ser, que fue germinando con el pasar del tiempo hasta acabarla.

—¿De qué está hablando? —Interrumpió Ochoa— ¿Acaso usted notó algo extraño en la señorita Aurora antes de morir?

Ella se quedó en silencio; inerte como una estatua, manteniendo sus ojos furiosos fijos en los míos. El odio que nos teníamos era tan grande, que parecíamos dos balaceras letales en un campo de batalla.

—Señora Medina, —prosiguió Ochoa—, sabemos que usted fue la primera persona que vio a su hija viva, y también la primera en encontrarla muerta, eso la hace el pilar fundamental para resolver este caso.

—¿Acaso me está culpando de la muerte de mi hija?

—¡Oh, no, señora! No me baso en suposiciones a medias, pero ciertamente usted es una sospechosa importante, por lo que sino da su declaración las cosas se pondrán peor, y eso sería un golpe terrible para su reputación, la cual veo que le importa mucho.

Fátima liberó un suspiro después de oír el argumento de Ochoa. Abandonó su actitud arrogante cambiándola por una más dócil.

—Ese día, —comenzó a relatar— Aurora llegó aquí a la casa de repente. La hallé en la sala con rostro de afligida, deduje que había tenido otra pelea con su esposo Gonzalo. Últimamente han tenido fuertes confrontaciones, incluso me habló de divorciarse de él. Traté de calmarla y despojarla de esos pensamientos fútiles. Le expliqué que los hombres siempre hacen cosas estúpidas para hacernos enojar, y que nosotras las mujeres debemos actuar con inteligencia, empezando por reprimir nuestros sentimientos.

» La dejé un segundo en la sala para darle algo y calmarla, cuando regresé, ella se hallaba sobre el sofá acostada. Al principio pensé que dormía, pero al acercarme y observarla mejor, noté que sus ojos estaban abiertos y sin vida, el rostro pálido y los labios secos y morados.

» Fue… —De repente su voz se quiebra— fue lo más espantoso que vi en mi vida. ¡Ay mi pobre niña! ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que terminar así?

En ese instante, ella comenzó a llorar. Tanto mi compañero como yo quedamos conmocionados.

—Señora Medina, sé que esto es difícil, —dijo Ochoa tratando de sosegar el momento— pero debe decirnos todo. ¿Hubo algún detalle que usted notó y olvidó confesar a la policía?

—No…, es todo lo que recuerdo—. Aseveró secándose las lágrimas con un pañuelo.

—Bien, puede retirarse señora Medina.

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El interrogatorio de Gonzalo Terraria

Señor Terraria, —esta vez inicié el interrogatorio yo—, lamento que sea directo con usted, pero su suegra acaba de confesarnos que usted tenía fuertes problemas maritales con la víctima, ¿eso es verdad?

—Sí… —Confesó en un balbuceó, luego se levantó de su silla y me miró fijo a los ojos— ¡Pero eso no quiere decir que la haya asesinado!

—No se alarme, señor Terraria, no estamos alegando nada todavía, pero no podemos descartar nada. Usted debe entender que esto es muy delicado.

Gonzalo Terraria era un hombre muy nervioso. Su frente libre de arrugas sudaba a cada rato. Llevaba un traje de empresario con una corbata que tuvo que desajustar. Sus ojos saltones miraban hacia los lados como si tuviera un espasmo en ellos. Su nariz gruesa y labios semi carnosos no dejaban de hacer muecas.

—¿Se encuentra bien? —Le preguntó Ochoa al pobre hombre.

—Sí… si, no se preocupe —farfulló—. Lo que pasa es que tengo Síndrome de Tourette y toda esta situación está empeorando mi trastorno.

—Lamento escuchar eso —Expresé—, entonces seremos directos para terminar con esto rápido. ¿Usted tuvo una pelea con la señora Aurora horas antes de su muerte?

—S… Sí, sí —Replicó exponiendo tics nerviosos.

—¿Por qué?

—Ella… ella me pidió el divorcio y… y yo no acepté. No quería que me dejara.

—¿Llegaron a tener confrontaciones violentas?

—¡Oh, no, señor!, yo jamás le levanté la mano a Aurora. S… si tuvimos nuestros pleitos verbales, pe… pero nunca nos agredimos fis… físicamente.

—¿Usted cree que su esposa fue asesinada?

El hombre me miró fijamente con la cara llena de espasmos.

—No sabría que responderle, pero…, pero como sucedieron las cosas, pienso que sí; y creo que fue alguien de esta familia.

—¿Y de quien sospecha usted, señor Terraria? —Preguntó Ochoa.

—Greta Medina.

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El interrogatorio de Greta Medina

—Vaya, vaya, señorita Medina —Bufó Ochoa—, antes de iniciar, déjeme confesarle que jamás había visto tanta frialdad en una persona.

Greta libera una leve carcajada.

—¿Se me nota demasiado? —Ella resopló con descaro—, aunque no me crea, estoy tan impactada como todos los demás, solo que asimilo las cosas de diferente manera.

—¿En serio? —Espeté—. Esa es la excusa de todas las personas faltas de empatía.

Ella volvió a liberar otra carcajada.

—Que bien me conoces, Ernesto, pensé que se te había olvidado después de todos estos años.

—Cómo sea, —manifestó Ochoa—, su cuñado acaba de culparla del asesinato de su hermana, ¿qué dice usted de eso?

—¡Ja! ¡Que es un idiota! —Exclamó carcajeando—. Eso es una mentira, pueden culparme de muchas cosas, pero no de asesina.

—¿Qué tipo de relación tenía usted con su hermana? —Prosiguió Ochoa.

—Pues no hablábamos mucho, ella siempre fue más cercana a mi padre.

—¿Qué pasó el día en que su madre halló a Aurora muerta?

—Ese día fue terrible. Yo estaba en mi habitación, cuando de repente escuché unos gritos desgarradores. Bajé rápidamente a la sala y hallé a mi madre llorando sobre el cuerpo de Aurora. Palidecí; mi mente no podía creerlo, pero allí estaba ella, fría y pálida.

—¿Cree que ella haya sido víctima de un asesinato?

—Quisiera creer que no, pero si así fue, lo más probable es que fue su esposo. ¿Les confesó porque se había peleado con Aurora?

—Sí —Respondí—, dijo que ella le había pedido el divorcio.

—Esa no fue la verdadera razón… —Aseguró Greta portando una actitud imponente— El cobarde de Gonzalo, al sentir que Aurora quería dejarlo, fue con mi madre para que lo ayudara; eso fue un grave error, ya que mi madre y mi hermana no se llevaban muy bien.

» Aurora se enteró de lo que hizo Gonzalo y tuvieron una fuerte discusión. Confieso que no sé de lo que hablaron mi madre y mi hermana antes de la tragedia, pero conociéndolas, debió haber sido algo muy fuerte.

—¿Entonces piensa que todo fue por causa de su cuñado? —Preguntó Ochoa.

—Por supuesto, pero esas son mis suposiciones, ustedes son los detectives; son los verdaderos profesionales—. Después de terminar su oración, Greta me guiña el ojo izquierdo. Yo le respondo con una mueca de desprecio y me dirigí hacia la puerta.

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Al terminar los interrogatorios, nos embarcamos en el auto y comenzamos a debatir sobre las declaraciones.

—¿No te parece que falta algo en casi todas las declaraciones? —Le pregunté a mi compañero.

—Sí, obviamente algo no cuadra. ¿Por qué no me dijiste que tuviste un amorío con Aurora Medina hace siete años? —Inquirió Ochoa.

—Sí, así fue, pero te contaré la historia después. No sabes lo ansioso que me siento por resolver este caso. ¿A dónde vamos ahora?

—A la morgue… —un frío recorrió mi espalda al escuchar eso—. El forense quiere compartir una información muy importante con nosotros. Lo más probable es que tengamos que ver el cadáver de Aurora. Oye, amigo, ¿de verdad estás listo para esto?

Mis pupilas se posan fijamente en las de mi compañero, revelando un fuego cegador.

—Nunca había estado tan listo en todos los años de mi carrera.

CONTINUARÁ...

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Don Quixote's misfortune was not his fantasy, but Sancho Panza.

— Franz Kafka

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-Okay, we will do the interrogation one at a time," Ochoa explained to all the suspects, "so we will start with Mr. Medina, could you tell us a private place to talk, please?

-Of course," replied the man, "we can do it in my office.

As we headed to that space, I fixed my gaze on Mrs. Fatima and Greta, both were whispering to each other as they watched me. For a moment it crossed my mind that they were up to something.

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Antonio Medina's interrogation

-Mr. Medina," Ochoa questioned, "according to the information we have, you claimed before the police that you had not seen your daughter until your wife and your other oldest daughter found her lifeless on one of the sofas in the living room, is that correct?

-Yes, that is correct.

-Are there any details you have forgotten to share?

Mr. Medina kept looking at me at first, then he lowered his head and began rubbing his hands together vigorously.

-I just remember the heartbreaking sobs of my wife shedding tears over the lifeless body of my daughter. She was..." His throat began to break, "she was my whole universe. The only star that illuminated this dark space inhabited by this spawn we call family.

"You, Ernesto, maybe you remember all the things that happened here. I know you loved my daughter, but... we had to keep a reputation. I'm so sorry, my boy!

I was stunned at that instant. I didn't know what to say; I never imagined seeing Antonio Medina looking defeated. He loved his daughter, Aurora, very much; and I can understand that. It is not easy to get up again after losing a child in such terrible circumstances.

Antonio stretched out his hands towards me; as if trying to reach me. I took his hands and squeezed them trying to give him my strength.

-I swear to you by your daughter Aurora, that I will not rest until true justice is done. I know you truly loved her and would never hurt her. For the friction we had, I forgive you.

Antonio looked up and began to have a different countenance. His wrinkled, tear-wet face instantly brightened.

-Thank you, my boy. I know you will," he replied, and the atmosphere was filled with a slight peace.

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Fatima Medina's interrogation

-I don't understand why they have to interrogate us again if the police had already done it," said the lady with an arrogant attitude.

-Please, Mrs. Medina, cooperate with us," my partner urged, "if you do, we will finish this process quickly unless you want to come with us to the police station and solve this there?

-Do you know who I am, boy? I am Fatima Lorenza Cabezales de Medina, I can destroy your whole career just by calling a few people if I wanted to. So don't threaten me with your trivial impertinence.

At that moment I could not stand up any longer and got up.

-And don't you dare threaten us! You, madam, are implicated in a crime of murder; a terrible one, for it concerns your daughter Aurora; a member of your family. So drop your high-handed attitude and cooperate with us or you will become a prime suspect and we will have to process you directly to a cell.

The woman's eyes widened like saucers, then the expression on her face began to relax and she shook her head softly. Her glare at me was so withering, that if her pupils were gun barrels I would be dead by now.

-You..." he uttered angrily, "You've got a lot of nerve coming back here! Somehow this is all your fault. You corrupted my sweet daughter's heart seven years ago. She, so innocent, so good; there was little malice in her soul, but you... you left a malevolent seed in her being, which germinated as time went by until you finished her off.

-What are you talking about? -Interrupted Ochoa -Did you notice something strange in Miss Aurora before she died?

She remained silent; inert as a statue, keeping her furious eyes fixed on mine. The hatred we had for each other was so great, that we looked like two lethal bullets on a battlefield.

-Mrs. Medina," Ochoa continued, "we know that you were the first person to see your daughter alive, and also the first to find her dead, which makes you the fundamental pillar to solving this case.

-Are you blaming me for my daughter's death?

-Oh, no, ma'am! I'm not relying on half assumptions, but you are certainly an important suspect, so if you don't give your statement things will get worse, and that would be a terrible blow to your reputation, which I see you care a lot about.

Fatima let out a sigh after hearing Ochoa's argument. She abandoned her arrogant attitude and changed it for a more docile one.

-That day," she began to relate, "Aurora arrived here at the house suddenly. I found her in the living room with a distressed face, I deduced that she had had another fight with her husband Gonzalo. Lately, they have had strong confrontations, she even talked to me about divorcing him. I tried to calm her down and take her mind off those futile thoughts. I explained to her that men always do stupid things to make us angry and that we women must act intelligently, starting by repressing our feelings.

"I left her for a second in the living room to give her something to calm her down, and when I returned, she was lying on the couch. At first, I thought she was sleeping, but as I got closer and took a better look at her, I noticed that her eyes were open and lifeless, her face pale and her lips dry and purple.

It was..." Suddenly her voice broke, "It was the most dreadful thing I have ever seen in my life. Oh, my poor child, why, why did it have to end like that?

At that instant, she began to cry. Both my partner and I were shocked.

-Mrs. Medina, I know this is difficult," said Ochoa trying to calm the moment, "but you must tell us everything. Was there any detail that you noticed and forgot to confess to the police?

-No..., that's all I remember. She asserted, wiping her tears with a handkerchief.

-Well, you may go, Mrs. Medina.

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The interrogation of Gonzalo Terraria

Mr. Terraria, -this time I initiated the interrogation-, I'm sorry to be direct with you, but your mother-in-law just confessed that you had strong marital problems with the victim, is that true?

-Yes..." He confessed in a stammer, then stood up from his chair and looked me straight in the eye, "But that doesn't mean that I murdered her!

-Don't be alarmed, Mr. Terraria, we are not alleging anything yet, but we can't rule anything out. You must understand that this is very delicate.

Gonzalo Terraria was a very nervous man. His forehead free of wrinkles was sweating all the time. He wore a businessman's suit with a tie that he had to unfasten. His bulging eyes looked sideways as if he had a spasm in them. His thick nose and semi-fleshy lips kept grimacing.

-Are you all right? -Ochoa asked the poor man.

-Yes... yes, don't worry," he mumbled, "It's just that I have Tourette's Syndrome and this whole situation is making my disorder worse.

-I'm sorry to hear that," I said, "then we'll be straightforward and get this over with quickly. You fought with Mrs. Aurora hours before she died?

-Yes, yes, yes," he replied, exhibiting nervous tics.

-Why?

-She... she asked me for a divorce and... and I didn't accept. I didn't want her to leave me.

-Did you come to violent confrontations?

-Oh, no, sir, I never raised my hand to Aurora. -Oh, no, sir, I never raised my hand to Aurora. Y... yes we had our verbal fights, b... but we never physically... physically assaulted each other.

-Do you think your wife was murdered?

The man stared at me with a face full of spasms.

-I wouldn't know how to answer you, but..., but the way things happened, I think so, and I think it was someone from this family.

-And who do you suspect, Mr. Terraria? -Ochoa asked.

-Greta Medina.

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Greta Medina's interrogation

-Well, well, Miss Medina -Ochoa snorted-, before starting, let me confess that I had never seen so much coldness in a person.

Greta let out a light laugh.

-Does it show too much? -She snorted shamelessly, "even if you don't believe me, I'm as shocked as everyone else, I just assimilate things differently.

-Really? -I sputtered. That's the excuse of all people lacking empathy.

She burst out laughing again.

-How well you know me, Ernesto, I thought you had forgotten me after all these years.

-Whatever," Ochoa said, "your brother-in-law just blamed you for his sister's murder, what do you say to that?

-Ha! That he is an idiot! -he exclaimed guffawing-. That's a lie, I can be blamed for many things, but not as a murderer.

-What kind of relationship did you have with your sister? -Ochoa continued.

-We didn't talk much, she was always closer to my father.

-What happened the day your mother found Aurora dead?

-That day was terrible. I was in my room when suddenly I heard some piercing screams. I rushed down to the living room and found my mother crying over Aurora's body. I blanched; my mind could not believe it, but there she was, cold and pale.

-Do you think she was the victim of a murder?

-I'd like to think not, but if so, it was most likely her husband. Did he confess to you why he fought with Aurora?

-Yes," I answered, "he said she had asked him for a divorce.

-That wasn't the real reason..." Greta assured me with an imposing attitude, "The coward Gonzalo, when he felt that Aurora wanted to leave him, went to my mother to help him; that was a big mistake since my mother and my sister didn't get along very well.

"Aurora found out what Gonzalo did and they had a strong argument. I confess I don't know what my mother and sister talked about before the tragedy, but knowing them, it must have been something very strong.

So you think it was all because of your brother-in-law? -Ochoa asked.

-Of course, but those are my assumptions, you are the detectives; you are the real professionals. After finishing her sentence, Greta winks at me with her left eye. I replied with a sneer and headed for the door.

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When the interrogations were over, we got into the car and began to discuss the statements.

-Don't you think something is missing from almost every statement? -I asked my partner.

-Why didn't you tell me that you had an affair with Aurora Medina seven years ago? -Ochoa asked.

-Yes, I did, but I'll tell you the story later. You don't know how anxious I feel to solve this case. Where are we going now?

-To the morgue..." -a cold chill ran down my back when I heard that-. The coroner wants to share some very important information with us. Most likely we'll need to see Aurora's body. Hey, buddy, are you ready for this?

My pupils stare into my partner's, revealing a blinding fire.

-I've never been so ready in all the years of my career.

TO BE CONTINUED...

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La cuerda de la guillotina (I)
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La verdad, está muy bien escrito todo. El hilo de la historia es enganchante y logro empatizar con los personajes. Aunque la verdad me he enojado tanto al leer la actitud de Fátima. ¡qué señora tan anticuada y machista!

Estoy ansiosa por leer como sigue esta historia.

Muchas gracias, amiga. Me alegra que te haya gustado este fragmento. Para la próxima parte trataré de traer esa misma emoción. Agradecido por tu opinión.

Esto se pone cada vez más interesante. Estaré atento a la próxima parte. Me agrada que no reveles prácticamente nada y hagas dudar al lector de la inocencia de los personajes. Saludos, amigo.

Todavía estoy pensando meticulosamente dónde voy a llevar esto. Me tiene cabezón, ja ja ja. Gracias, amigo, me alegro que te esté gustando. Mis saludos y buenas vibras.

Tu creatividad y originalidad son impresionantes cautivas al lector y dejas en intriga queriendo leer más eres uno de los mejores

Gracias por tu apreciación amiga, @faniaviera Tus palabras son halagadoras y motivadoras. Me alegra que te haya gustado esta pieza. Pronto volveré con la misma emoción. Saludos.


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