Cada mañana al despertar ella descubre que es un día más de no saber qué hace ahí, está tan desubicada psicológica y socialmente, habla y camina por inercia pero aun así no se queja, guarda silencio, solo deseaba que todo fuera como antes.
Anna tiene 24 años, es solo una jovencita, alta, morena, delgada de pelo largo y lacio, ojos negros grandes y redondos con una linda silueta, caderas grandes y unas hermosas piernas, pero lo que todos los días mira al espejo es una señora anciana, fea y con un deformado cuerpo, la cara entristecida y con rasgos de dolor.
La imagen que tiene de ella misma es lo más alejado de la realidad, lo que muestra a los demás es esa parte engañosa de su vida, finge que todo está muy bien para no preocupar a su familia y amigos pero aun así tiene un dolor oculto en su pecho que a nadie se atreve a contar.
Hace 1 año contrajo matrimonio con el "hombre de sus sueños", Thomas, con el que desde el inicio de su relación de 3 años se mostró como el hombre más amoroso, complaciente y fiel que toda mujer soñaría, y ella corresponde a ese "sentimiento" que siempre le manifestó.
Lo que ella no se alcanzaba a imaginar, es que él le había estado ocultando la parte mas oscura de su vida, todos los traumas e inseguridades que había adquirido en su niñez, pues había sido víctima de violencia por parte de su padre y veía a diario como golpeaba a su madre, esa parte de su vida ocasionó grandes daños en su desarrollo psicológico con el paso de los años.
Thomas, ese hombre "perfecto" de rasgos europeos, 28 años, alto, blanco y fornido y siempre con esa falsa sonrisa y un gran resentimiento interior hacia pensar a los demás ¡Que buen esposo consiguió Anna!, pero ella nunca imagino lo que tendría que vivir junto a él.
Muy poco después del matrimonio Anna quedó embarazada, lo que causó en el joven matrimonio muchísima alegría, esa etapa fue la más dichosa de sus vidas, todo era amor y comprensión en el hogar, fueros 9 meses de paz y tranquilidad para Anna, pensaba que su felicidad nunca acabaría.
Nació el bebé, le pusieron por nombre Alan, ¡es un niño hermoso!, exclamó Anna; pensó que la llegada del bebé complementaria de forma mágica el hogar maravilloso que la hacia completamente feliz.
Pasaron 10 meses del nacimiento del bebé y Anna daba lo mejor de sí para mantener contento a su esposo y cuidar de su bebé, pero el cansancio de una madre primeriza y todo lo que implica mantener una familia la consumía por completo, ya no le dedicaba el tiempo suficiente a Thomas, lo que ocasionó muchos reclamos de su parte, ya no se dirigía a ella de manera amable sino de forma arrogante y altanera.
Le hacía sentir que no valía nada como mujer porque ya no le dedicaba toda su atención, a él le importaba muy poco el cuidado del bebé si no estaba el como prioridad ante Anna, para todos sus caprichos y deseos. Desde ese día era constante maltrato verbal todos y cada uno de los días.
Hasta que una mañana cualquiera Anna decide levantarse muy temprano para llevar a su hijo a la guardería e ir hacia su trabajo, era una mañana lluviosa, hacía mucho frío en el pueblo, y como buena esposa dejó la casa limpia, el desayuno y almuerzo listo porque llegaba muy tarde a casa, lleva al pequeño Alan a la guardería y transcurre un día normal de trabajo.
Pasadas las 5pm llega a casa cansada y con ganas de tomarse una ducha, relajarse y pasar tiempo con su familia pero el esposo le reclama porque no estuvo allí para calentar y servir la comida, por lo cual le grita ¡no sirves para nada!, ¡la comida te quedó salada!, ¡ojalá hubiera pensado mejor antes de casarme contigo!; una vez más el corazón de Anna se destruye y rompe en llanto.
Sale de la habitación llora muy fuerte incluso desea no estar viva para no ser humillada cada día de su vida. Esa misma noche el esposo de Anna le exige que esté con él íntimamente, muerde sus labios y rechina sus dientes, ya su matrimonio no es el mismo y baja por su garganta una gota de amarga saliva, aún así ella acepta, pero prácticamente está muerta en vida y sufre cada minuto de esa fría experiencia.
Luego se baña y decide ir a dormir pero aun así no paran los reproches, las humillaciones, las malas palabras y aun así ella no dice nada. Mientras el pequeño Alan duerme plácidamente ella una vez más llora amargamente pero está vez en silencio y desea como cada día de su vida devolver el tiempo y no haber conocido a quien se había convertido en su verdugo, su único consuelo es su hijo.
Lo mira dormir, y para ella es remanso suficiente para su alma, con cada respiro de Alan ella recobra parte de su aliento, su delicada piel, su cabello lacio y ese olor tan particular de los bebés que derrite el corazón de cualquier madre, le dan esa pizca de amor que necesita para sobrevivir un día más.
Cada día de su vida se levanta con el firme propósito de que algún día será diferente, pese a todo se esfuerza por mantener el hogar muy organizado, la ropa limpia, la comida bien hecha a pesar de que su esposo no la trata como ella quisiera. A veces piensa "¿que hago aquí?, "debería irme… pero, no tengo a donde, solo resistiré, algún día cambiará, y será el de antes…"
Aun en medio de un ambiente hostil, totalmente desvalorizada y sintiendo cada día de su vida querer salir corriendo, hay algo en su interior que le pide que repita, "nada es para siempre", y se consuela con esa frase para engañar a su mente, mientras se abre otra herida en su ya muy golpeado corazón.
Pero hay momentos, pequeños momentos donde ese hombre desalmado, egoísta y egocéntrico es capaz de decirle palabras bonitas y llevarle regalos, ese día amaneció totalmente diferente, le dijo : ¡amada esposa mía, hoy prepare el desayuno! Anna estaba tan sorprendida que no pudo hacer ninguna expresión en su rostro, solo lo miraba fijamente…
Espero que sigan esta historia, es inspirada en hechos reales, y puedas leer la segunda parte, nunca te imaginaras como será el desenlace de esta tormentosa relación.
¡Muchas gracias por leerme!, por su apoyo y atención 💜
English
Every morning when she wakes up she discovers that it is one more day of not knowing what she is doing there, she is so out of place psychologically and socially, she talks and walks by inertia but even so she does not complain, she keeps silent, she just wished everything was like before.
Anna is 24 years old, she is just a young girl, tall, dark, slim with long straight hair, big round black eyes with a nice silhouette, big hips and beautiful legs, but what she looks at every day in the mirror is an old lady, ugly and with a deformed body, her face saddened and with painful features.
The image she has of herself is the farthest thing from reality, what she shows to others is that deceitful part of her life, she pretends that everything is fine so as not to worry her family and friends but even so she has a hidden pain in her chest that no one dares to tell.
One year ago she married the "man of her dreams", Thomas, with whom from the beginning of their 3-year relationship he showed himself to be the most loving, accommodating and faithful man that any woman could ever dream of, and she corresponds to the "feeling" he always showed her.
What she could not imagine was that he had been hiding the darkest part of her life, all the traumas and insecurities she had acquired in her childhood, as she had been a victim of violence from her father and saw daily how he beat her mother, that part of her life caused great damage in her psychological development over the years.
Thomas, that "perfect" man with European features, 28 years old, tall, white and stocky and always with that false smile and a great inner resentment made others think what a good husband Anna got, but she never imagined what she would have to live with him.
Very soon after the marriage Anna became pregnant, which caused a lot of joy in the young couple, that stage was the happiest of their lives, everything was love and understanding at home, it was 9 months of peace and tranquility for Anna, she thought that her happiness would never end.
The baby was born, they named him Alan, he is a beautiful boy, Anna exclaimed; she thought that the arrival of the baby would complement in a magical way the wonderful home that made her completely happy.
Ten months passed after the birth of the baby and Anna was doing her best to keep her husband happy and take care of her baby, but the tiredness of a new mother and all that is involved in maintaining a family consumed her completely, she no longer dedicated enough time to Thomas, which caused many complaints from him, he no longer addressed her in a kind way but in an arrogant and haughty way.
He made her feel that she was worthless as a woman because she no longer gave him her undivided attention, he cared very little about taking care of the baby if he was not the priority before Anna, for all her whims and desires. From that day on it was constant verbal abuse each and every day.
Until one morning Anna decided to get up very early to take her son to the nursery and go to work, it was a rainy morning, it was very cold in town, and as a good wife she left the house clean, breakfast and lunch ready because she was very late home, she took little Alan to the nursery and a normal work day went by.
After 5pm she arrives home tired and wanting to take a shower, relax and spend time with her family, but her husband complains to her because she was not there to heat and serve the food, so she yells at him: "You are useless, the food was salty, I wish I had thought better before marrying you"; once again Anna's heart is destroyed and she breaks into tears.
She leaves the room crying loudly and even wishes she was not alive so as not to be humiliated every day of her life. That same night Anna's husband demands that she be with him intimately, she bites her lips and grinds her teeth, their marriage is no longer the same and a drop of bitter saliva runs down her throat, she still accepts, but she is practically dead in life and suffers every minute of that cold experience.
Then she takes a bath and decides to go to sleep, but still the reproaches, the humiliations, the bad words do not stop, and still she says nothing. While little Alan sleeps peacefully she once again cries bitterly but this time in silence and wishes like every day of her life to turn back the clock and not to have met the one who had become her tormentor, her only consolation is her son.
She watches him sleep, and for her it is enough for her soul, with each breath of Alan she recovers part of her breath, his delicate skin, his straight hair and that smell so particular of babies that melts the heart of any mother, they give her that bit of love she needs to survive another day.
Every day of her life she wakes up with the firm purpose that someday it will be different, despite everything she strives to keep the home very organized, the clothes clean, the food well done even though her husband does not treat her as she would like. Sometimes she thinks "what am I doing here?", "I should leave... but, I have nowhere to go, I will just resist, someday it will change, and it will be the same as before...".
Even in the midst of a hostile environment, totally devalued and feeling every day of her life wanting to run away, there is something inside her that asks her to repeat, "nothing is forever", and she consoles herself with that phrase to trick her mind, while opening another wound in her already very beaten heart.
But there are moments, small moments where that heartless, selfish and self-centered man is able to tell her nice words and bring her gifts, that day dawned totally different, he told her : my beloved wife, today prepare breakfast! Anna was so surprised that she could not make any expression on her face, she just stared at him....
I hope you will follow this story, which is inspired by real facts, and you can read the second part, you will never imagine how will be the outcome of this stormy relationship.
Thank you so much for reading me!!!, for your support and attention 💜.
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