Un estudiante distraído, no presta atención al profesor mientras mira a la rubia sentada más adelante que se queja de que le han tirado del pelo, y él ha visto una mano en el aire jalarlo y desaparecer.
Se sorprende por un instante y luego continúa en su ensoñación y escucha dos voces que se burlan del profesor, diciendo: Pobre infeliz, que un meteorito acabó con los dinosaurios. Jaja, solo en una cosa tiene razón, que fue una piedra. Si, pero no una, fueron muchas las que mataron a los dinosaurios ¿Que, como?
Desde que organizamos aquellos safaris al Jurásico ¿Te acuerdas que facil matarlos solo con un tirachinas? - Si hasta que llego el profesor y nos termino el negocio por aquel asunto de la paradoja del tiempo.
Otra vez aparece la mano que pellizca a la rubia y el estudiante se despierta, pero continúa oyendo las voces que ahora dicen: No te alejes de la máquina, que luego la perdemos y como es invisible no la encontramos. Vamos deja a la rubia y vámonos antes que llegue aquí el director del manicomio.
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Así recuerdo el cuento, parte de un libro de historias de ciencia ficción, que conste que no es un plagio, solo un recuerdo para ilustrar lo maravilloso que es leer, las infinitas posibilidades de conocer mundos lejanos en distancia y en tiempo. Ideas, teorías y todas las posibilidades.
No me atrevo a calcular cuantos libros he leído de todas las épocas, temas y estilos. En el camino a veces uno el lector se identifica con un personaje y se imagina al autor como un reflejo del personaje, cuando sería a la inversa y en la mayoría de los casos nada tienen que ver.
Hay un par de autores que me fascinaron lo suficiente, como para leer varios de sus libros y sentirme fascinado por todos, unos más otros menos, grandes maestros de la pluma, inmortales.
Hay otros que habiendo logrado una pieza especial, digna de ser leída y releída, se sienten impulsados a repetir o a explotar la idea en exceso dejándonos un sabor a desengaño.
Que bueno que todos tenemos nuestro espacio. Los inmortales y los humildes mortales que los queremos imitar.
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Al no recordar el libro o el autor, tratará de concluir su cuento:
La clase termina y el aburrido profesor se marcha, mientras la rubia se dirige al adormilado, de quien sospecha como responsable del tirón de pelo y el pellizco. La verdad es que a la rubia le gusta el distraído, por lo que luego de unas cervezas en la terraza de un bar terminan pasando la noche en la cama.
Pasan los años y se gradúa en psicología el afortunado distraído y llega a trabajar en un sanatorio de esos que llaman manicomio donde al cabo muchos años llega a ser el director.
Ejerce como el mejor profesional y a todos los pacientes trata de ayudar con terapias y tratamientos ajustados a la ciencia y avances de su profesión.
Una vida tranquila de trabajo, estudio y familia, en fin lo normal.
Hasta que un día al entrevistar a un paciente, este le pregunta con desvergüenza ¿Que te tiraste a la rubia, aquella la de la clase de los dinosaurios?
FuenteEsqueleto de dimetrodon
Espero que hayas disfrutado de este ejercicio de memoria y escritura, no lo consideres un plagio y prometo compartir el nombre del libro y el autor tan pronto como lo encuentre en mi desordenada biblioteca. Si aún está.
Fuente
...and in English
Three hours before the sun rises and no longer sleepy, my mind wandering through avenues of time, where characters from novels are confused with actors from reality and sometimes it is not sure if I sleep and dream or wake up drifted in the imagination.
I no longer remember the name of the author or if the characters had it.
A distracted student, he pays no attention to the teacher as he looks at the blonde sitting up ahead who complains that her hair has been pulled, and he has seen a hand in the air pull it and disappear.
He is surprised for a moment and then continues in his reverie and hears two voices that make fun of the professor, saying: Poor wretch, a meteorite wiped out the dinosaurs. Haha, he's only right about one thing, which was a stone. Yes, but not one, there were many that killed the dinosaurs. What, how?
Ever since we organized those Jurassic safaris, do you remember how easy it was to kill them with just a slingshot? - Yes, until the teacher arrived and ended the business because of the time paradox issue.
Once again the hand appears to pinch the blonde and the student wakes up, but he continues to hear the voices that now say: Don't walk away from the machine, we'll lose it later and since it's invisible we can't find it. Come on, leave the blonde and let's go before the director of the asylum gets here.
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This is how I remember the story, part of a book of science fiction stories, for the record that it is not a plagiarism, just a memory to illustrate how wonderful it is to read, the infinite possibilities of knowing distant worlds in distance and in time. Ideas, theories and all the possibilities.
I dare not calculate how many books I have read from all periods, themes and styles. Along the way, sometimes the reader identifies with a character and imagines the author as a reflection of the character, when it would be the other way around and in most cases they have nothing to do with it.
There are a couple of authors who fascinated me enough to read several of their books and feel fascinated by all of them, some more others less, great masters of the pen, immortal.
There are others who, having achieved a special piece, worthy of being read and reread, feel driven to repeat or exploit the idea in excess, leaving us with a taste of disappointment.
Good thing we all have our space. The immortals and the humble mortals that we want to imitate.
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Not remembering the book or the author, he will try to conclude his story:
The class ends and the bored teacher leaves, while the blonde addresses the sleepy man, who he suspects is responsible for the hair pulling and pinching. The truth is that the blonde likes the distracted, so after a few beers on the terrace of a bar they end up spending the night in bed.
Years go by and the lucky absent-minded graduates in psychology and gets to work in one of those sanatoriums they call an insane asylum where after many years he becomes the director.
He acts as the best professional and tries to help all patients with therapies and treatments adjusted to science and advances in his profession.
A quiet life of work, study and family, in short the normal.
Until one day when interviewing a patient, he asks him shamelessly: What did you fuck with the blonde, the one from the dinosaur class?
I hope you enjoyed this memory and writing exercise, don't consider it plagiarism and I promise to share the name of the book and the author as soon as I find it in my messy library. If he is still.