Aquí estamos mi esposa y yo recién terminando de preparar los moldes para comenzar el horneado de nuestras galletas. Hace unas semanas estuvimos afanados con lograr una receta perfecta para las galletas de jengibre, y ahora hemos subido de nivel y comenzaremos a incluir el coco en nuestra repostería saludable.
Está vez la elaboración de la masa estuvo completamente a cargo de mi esposa y a mí me ha tocado ser el hombre del agua, pues he tenido que lavar los platos 🤣 y no es que me haya portado mal, sino que debido a la sequía, en el sector donde vivo hay fallas en el servicio de agua potable.
También, al igual que otras veces, hemos contado con la supervisión de Bárbara en la cocina. Al respecto deben saber que Bárbara es mi perrita, a quien tenemos muy consentida y la dejamos estar con nosotros en cualquier parte de la casa. Ella suele acostarse en el piso de la cocina y observar todo lo que hacemos.
Igualmente me gustaría decirles que los cocos han sido de nuestra propia cosecha, mi padre y yo los trajimos desde nuestra parcela y aquí en casa los hemos picado con el machete para extraerles el agua y la carne. También hemos aprendido a obtener leche de coco de la carne y el remanente sólido es lo que utilizamos para las galletas, o sea que aprovechamos muy bien nuestros cocos.
Por cierto, Bárbara también siempre espera su parte de todo esto, y nosotros se la damos; a veces compartimos con ella un trocito de galleta (porque no son buenos tantos azúcares para los perros) y le damos también su buena porción de carne de coco, pero sin abusar porque contiene mucha grasa.
Hasta la próxima, gracias por leerme 😊