ENGLISH
The other day I went with my boyfriend and his friend to Metroland, a recently built park here in the city where I live that contains games and food places. We arrived very early around 7:00 pm, that day I was tired and didn't want to go out, but my boyfriend convinced me to do it, to do something different and, besides, we were going to know this new place that has been so much advertised on social networks.
The place inside is impressive and very nice. The spaces are well done and when you enter, you find the food places in the first place. As we went along, the site was filling up with people, and they began to occupy the rooms. Among the rides that were in the park, you could find a go-kart track, a miniature golf course, a paintball area, and a scary house that I confess I wanted to enter.
However, we did not enter any of these games, our intention was just to sit in a quiet place and chat. We had cold beers with a starter of chips and tequeños. We were sitting in a high space of the place and a nice and fresh wind was blowing, which then became cold (I confess that I am a very cold person), and with the effect of the beers, I started to feel dizzy.
It was a cool night, because since it opened, I have wanted to know the Metroland. It's a cool place to have fun and enjoy with the family, eat good food, have some drinks, or just enjoy a delicious plate of sushi.
ESPAÑOL
El otro día fui con mi novio y su amiga al Metroland, un parque recientemente construido aquí en la ciudad donde yo vivo que contiene juegos y sitios de comida. Llegamos muy temprano como a eso de las 7:00pm, ese día estaba cansado y no quería salir, pero mi novio me convenció de hacerlo, hacer algo diferente y, además, íbamos a conocer este nuevo lugar que tanta publicidad le han hecho por las redes sociales.
El sitio por dentro es impresionante y muy bonito. Los espacios están bien hechos y al entrar, te encuentras con los lugares de comida en primer lugar. A medida que íbamos avanzando, el sitio se iba llenando de gente, y comenzaron a ocupar las estancias. Entre los juegos que se hallaban en el parque, se podía encontrar una pista de karting, un campo de minigolf, un espacio para paintball y una casa de sustos a la que les confieso quería entrar.
Sin embargo, no entramos a ninguno de estos juegos, nuestra intención era únicamente sentarnos en un sitio tranquilo y charlar. Tomamos cervezas frías con unas entradas de papas fritas y tequeños. Estuvimos sentados en un espacio alto del lugar y soplaba un viento sabroso y fresco, que luego se volvió frío (confieso que soy una persona muy friolenta), y con el efecto de las cervezas, ya empecé a sentirme mareado.
Fue una noche chévere, ya que desde que se inauguró, he querido conocer el Metroland. Es un lugar chévere para divertirse y disfrutar en familia, comer buena comida, tomar algunas bebidas, o simplemente degustar un delicioso plato de sushi.
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