Camuflado en este planeta, nadie sospecha de mi procedencia, solo cuando caduca el elixir, mis plumas caen y mi pico deja de ser normal, y regreso a mi estado natural.
¡Bueno! Con la sangre de las ingenuas pollitas, y encubierto por las leyendas urbanas, seguiré bajo la sombra de los ufólogos. ¿Quién sospechará de mí? Ja, ja, ja.
Después de un buen sorbo, ¡cuántas gallinas y gallos valientes!, estaré como nuevo.
Así que, luego, veré las series en la TV del vecino a través de la ventana hasta el amanecer, o hasta que llegue el alguacil. ¡Pobre iluso, cree que me capturará! Solo espero que no se le ocurra verme como ingrediente de algún plato navideño. ¡Me agrada... y lamentaría tener que chupármelo también!
Fuente: Imagen cortesía de @saulos para el Extraño Concurso No 33 de hivemexico
Un microrrelato original de @janaveda