Atardecer marino encantador, lanchas prestas al rigor de alta marea. Se acerca el ocaso, las olas tardías rompen en llanto. Los herederos ignoran las faenas, solo están allí.
¡Oh! ¡Cuánto duele!, juventud obnubilada y genuflexa, indiferentes, sin percatarse de lo hermoso del horizonte a sus pies. Jamás podrá sobrellevar los avatares de la vida, menos superarlos.
Infinidad de peces aguardan la llegada del viejo lobo de mar, que sabiamente tomará lo necesario, lo permitido. La vida submarina avanza, es enseñanza Suprema.
Cuentan los lugareños, que las aves retozan entre los frondosos árboles, para guarecerse de quienes están sentados a orillas del agua que les da la vida. Huyen de sus garras, peores que las de un jaguar, todo lo acaban.
Cangrejos, caracolas y gaviotas se ocultan al caer la tarde. Presintiendo que se acerca el final. A pesar de la quietud de las aguas, se respira soledad y tristeza marina…
Amigos, les invito a participar en este significativo Concurso, promovido por la comunidad de C/HiveMéxico. Únicamente debes crear una historia original, tema libre, de solo 150 palabras relacionada con la fotografía que observas en la portada de mi post. Obra de nuestro amigo @monster-one. Te espero, participa.
Editor de imagen