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Bienvenidos, mis amables y apreciados lectores.

Esta semana, en Encuentro de Talentos, nos hacen la siguiente pregunta: ¿Qué significado tiene el éxito? Y yo vengo a compartirles en este blog mi opinión al respecto.

El éxito puede ser muy diferente para muchas personas, y esto depende bastante del ángulo con el que se mire. Bien nos lo dice Angélica en el enunciado de su propuesta para realizar y hablar acerca de este contenido.

Para mí, el éxito tiene una vista muy particular, y es que el hecho de estar vivo, para mí, ya es un éxito. Pero, desde luego, esto lo estoy mirando desde mi óptica muy particular, ya que la historia de mi vida ha sido y es bastante complicada.

Tomen en cuenta de que provengo de una familia bastante disfuncional y atípica.

Para mí, el tener que lidiar con parientes que han sido de carácter muy fuerte —sobre todo por parte de mi fallecido padre— ha resultado un desafío bastante duro, sobre todo porque soy hijo único, y eso es otro desafío: también el tener que superar una vida sin tener un compañero de juegos o un hermano o hermana con el que poder compartir, con el que poder socializar.

Y mantenerme aislado por ese lado ha sido bastante difícil, además de ser segregado a nivel social por ser el diferente o el rarito de la clase desde tempranas etapas de mi vida, cuando estaba en el colegio. Ha sido también bien difícil.

Entonces, para mí, el haber superado todas esas etapas y haber crecido como persona, y el hecho de estar aquí en este momento compartiéndoles a ustedes estas partes de mi vida, hablándoles acerca del éxito —pues, valga la redundancia— evidentemente para mí resulta algo que es exitoso.

Desde luego, para una persona normal que ha crecido con parientes funcionales dentro de una familia funcional y con hermanos y hermanas, pues evidentemente no le dará la importancia que le doy yo a esto.

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Y desde luego, esto es simplemente porque no se ponen en los zapatos de otras personas: no son capaces de ser empáticos y ver lo difícil que puede ser la vida desde esta situación.

¿Te has preguntado, por ejemplo, qué pasaría si a ti te tocara volver a renacer y estar en la situación que yo viví? Teniendo un padre maltratador, una familia disfuncional, no pudiendo tener la oportunidad de estudiar porque, debido a los grandes niveles de depresión y de ansiedad que has vivido en tu familia disfuncional, no has podido concentrarte, no puedes avanzar en la vida, no tienes las herramientas necesarias para poder seguir adelante.

El tener esa educación profesional universitaria que, aunque te la hayan querido brindar e inclusive te hayan dado la oportunidad de pagarte la universidad, no has podido hacerlo debido a que el ambiente en el que te encontrabas era sumamente tóxico y dificultaba tu progreso.

Era un bloqueo para el éxito, era una traba para tu llegar a la cima o tener el éxito que tú necesitabas lograr.

Y, evidentemente, años después —y hablo ahora, en esta época actual—, las consecuencias de eso las sufro en carne propia por no poder tener esos estudios y no tener esa capacidad.

La vida se hace mucho más cuesta arriba y se hace mucho más complicada, y por ende, el éxito se hace más complicado de alcanzar.

Para algunos, el éxito es simplemente el sentirse libre.

El éxito, para otras personas, puede ser precisamente lograr tener una profesión, ganar cierta cantidad de dinero al mes.

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El éxito para otras puede significar viajar, estar de viaje todo el tiempo, ir a una playa.

Para otros, puede ser el tomar café.

Entonces, es muy variante este término, y yo quise abarcarlo desde la perspectiva de lo que representa y significa para mí el estar vivo y con otra cantidad de condiciones y de cosas que me pasan actualmente: con problemas de salud y no tener los recursos financieros para poder solventar eso, esas necesidades de salud y de comodidad, como lo es, por ejemplo, el tener un colchón nuevo porque el que tengo está sumamente deteriorado, con un hueco en el medio, y se me hace muy incómodo el dormir allí.

Entonces, para mí, el éxito también sería el poder disponer de un colchón nuevo, de poder curarme todas las enfermedades que tengo, todos los problemas en la casa que tengo.

Eso, para mí, significaría ser el exitoso.

Pero, desde luego, para otras personas que toman café todos los días y se la pasan de viaje, para ellos, digamos que el éxito representa eso.

Y tal vez consideran mi éxito o mis pequeñas victorias —como yo llamo— de estar vivo y superar todas estas cosas como cosas que realmente les producen lástima.

Y yo no estoy aquí para producir lástima a nadie ni en mi situación, sino simplemente, quiero y les presento lo que es el significado para mí del éxito.

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Welcome, my kind and dear readers.

This week, in Meeting of Talents, we are asked the following question: What is the meaning of success? And I am here to share my opinion on this matter in this blog.

Success can be very different for many people, and this largely depends on the angle from which it is viewed. Angélica highlights this well in her proposal to create and discuss this content.

For me, success has a very particular perspective: the mere fact of being alive, to me, is already a success. But, of course, I am looking at this through my own unique lens, as the story of my life has been—and continues to be—quite complicated.

Keep in mind that I come from a highly dysfunctional and atypical family.

For me, dealing with relatives of strong character—especially on my late father’s side—has been an immense challenge, particularly because I am an only child. This adds another layer of difficulty: overcoming a life without a playmate, a brother or sister to share with, to socialize with.

Being isolated in this way has been very hard, compounded by being socially marginalized as the different one or the weirdo in class since my early school years. It has also been extremely tough.

So, for me, having overcome all those stages and grown as a person, and being here today sharing these parts of my life with you, talking about success—if you’ll pardon the redundancy—is undeniably something successful in itself.

Of course, for a normal person raised in a functional family with functional relatives and siblings, they would not assign the same importance to this as I do.

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And naturally, this is simply because they cannot put themselves in others’ shoes: they are incapable of empathy, of seeing how difficult life can be from this perspective.

Have you ever wondered, for example, what it would be like to be reborn into the situation I lived through? Having an abusive father, a dysfunctional family, being unable to pursue education because the severe depression and anxiety you’ve endured in your dysfunctional family left you unable to focus, to move forward in life, lacking the tools to keep going.

Even if you were offered professional education, even if you were given the chance to pay for university, you couldn’t do it because the environment you were in was utterly toxic and hindered your progress.

It was a roadblock to success, an obstacle to reaching your peak or achieving the success you needed.

And, inevitably, years later—now, in this current time—I bear the consequences of lacking that education and those skills.

Life becomes much more uphill, far more complicated, and thus, success becomes harder to attain.

For some, success is simply feeling free.

For others, it may mean securing a profession, earning a certain amount of money each month.

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For others, success could be traveling nonstop, going to the beach.

For some, it might be drinking coffee.

So, this term is highly variable, and I wanted to approach it from the perspective of what it means to me: being alive amid a multitude of current challenges, like health issues and lacking the financial resources to address them—needs related to health and comfort, such as owning a new mattress, since the one I have is severely worn out, with a hole in the middle, making sleep terribly uncomfortable.

Thus, for me, success would also mean having a new mattress, curing all my illnesses, and resolving all the issues in my home.

That, to me, would define being successful.

But, of course, for others who drink coffee daily or travel endlessly, success for them might mean just that.

And perhaps they view my success or my small victories—as I call them—of staying alive and overcoming these hardships as something pitiable.

I am not here to elicit pity from anyone or to dwell on my circumstances. I simply wish to share what success means to me.