Esta es mi participación en este encuentro de @talentos de los días martes en el discord de palnet y la amiga @angelica7 nos invita a escribir sobre "Sanando mis heridas".
Tenemos muchas heridas algunas físicas y otras emocionales pero la verdad es que va pasando el señor tiempo y se van quedando olvidadas en el pasado. Muchos de nosotros sanamos las heridas físicas aunque nos han dejado alguna que otra marca, las que son un poco más difíciles de olvidar son las heridas emocionales.
Como niños no sabemos que cargamos esas heridas emocionales, ellas se van acumulando allí entre nuestros recuerdos más profundos y de vez en cuando salen a flote. Las soltamos en alguna conversación íntima y la mayoría de las veces reclamamos a los adultos que nos la crearon.
Por lo general las heridas físicas al ser niños son causadas por algún juego o imprudencia todos hemos tenido traspies.
Nunca tuve alguna fractura por alguna caída la herida más grave que tuve fue haciendo burbujas de jabón. Recuerdan las latas de leche que se abrían con una llave que venía pegada a la parte de abajo, les quedaba un borde muy filoso.
Muchos de ustedes no deben recordar ese sistema de envasado con esa llavecita para abrir las latas, el toddy, la leche, la nenerina, los potes de pasta de tomate tenían ese sistema para abrirlos.
El envase se volteo en el suelo y yo metí mi pierna causándome un enorme corte. El pie me colgaba y fue la primera vez que me cosieron. Todavía tantos años después se observan los puntos de costura. Yo lo que recuerdo es mi pie colgando y sin poder apoyarlo.
Y aunque ustedes apenas puedan visualizar esas marcas de la costura, para mi están muy grabadas en la mente.
Muchas de nuestras heridas nos van llevando a los que somos en la etapa adulta, nos volvemos más cuidadosos y con nuestros hijos estamos pendientes de que no tengan accidentes graves. Pero uno siempre tiene alguno más inquieto que otro.
Y se vuelven naturales estos accidentes, casi se vuelven parte de nosotros y nos vuelven más cuidadosos y pendientes de los demás.
A veces siento que me quedan heridas emocionales pendientes de esas muñecas y juegos que tanto deseaba y por cuestiones económicas no podían dármelas.
Eso causo que cuando tuve una hija le comprara las más hermosas muñecas de barbies que mi sueldo de maestra me dejaba regalarle: la vestida de novia, la doctora. Creo que perdí la cuenta las veces que encontraba las muñecas sin vestido. Al final me di cuenta que yo solo trataba de sanar mi deseos de muñecas.
ENGLISH VERSION
This is my participation in this @talentos meeting on Tuesdays in the palnet discord and friend @angelica7 invites us to write about "Sanando mis heridas".
We have many wounds, some physical and others emotional, but the truth is that time passes and they become forgotten in the past. Many of us heal physical wounds although they have left us some marks, those that are a little more difficult to forget are the emotional wounds.
As children we do not know that we carry these emotional wounds, they accumulate there among our deepest memories and from time to time they come to the surface. We release them in some intimate conversation and most of the time we complain to the adults who created it for us.
Generally, physical injuries when we are children are caused by some game or recklessness, we have all had missteps.
I never had a fracture from a fall, the most serious injury I had was blowing soap bubbles. Remember the milk cans that were opened with a key that was attached to the bottom, they had a very sharp edge.
Many of you must not remember that packaging system with that little key to open the cans, the toddy, the milk, the nenerina, the pots of tomato paste had that system to open them.
The container tipped over on the ground and I stuck my leg in, causing a huge cut. My foot was hanging and it was the first time they stitched me up. The sewing stitches can still be seen so many years later. What I remember is my foot hanging and not being able to support it.
And although you can barely visualize those sewing marks, for me they are very engraved in the mind.
Many of our injuries lead us to who we are in adulthood, we become more careful and we make sure that our children do not have serious accidents. But one always has some more restless than others.
And these accidents become natural, they almost become part of us and make us more careful and aware of others.
Sometimes I feel that I have emotional wounds pending from those dolls and games that I wanted so much and for economic reasons they could not give them to me.
That meant that when I had a daughter, I bought her the most beautiful Barbie dolls that my teacher's salary allowed me to give her: the wedding dress, the doctor. I think I lost count how many times I found the dolls without dresses. In the end I realized that I was just trying to heal my desire for dolls.
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