Se siente tan raro decirlo pero volvemos a Venezuela.
Por lo menos de vacaciones, por lo menos para que Sayri conozca a su familia y, por lo menos, para que yo me recomponga de estos tres años de migración, adultez y maternidad.
Tengo muchas dudas, alguno que otro miedo y una emoción y alegría incontenibles. Desde que caí en cuenta del viaje, no hay un día en que no saboree la comida de mi mamá.
Tomamos la decisión hace un mes y medio. Lo más difícil, y de lo que les quiero hablar hoy, fue sacarle el pasaporte a Sayri.
Misión Pasaporte
Pedir la cita por la página web de la cancillería fue imposible. Tres semanas y dos gestores después, a las 5:43 pm, me llegó un correo confirmando la cita para las 10:00 am del día siguiente... en Bogotá.
Desde Salento a Bogotá son 8 horas de viaje.
Del brinco, y después del happy nomelopuedocreer dance, nos bañamos, hicimos un bolso en tiempo récord y salimos en dos horas de la casa hacia la terminal de buses.
El sentimiento de haber ganado la lotería nos duró poco.
Al llegar al Ministerio de Relaciones Exteriores, nos informaron que Sayri no podía sacar el pasaporte porque su registro civil no involucraba la Resolución 8470; resolución emitida en el año 2019 que permite a hijos de venezolanos nacidos en Colombia aplicar a la nacionalidad colombiana.
Back-up story:
Resolución 8470 y peleas burocráticas
Yo di a luz en casa en Salento, Colombia, en junio de 2019. Cinco días después, cuando mis heridas habían sanado lo suficiente para caminar al pueblo, fuimos a la registraduría para registral al nené. Nos informan que no registran a niños extranjeros. Muchísimo menos sin registro de nacido vivo (certificado que dan en el hospital al nacer el niño).
Fuimos al hospital a ver si nos podían ayudar. Para nada, qué locura, obviamente debí haber llevado a Sayri inmediatamente después de nacer.
Fuimos a la notaría, peor:
No registramos (explícitamente) a hijos de venezolanos.
Fuimos a la alcaldía y nos mandaron a la comisaría de familia donde, finalmente, me permití sentarme luego de dos o tres horas caminando, adolorida, sangrando.
Y llorar.
Di teta al nené y, por primera vez, entendí lo que él debía sentir al tomar teta. Fue lo único que dio alivio a mi impotencia, rabia y tristeza de lo que yo sentí como un atentado hacia un bebé recién nacido. Y lloré más.
La comisaria de familia, a nuestro favor y por orden del Instituto de Bienestar Familiar, aprobó una orden de registro por testigos. Ella misma tomó las declaraciones de ambos testigos — los padrinos del niño, y redactó la forma. No obstante, la registradora decidió hacer una nueva entrevista a los testigos.
Así, dos días antes de cumplir su primer mes de nacido, Sayri obtuvo su registro civil con una cláusula que específicaba que no optaba por la nacionalidad. Ya lo sabíamos. Colombia es el único país de América (creo, o uno de los pocos) que no otorga nacionalidad por nacimiento.
Meses más tarde, a finales de 2019, el presidente de Colombia, emitió la Resolución 8470 que permitía otorgar la nacionalidad colombiana a los hijos de venezolanos nacidos en territorio debido al riesgo de apatridia de los niños por la ruptura de relaciones internacionales entre ambos países; no había consulados o embajadas venezolanas en Colombia que me permitieran registrar a Sayri como venezolano y tampoco podía sacar a Sayri de Colombia, para nacionalizarlo en Venezuela, sin pasaporte.
Una de las condiciones para aplicar era contar con registro de nacido vivo o registro civil. Ya sabemos que Sayri cuenta con el segundo.
La registraduría se negó porque no tenía el registro de nacido vivo. Peleamos con la registradora, otra vez. Fuimos a la personería. El personero habló con la registradora. Negativa parte II. El personero se alió con la Comisaria de Familia (la misma que emitió la orden de registro meses antes) y abrieron una demanda en contra de la registradora.
Ganamos, mi gente. Gané la primera demanda a mi nombre 😅 . Y, por fallo de tutela del juzgado promiscuo de Salento, se le otorgó la nacionalidad a Sayri Santiago Meneses Rincón.
De regreso en Bogotá
En el Ministerio de Relaciones Exteriores, nos informaron que el registro debe decir "Aplica para nacionalidad por Resolución 8470"; no "Aplica para nacionalidad por fallo de tutela del juzgado promiscuo de Salento", como era el caso.
No entendí. Sayri figura nacional colombiano en el sistema nacional. Con su registro, aplica a salud pública y todos los requisitos y beneficios de un nacional colombiano. Sayri YA era nacional colombiano sin importar la nacionalidad de sus padres.
Nos mandaron a la registraduría central de Bogotá, la única en el departamento que puede acceder a los registros del interior del país. O eso nos dijeron.
Caminamos, llegamos. Vimos la fila de 30 personas. Pregunté al guardia lo que necesitaba, me dijo que me pusiera en fila para atenderme. Me puse en fila. Media hora luego, aún en fila, noté que no atendían a quien no tuviese carnet de vacunación así que notifiqué al guardia que yo no tenía; me dijo que me pusiera en fila igual.
Treinta minutos después, llega mi turno. No me atendieron por no tener carnet de vacunación. Les pido que, al menos, me den información de qué debo hacer. No me atienden. Les suplico. Llaman al siguiente sin verme a los ojos ni un momento. Les grito que se mamen un güevo. No fui ni la primera ni la última en decirles lo mismo en todo el tiempo que estuve allí.
¿Es insultar a los trabajadores públicos el signo inequívoco de alcanzar la adultez?
No me enorgullezco,
y tampoco me arrepiento.
En fin, ante la frustración, decidimos buscar un AirBnB y hacer lo que parecía más lógico. Algo a lo que me negué mucho y evité todo el tiempo posible: vacunarme contra el Covid.
Continuará...
Por cierto, ¿fue muy confuso este post con tantos términos legales? Siento que ya aprobé mi primer semestre de Derecho.
It feels so weird to say this but we're going back to Venezuela.
At least for vacation, at least for Sayri to meet his family and, at least, for me to rest after these three years of migration, adulthood (adulting) and motherhood.
I have many doubts, the occasional fear and uncontrollable emotion and joy. Ever since I found out about the trip, there isn't a day that I don't taste my mom's food.
We made the decision a month and a half ago. The most difficult thing, and what I want to talk to you about today, was getting Sayri's Colombian passport.
Mission: Passport
Requesting the appointment through the website of the Foreign Ministry was impossible. Three weeks and two expeditors later, at 5:43 pm, I received an email confirming the appointment for 10:00 am the next day... in Bogotá.
From Salento to Bogotá it is an 8-hour trip.
I jumped immediately, and after the happy I-can't-believe-it dance, we showered, packed a bag in record time and left the house in two hours for the bus terminal.
The feeling of having won the lottery didn’t last long for us.
Upon arriving at the Ministry of Foreign Affairs, we were informed that Sayri could not get his passport because his civil registry did not involve the Resolution 8470; resolution issued in 2019 that allows children of Venezuelans parents, born in Colombia, to apply for the Colombian nationality.
Back-up story:
Resolution 8470 and bureaucratic fights
I gave birth at home in Salento, Colombia, in June 2019. Five days later, when my wounds had healed enough to walk to town, we went to the registry office to register the baby. They informed us that "We do not register foreign children. Much less without a record of live birth (certificate given by the hospital when the child is born)".
We went to the hospital to see if they could help us. Not at all, how crazy, obviously I should have carried Sayri right after he was born.
We went to the notary, it was worse:
We do not (explicitly) register children of Venezuelans... oh, my bad, children of immigrants.
We went to the mayor's office, they sent us to the Family Protection Station where, finally, I allowed myself to sit down after two or three hours walking, sore, bleeding.
And cried.
I breastfed the baby and, for the first time, I understood what he must feel when he breastfeeds. It was the only thing that relieved my impotence, anger and sadness of what I felt like an attack on a newborn baby. And I cried a lil' more.
The family commissioner, in our favor and by order of the Family Welfare Institute, carried out a civil registration warrant by witnesses. She herself took the statements of both witnesses — the child's godparents, and drew up the form. However, the registrar decided to interview the witnesses again.
Thus, two days before his first month of birth, Sayri obtained his civil registry with a clause that specified that he did not opt for nationality. We already knew it. Colombia is the only country in the Americas that does not grant nationality by birth.
Months later, at the end of 2019, the president of Colombia issued Resolution 8470 that allowed Colombian nationality to be granted to the children of Venezuelans born in the territory due to the risk of statelessness of the children due to the breakdown of international relations between both countries; there were no Venezuelan consulates or embassies in Colombia that would allow me to register Sayri as a Venezuelan and I could not take Sayri out of Colombia, to nationalize him in Venezuela, without a passport.
One of the conditions to apply was to have a live birth record or civil registry. Cool; we already know that Sayri has the second.
Still, the registry refused because they did not have a record of live births. We fought with the register, again. We went to the municipal ombudsman’s office. The attorney spoke with the registrar. Negative part II. The attorney allied himself with the Family Commissioner (the same one that issued the registration order months before) and they opened a lawsuit against the registrar.
We won, my people. I won the first lawsuit in my name 😅 . And, due to a guardianship ruling by the promiscuous Salento court, Sayri Santiago Meneses Rincón was granted his Colombian nationality.
Back to Bogotá
At the Ministry of Foreign Affairs, we are informed that the registry must say "Applies for nationality by Resolution 8470"; not "Applies for nationality by decision of guardianship of the promiscuous court of Salento", as was the case.
I did not understand. Sayri figures in the whole national system as a Colombian. With his registration, he applies to public health and all the requirements and benefits of a Colombian national. Sayri was ALREADY a Colombian national even if he had Venezuelan parents or not.
So they sent us to the central registry office in Bogotá, the only one in the department that can access records from the interior of the country.
We walked, we arrived. We saw the line of 30 people. I asked the guard what I needed, he told me to get in line to attend me. I got in line. Half an hour later, still in line, I noticed there was a flyer that informed they didn’t attend those who did not have a vaccination card. I went to the guard again to tell him I didn't have the vaccination card, he told me to line up anyway.
Thirty minutes later, it's my turn and… they didn’t attend me because I didn’t have a vaccination card. I told them to, at least, give me information on what I should do. They didn’t even listen to me and called the next one without looking me in the eyes for a single moment. I yelled them to fuck off... I was neither the first nor the last to tell them the same thing in all the time I was there.
Is insulting public workers the unequivocal sign of reaching adulthood?
I'm not proud
and I don't regret it either.
Anyway, out of frustration, we decided to look for an AirBnB and do what seemed most logical. Something that I refused a lot and avoided as long as possible: getting vaccinated against Covid.
To be continued…
By the way, was this post way too confusing with all those juridical names? I feel like I got my first semester of Law School already!
