In Romans 5:5, the bible says,
And hope does not put us to shame, because God’s love has been poured out into our hearts through the Holy Spirit, who has been given to us.
This means that God's love is something we don't have to earn or attain; it's something God freely provides to us. It is also something we cannot lose so long as we maintain a fruitful relationship with Him.
How Does This Happen?
When we give our lives to Jesus Christ and allow the Holy Spirit to work in us, He reveals God's love to us in many ways. He indwells us and makes a permanent home in our hearts. From that point forward, we begin to see transformation from the inside out. As our connection with Christ deepens, the Holy Spirit guides us and reveals Christ and His kingdom the more. In effect, God's love becomes more apparent.
How Does This Unquestionable Love Help Us?
God's lavished love upon our His children serves as the basis and wellspring of all other goodness such as fruits of the spirit; joy, peace, patience, kindness, goodness, faithfulness, gentleness, and self-control. These fruits also start to reflect in our daily lives. For instance, we might discover that we are more tolerant of other people or forgiving of them when they wrong us. Additionally, we might start to experience joy and peace that we hadn't before. People will notice and be drawn to Christ as these fruits become more apparent(John 15:8).
If you have not experienced this love as a Christian, it is never too late to ask now. It does not matter who you are. If you have fallen short of His glory, He is always waiting for you to return back with a broken heart and a remorseful spirit.
Thank you for reading.
May The Lord bless you
En Romanos 5:5, la Biblia dice:
Y la esperanza no nos avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
Esto significa que el amor de Dios es algo que no tenemos que ganar ni alcanzar; es algo que Dios nos proporciona gratuitamente. También es algo que no podemos perder mientras mantengamos una relación fructífera con Él.
¿Como sucedió esto?
Cuando entregamos nuestra vida a Jesucristo y permitimos que el Espíritu Santo obre en nosotros, Él nos revela el amor de Dios de muchas maneras. Él habita en nosotros y hace un hogar permanente en nuestros corazones. A partir de ese momento, comenzamos a ver la transformación de adentro hacia afuera. A medida que nuestra conexión con Cristo se profundiza, el Espíritu Santo nos guía y revela a Cristo y Su reino más. En efecto, el amor de Dios se hace más evidente.
¿Cómo nos ayuda este amor incuestionable?
El amor prodigado de Dios sobre nuestros hijos sirve como base y manantial de todas las demás bondades, como los frutos del espíritu; gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Estos frutos también comienzan a reflejarse en nuestra vida diaria. Por ejemplo, podríamos descubrir que somos más tolerantes con otras personas o que las perdonamos cuando nos hacen daño. Además, podríamos comenzar a experimentar alegría y paz que no teníamos antes. Las personas notarán y serán atraídas a Cristo a medida que estos frutos se hagan más evidentes (Juan 15:8).
Si no has experimentado este amor como cristiano, nunca es demasiado tarde para preguntar ahora. No importa quién eres. Si te has quedado corto de Su gloria, Él siempre está esperando que regreses con un corazón quebrantado y un espíritu arrepentido.
Gracias por leer.
Que el Señor te bendiga