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Hot or Iced? That is the questions.
Hot or iced? The question we get asked every time we order a coffee in a restaurant or a coffee shop. And this is the question that divides us, we could say that we can know the type of person you are depends on how you drink your coffee.
For me, it's always hot until 3 in the afternoon, never before. I will never be able to understand how someone can enjoy their breakfast with a cold coffee, it just doesn't make sense.
There is nothing like the smell of freshly brewed coffee in the morning to mix with the smell of arepas and scrambled eggs. And, as a good Venezuelan, there is nothing better than having a hot cafe con leche for breakfast and a freshly made perico (or put the filling you like the most).
When the coffee is hot, the taste is more concentrated, the smell is better, you can feel all the flavors of the coffee, it's also like a hug in the morning that comforts you, it's just a total experience.
When I was in college, the coffee in the college cafeteria was strong enough to give you the energy to face the first 9 a.m. class on Monday.
For someone who spent a few years working in offices, there was nothing more energizing than having a little coffee before starting the working day. Even better, if you would have it at that restaurant that was a few blocks from your office, and you would have it with your best friend from work while they talked about the gossip of the weekend.
I remember when I was a child; my grandmother made coffee in the afternoon, and I would eat it with some sweet bread. It was the best snack!
As I became more adult, I began to be more selective with my coffee; the times I drink it, the brands I consume, the places where I drank it and how I drink it.
Which brings me to my next point; Iced coffee!
I really don't know at what point in history, this started to be a trend and became the preferred style of some people, and it's very good. We all have the right to choose what we like the most.
I think I was aware of this style of drinking coffee already when I was an adult, I would say in my early twenties. Although large coffee franchise companies have not yet arrived in my country, many restaurants became famous for selling that coffee that we all saw in TV series and movies, and somehow it became famous, perhaps in the younger population.
For me, an iced or cold coffee, whatever you want to call it, is like a snack.
It is usually; much sweeter, with whipped cream, syrups, and a lot of ice. Maybe even smoothie, so much so that it looks more like an ice cream than a drink.
But anyway, I like it. I definitely drink it less than my coffee every morning, I would say perhaps only once a week, and that's if I'm out and about. I would say that I am more likely to order an iced coffee when I am in a restaurant with friends, or in a shopping mall.
We can't deny that it has its positive side, iced coffee is absolutely more refreshing, because the ice makes it more refreshing, and I think the options to customize it are wider, since you can add basically everything you can think of.
The truth is that we like coffee; cold or hot, with whipped cream or with brown sugar, with almond milk or normal milk, for breakfast or gossiping with your best friend.
The coffee is always there.
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¿Caliente o frío? La pregunta que nos hacen cada vez que ordenamos un café en algún restaurante o alguna cafetería. Y esta es la pregunta que nos divide, podríamos decir que podemos saber el tipo de persona que eres dependiendo de como tomas el café.
Para mi siempre caliente hasta las 3 de la tarde, nunca antes. Jamás podre entender como alguien puede disfrutar su desayuno con un café frío, es que eso simplemente no combina.
No hay nada como el olor del café recién hecho en la mañana para mezclarse con el olor de las arepas y huevos revueltos.
Y es que como buena Venezolana, no hay nada más rico que desayunar café con leche calentito y una arepita de perico recién hecha (o métele el relleno que te guste más).
Cuando el café es caliente, el sabor está más concentrado, el olor es mejor, puedes sentir todos los sabores del café, además es como un abrazo en la mañana que te conforta, es que es una experiencia total.
Cuando estaba en la universidad, el café de la cafetería de la universidad era lo suficientemente fuerte para darte la energía para afrontar la primera clase de las 9 de la mañana el lunes.
Para alguien que pasó algunos años trabajando en oficinas, no había nada más energizante que tomarte un cafecito antes de comenzar la jornada laboral.
Mejor aún se te lo tomabas en ese restaurante que estaba a unas cuadras de tu oficina y te lo tomabas con tu mejor amiga del trabajo mientras hablaban del chisme del fin de semana.
Recuerdo cuando era niña; mi abuela hacía café en la tarde, y me lo comía con algún pan dulce. ¡Era la mejor merienda!
A medida que fui haciéndome más adulta, comencé a ser más selectiva con mi café; las horas en que lo tomo, las marcas que consumo, los lugares donde lo tomó y como lo tomo.
Lo que me lleva a mi siguiente punto; ¡Café helado!
De verdad que no sé en qué momento de la historia, esto comenzó a ser tendencia y se convirtió en el estilo preferido de algunas personas, y está muy bien. Todos tenemos derecho a elegir lo que más nos gusta.
Creo que fui consciente de este estilo de beber café ya cuando era adulta, diría que al inicio de mis veinte. Aunque a mi país no ha llegado aún grandes empresas de franquicias de café, muchos restaurantes se hicieron famosos por vender ese café que todos veíamos en las series y películas, y de alguna manera se hizo famoso, tal vez en la población más joven.
Para mí, un café helado o frío, como sea que quieran llamarlo, es como una merienda.
Suele ser; mucho más dulce, con crema batida, siropes, y mucho hielo. Tal vez hasta licuado, tanto que parece más un helado que una bebida.
Pero de igual manera, me gusta. Definitivamente, lo bebo en menor cantidad que mi café de todas las mañanas, diría que tal vez una sola vez a la semana, y eso es si estoy fuera de casa. Diría que soy más propensa a pedir un café frío cuando estoy en algún restaurante con amigas, o en centro comercial.
No podemos negar que tiene su lado positivo, el café frío definitivamente es más refrescante, debido al hielo es más suave y creo que las opciones para personalizarlo son más amplias, ya que le puedes agregar básicamente todo lo que se te ocurra.
Lo cierto es que el café nos gusta; frío o caliente, con crema batida o con azúcar morena, con leche de almendras o normal, para desayunar o chismear con tu mejor amiga.
El café siempre está ahí.
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