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Yesterday I left "emergency" from the comfort of my room at about 5:30 in the afternoon, with my laptop and all the perolero that merits to move and settle to work elsewhere, well, it is not so much but it is, especially when I'm in the red days when I weigh me even the simple fact of existing ... I moved in curmudgeon mode, grumbling as always about why I pursued the misfortune called "Internet de sh*t".
In reality I only had to go a few meters closer to the modem, to the perimeter that already corresponds to the one who rents me, find a place in one of his uncomfortable chairs, put myself in such a way that the reflection of the light does not hit the screen and I can see well what I do, put my cell phone aside and endure the heat for a while because at this time and around here, the sun wants to hide at about 7 at night so just at that time the temperature and the mosquitoes are at their most powerful ... or not, maybe it's the rule that makes me feel everything like this, unbearable...
I had to do several things, among them my post in Hive that if you haven't seen it and you are reading here you can go give me love (hehe) plus I wanted to get in to give a technical touch to the modem, besides being attentive to if the cats wanted to say hello to me. No one came out, but the modem did need a reset.
I sit in the chair, finish doing my little things in about 20 minutes. By that time I had already repeated in my mind "a dengue is what I might get from so many white paws that have bitten me" "a dengue, Sol Can you imagine?" I waited about 10 minutes to unload some things and meanwhile I was already scheming to make myself a little coffee, "guayoyo" as we say in my country (very soft) to see if it would give me a little more energy to finish the things I needed. I had that coffee in mind since around 1 pm, but for some reason I didn't have the time and now, for some reason, after 6 o'clock drinking caffeine goes against my not so stable dream cycles so I have been avoiding it.
I get another Sancudo and suddenly I hear Mrs. Elsa's voice, coming a little closer with a tiny cup and saying "Here, have a cup of coffee, it's hot, be careful" At that moment everything changed color.
I don't know how many times I said thank you, maybe how many times I tried to place the cup in my hands so as not to burn myself. I was stupefied with love, it was like a shot to the heart. Everything made sense at that moment.
The mosquitoes no longer bit me, my nose no longer sweated, the heat no longer bothered me. The chair wasn't so uncomfortable. The cats came out and as always they looked at me suspiciously, we growled at each other with complicity.
I thought of that genuine gesture we have around here of offering a cup of coffee to a visitor even without asking, I thought of my mom and her hurried way of making her coffee when people come to the house.... I thought about the times she scolded me because I ate the milk of the coffee in the afternoons, I thought about her different cups and the times she told me that I liked it "too strong"....
The afternoon started to turn orange and I was stretching those little sips I was giving to my tiny cup, I don't want to leave anymore, my temperament changed completely, not because it wasn't going to be my turn to make my coffee but that "act" reset me. Then I thought "A lovely cup of coffee".
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Ayer salí “de urgencias” de la comodidad de mi habitación a eso de las 5:30 de la tarde, con mi laptop y todo el perolero que amerita moverme e instalarse a trabajar en otro lugar, bueno, no es tanto pero si es, sobre todo cuando estoy en los días rojos en los que me pesa hasta el simple hecho de existir… me moví en modo cascarrabias, refunfuñando como siempre sobre el porque me persigue la desgracia llamada “Internet de mierd”
En realidad solo tenía que ir a unos metros más cerca del modem, hasta el perímetro que ya le corresponde a quien me alquila, buscar acomodo en una de sus sillas incómodas, ponerme de tal modo que el reflejo de la luz no choque contra la pantalla y pueda ver bien lo que hago, poner mi celular a un lado y aguantar un rato el calor porque en estas fechas y por aquí, el sol se quiere ocultar como a las 7 de la noche entonces justo a esa hora la temperatura y los zancudos están en su punto más potente… o no, tal vez es la regla que me hace sentir todo así, insoportable…
Tenía que hacer varias cosas, entre ellas mi publicación en Hive que si no la has visto y estás leyendo por aquí puedes ir a darme amor (jeje) además quería meterme a darle un toque técnico al modem, además de estar atenta a si las gatas me querían ir a saludar. No salió ningún, pero el modem si que necesitaba un reset.
Me siento en la silla, termino de hacer mis cositas en unos 20 minutos. Ya para ese entonces había repetido en mi mente “un dengue es lo que me puede dar de tantos patas blancas que me han picado” “un dengue, Sol ¿Te imaginas?” Esperé unos 10 minutos a descargar unas cosas y mientras tanto ya estaba maquinando hacerme un cafecito, "guayoyo" como le decimos en mi país (muy suave) a ver si me daba un poco más de energía para terminar las cosas que me faltaban. Tenía en mente ese café desde hacia la 1 de la tarde, pero por alguna razón no me daban los tiempos y ahora, por alguna razón después de las 6 tomar cafeína atenta contra mis no tan estables ciclos de sueños así que los he estado evitando.
Me pica otro zancudo y de repente escucho la voz de la señora Elsa, acercándose un poco con una pequeñita taza y diciéndome “Toma, un cafecito, esta caliente, cuidado” En ese momento todo cambió de color.
No se cuantas veces le dije gracias, quizá las veces que intente acomodar la tacita en mis manos para no quemarme. Me quedé estupefacta de amor, fue como un disparo al corazón. Todo tenía sentido en ese momento.
Ya los zancudos no me picaban, ya no me sudaba la nariz, ya no me molestaba el calor. La silla no era tan incómoda. Las gatas salieron y como siempre me miraron con recelo, nos gruñimos con complicidad.
Pensé en ese gesto tan genuino que tenemos por aquí de ofrecer una taza de café a la visita incluso sin preguntar, pensé en mi mamá y su forma apresurada de hacer su cafecito cuando llega gente a la casa.. Pensé en las veces que me regaño porque me comía la leche del café por las tardes, pensé en sus tazas diversas y en las veces que me decía que a mi me gustaba “muy fuerte” ese café…
La tarde se empezó a poner anaranjada y yo estaba estirando esos pequeños sorbos que le daba a mi diminuta taza, ya no me quiero ir, mi temperamento cambió por completo, no porque ya no iba a tocarme hacerme el café sino que ese “acto” me reseteo. Entonces pensé “Una encantadora taza de café”
En ingles no es i idioma nativo, me apoyo en traductores para realizar esta publicación/ English is not my native language, I rely on translators to make this publication.
Solsticia
Documento constantemente y por placer en fotos y videos, además ¡AMO INTERNET! Entonces un día decidí hacer de todo esto mi trabajo. Me gusta la idea de que podemos ser mejores cada día, así que me aferro a ello hasta más no poder. Mientras tanto, estoy queriendo compartir contigo lo que puedo hacer, lo que me sucede y lo que sé.
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