From time to time, we find ourselves sad and needing to get away from people, including our friends and loved ones. How do we control it? How do we keep it from getting out of hand so that we can find happiness again? How do we avoid falling into a spiral of sadness?
Defining "happiness"
I want to start by defining what happiness is for me at this stage of my life: feeling calm and productive. It doesn't mean having exciting things happen to me or being in love. It doesn't mean having money or having trophies, just being calm and doing what I need to do to take care of myself.
I clarify that I am speaking for myself, because people susually believe that there is only one way to be happy, and it is theirs; but it is not necessarily so. In my case, I don't need social approval to feel satisfied.
nbsp; Of course I have one or two close friends, and of course I spend time with people. Sometimes, when I can and when it's necessary. But I'm more of an introvert than anything else. I won't go to a social gathering just for the heck of it, that's for sure.
Isolating yourself, is it so bad?
Isolating oneself is frowned upon among the people around me physically. It is a sign of being sick or bitter. They will always advise you not to isolate yourself.
I beg to differ. All extremes seem harmful to me, so I avoid them. In my personal case, if I'm feeling sad, sometimes it does me good to talk to others and vent a little, if they'll let me. Other times I feel so tired of everything that I just lie down and wait to fall asleep (luckily I take a medication that has as a side effect a very heavy sleep).
Both work for me, but what helps me the most when I'm sad is doing things that are productive for me. Just **simply stopping thinking about that thing that makes me like that makes me calm again. Not cheerful, calm, and that's enough. I also listen to music from my childhood, that brings me back to a state of calmness; my childhood was fantastic.
Getting back in touch with people
I have to attend meetings weekly, and being in contact with a group of about 70 people is exhausting at times. I try to greet them all and participate in the meetings, and I usually do, and feel better afterwards. But sometimes I feel worse at the end. Human beings are not like computer algorithms that just give an unchanging result. **We are changeable and imperfect.
Sometimes I really don't want to meet. I retreat to other tasks until it's past time. I feel guilty about it but it's already too late. I've let myself and others down, but that's okay. I only have a few homework assignments, and I've missed an important one. It's okay.
Other times it's nice and fun to talk to people. Or hear them talk (I know a lot of people who talk their heads off). Watching kids do kid things. It can be entertaining to get to know people and their outlook on life. Sometimes their opinions help me be more balanced. **That's good for me. Sometimes my company and opinions encourage them; I have no idea how. But that's feedback.
Coming out of a pit of sadness
In my particular case, in order not to fall into a spiral of sadness the key is to have healthy habits. For example, those meetings are a habit that I have a commitment to. So it's no longer about how I feel, it's about fulfilling my responsibility. Public speaking is not a desire, it's my duty. So I just do it. I don't think about whether it went well. I just try as hard as I can according to how I feel. Sometimes it goes well, sometimes it goes badly, sometimes it's average. That's fine.
I'm also looking to spend quality time with someone. Sometimes it's nice to just sit around doing nothing at my mom's house. Or chat about anything simple. A day of doing nothing productive is productive, as counterintuitive as that sounds. Forgetting about the phone for a day is good. Breaking habits for a while helps the brain understand their importance.
Anyway, I know that nothing is eternal. Neither sadness nor joy. That thought gives me peace. And my hope for the future based on the Bible gives me strength.
That's my personal experience. What about you?
Translated with DeepL
Images edited with Photo Editor Polish
De vez en cuando, nos encontramos tristes y con la necesidad de alejarnos de la gente, incluidos nuestros amigos y seres queridos. ¿Cómo lo controlamos? ¿Cómo evitar que se nos vaya de las manos para volver a encontrar la felicidad? ¿Cómo evitamos caer en una espiral de tristeza?
Definiendo "felicidad"
Quiero empezar definiendo lo que es para mí la felicidad en esta etapa de mi vida: sentirme tranquila y productiva. No significa que me pasen cosas emocionantes ni estar enamorada. No significa tener dinero o tener trofeos, simplemente estar tranquila y hacer lo que necesito para cuidar de mí misma.
Aclaro que estoy hablando por mí misma, porque la gente suele creer que solo hay un modo de ser felices, y es el de ellos; mas no necesariamente es así. En mi caso, no necesito aprobación social para sentirme satisfecha.
Por supuesto que tengo uno o dos amigos íntimos, y claro que paso tiempo con gente. A veces, cuando puedo y es necesario. Pero soy una persona más introvertida que cualquier otra cosa. No voy a ir a una reunión social por simple gusto, eso es seguro.
Aislarse, ¿es tan malo?
Aislarse es muy mal visto entre la gente que me rodea físicamente. Es signo de estar enfermo o ser un amargado. Siempre te aconsejarán no aislarte.
Yo difiero. Todos los extremos me parecen dañinos, así que los evito. En mi caso personal, si me siento triste, a veces me viene bien hablar con otros y desahogarme un poco, si me dejan. Otras veces me siento tan cansada de todo que solo me acuesto y espero a quedarme dormida (por suerte tomo un medicamento que tiene como efecto secundario un sueño muy pesado).
Ambas cosas funcionan para mí, pero lo que más me ayuda cuando estoy triste es hacer cosas que para mí son productivas. Simplemente dejar de pensar en eso que me pone así me hace volver a estar tranquila. No alegre, tranquila, y eso es suficiente. También escucho música de mi infancia, eso me hace trasladarme a un estado de tranquilidad; mi infancia fue fantástica.
Volver a entrar en contacto con la gente
Tengo que asistir a reuniones semanalmente, y el estar en contacto con un grupo de unas 70 personas es agotador a veces. Trato de saludarlos a todos y de participar en las reuniones, y suelo hacerlo, y sentirme mejor después. Pero a veces me siento peor al final. Los seres humanos no somos como algoritmos de una computadora que solo dan un resultado inalterable. Somos cambiantes e imperfectos.
A veces realmente no quiero reunirme. Me refugio en otras tareas hasta que pasa la hora. Me siento culpable por ello pero ya es muy tarde. Me he decepcionado a mí misma y a otros, pero está bien. Solo tengo pocos deberes, y he fallado uno importante. Está bien.
Otras veces es agradable y divertido hablar con gente. O oírlos hablar (conozco mucha gente que habla hasta por los codos). Ver a los niños hacer cosas de niños. Puede ser entretenido conocer a la gente y su forma de ver la vida. A veces sus opiniones me ayudan a ser más equilibrada. Eso me hace bien. A veces mi compañía y opiniones los animan; no tengo idea cómo. Pero eso es retroalimentación.
Saliendo de un pozo de tristeza
En mi caso particular, para no caer en un espiral de tristeza la clave es tener hábitos saludables. Por ejemplo, esas reuniones son un hábito por el que tengo un compromiso. Así que ya no se trata de cómo me sienta, sino de cumplir mi responsabilidad. Hablar en público no es un deseo, es mi deber. Así que lo hago y ya. No le doy vueltas a si salió bien. Solo me esfuerzo lo que puedo según cómo me sienta. A veces sale bien, a veces mal, a veces regular. Eso está bien.
También busco pasar tiempo de calidad con alguien. A veces es bueno simplemente sentarse a no hacer nada en casa de mi madre. O charlar sobre cualquier simpleza. Un día sin hacer nada productivo es productivo, aunque suene contradictorio. Olvidarme del teléfono un día viene bien. Romper hábitos por un rato ayuda al cerebro a entender su importancia.
De cualquier forma, sé que nada es eterno. Ni la tristeza ni la alegría. Ese pensamiento me da paz. Y mi esperanza para el futuro basada en la Biblia me da fortaleza.
Esa es mi experiencia personal. ¿Qué hay de ti?
Traducido con DeepL
Imágenes editadas con Photo Editor Polish
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