Hemos tenido un día miércoles bastante bueno. Este 4 de septiembre salí a pagar unas cuentas pendientes, y fue increíblemente rápido hacer todo el viaje de ida y vuelta. Aprovechamos para hacer compras de víveres en el viaje de regreso y llegamos a casa sin problemas. Aunque no es exactamente un día quieto, ciertamente fue un día bueno.

La parte no tan buena fue que los vendedores a los que consultamos ayer sobre unas piezas de repuesto para la computadora de mi hermano respondieron negativamente, eso hace que no podamos resolver con una simple sustitución de piezas. Nos toca enfocarnos de comprar otra computadora, y ese es un gasto que no estaba previsto. Por suerte, tengo suficiente en mi cuenta de moneda Fiat para comprar sin tener que tocar la reserva en crypto. Toca cumplir la vieja regla: “Si hay gastos, procura deshacerte primero de la moneda más débil”.

Fuera de esto, no hay mucho para contar, se puede resumir en que fue un día activo, pero en un buen sentido. Así que pasaré a compartir comentarios sobre una efeméride del día que corresponde al tema de #comida, y que me llamó la atención para hoy: Es el Día de la Nuez de Macademia.

La #macademia es un fruto seco producido por un árbol nativo de Australia. Fue uno de los productos vegetales descubiertos y clasificados por la expedición de Burke y Wills (1860-1861). Esa expedición fue en extremo importante para el conocimiento de la costa del continente, además de que aportó un gran conocimiento de la fauna y flora de Australia. Se adentraron en un territorio que les era desconocido, y el precio que pagaron no fue bajo.

Casi la mitad de los miembros de la exploración murieron en el viaje. Eso ya te dice lo peligroso que es este tema de la exploración. En nuestra actualidad podemos pensarlo como una aventura, pero en ese tiempo se trataba de poner en verdadero riesgo la vida para lograr obtener nuevo conocimiento.

Regresemos al tema de la #nuez, también llamada ‘nuez de Queensland’. Si bien los miembros de la exploración recolectaron los frutos del árbol para su estudio, los aborígenes australianos lo conocían con siglos de anterioridad. Hay fuentes que dicen que ya sabían de él desde hace 500 años, pero no puedo tener certeza, porque no hay un registro escrito que me valide esto. Acá el asunto de la transmisión oral limita lo que uno puede usar como pruebas de saberes de pueblos ancestrales.

Algo curioso es que los europeos que exploraban Australia ya conocían esta planta desde 1958, según leí, así que no entendí al inicio como es que se relacionaba con la expedición de 1860. Pero, encontré que cuando llegó el momento de hacer la taxonomía de las especies recolectadas, el botánico alemán Ferdinand von Mueller (que se encargó de estudiar esta planta y su fruto) decidió nombrarla usando el apellido del Secretario Honorario de la expedición. Este fue un reconocimiento a los aportes que su amigo había hecho, y las medidas que tomó en la planificación para el viaje.

Si, el viaje fue letal para bastante de sus miembros, pero parece que si no hubiera sido por la insistencia del Secretario por agregar algunas medidas adicionales, pudiera haber sido peor la cantidad de muertes. Este secretario era el Doctoro John Macadam.

Macadam era un interesante hombre, de nacionalidad australiano-escocés, se desempeñó como profesor de medicina, político, químico, ministro del gabinete, e investigador. Mueller le hizo un gran favor al inmortalizar su apellido en una planta que tiene grandes beneficios para la salud y es muy interesante.

Me encantaría contarte más, pero ya el post está llegando a una extensión que puede ser un poco mayor de la habitual, así que me toca cerrar el post. Lo siento, en verdad que tenía mucho para agregar, pero me quedaría una publicación tan larga que dudo en hacerlo. Te deseo que tú estés bien y que nos podamos leer de nuevo en otra oportunidad,