Costa Bella, es un pueblo de pescadores en la Isla de Margarita, en el Mar Caribe. La vida allí es dura pero sencilla, y la gente trabajaba mucho para ganarse el sustento diario. La mayoría de los hombres del pueblo se dedicaban a la pesca, mientras que las mujeres se especializaban en la confección de ropa y artesanías, para vender a las tiendas y a los turistas de la isla.
Una de las costureras del pueblo es Ana, ella es una costurera excepcional y su máquina de coser es una Singer Negrita de Pedal, que funcionaba con corriente con un motor adaptado y con pedal, según fuera la ocasión y es la herramienta más valiosa y cuidada de Ana.
Ana, cosía durante el día prendas y ropa para una fábrica. Ella hacía pausas para atender a sus dos hijos pequeños, Mariana de tres años y Ramón de tres meses, a quien le daba pecho y que eran cuidados por su suegra. Ana era una mujer muy disciplinada y trabajaba 8 horas al día, como si estuviese en un puesto presencial.
La suegra de le comentó, que debía ir al pueblo a buscar una medicinas y que volvería más tarde, Ana que tenía buena parte de su trabajo adelantado, le dijo a su suegra que no se preocupara, que ella estaría con los niños y prepararía la comida.
Ana entró a la cocina, y comenzó a preparar unas lentejas, ensalada, y cuando iba a preparar el arroz, vio en la alacena un paquete de tortillas mexicanas, y decidió hacerlas para hacer algo diferente de comer para su familia.
Después de hacer la comida, Ana vio que Ramón se había quedado rendido, mientras que Mariana, estaba jugando con sus muñecas en el piso de la habitación donde Ana cosía, así que Ana encendió la radio y se puso a trabajar. Ana, escucho que en la radio se dieron anuncios de tormenta y que le pedían a los pobladores cercanos a las costas de la Isla que tomaran precauciones.
Después de unas horas del anuncio por la radio, el viento empezó a llegar con fuerza al pueblo y comenzó a llover fuerte. En ese momento, llegó su suegra a la casa, y mientras se tomaban un poco de café, las dos mujeres, empezaron a sentir como el viento y el agua golpeaban las ventanas, el techo y las paredes de la casa, cada vez con más fuerza. Ana y su suegra, sabían que José Ramón, su esposo, estaba en barco pesquero con sus compañeros y ambas sentían miedo, ya que pensaban que podrían estar en peligro, y se daban ánimo una a otra para no caer en desesperación.
En el transcurso de la noche, el golpeteo de la lluvia y el viento en las ventanas, el techo y las paredes se intensificó, hasta el punto que los niños se despertaron asustados. Ana y su suegra, empezaron a jugar con los niños y empezaron a contarles historias a Mariana para que no se asustara, lo que dio resultado. Pero Ana y su suegra, no podían evitar pensar en José Ramón y los otros pescadores que estaban luchando por sobrevivir en el mar.
Finalmente, después de varias horas, el clima empezó a calmarse y Ana, su suegra, Mariana y Ramón estaban en la sala de la casa, todos tomando chocolate caliente que les hiciera Ana, menos Ramón que estaba siendo amamantado.
Ya cuando el cansancio estaba venciendo a las mujeres, se escuchó un auto en la entrada de la casa, y al poco tiempo se abrió la puerta de la casa, era José Ramón, que había llegado hace poco al puerto y el Patrón del barco le había llevado hasta su casa.
Cuando José Ramón entró, vio el cómo el rostro de angustia que había en la cara de su madre y de su esposa desaparecía y las abrazo a ambas con una gran ternura, en ese momento Mariana salió del cuarto y se lanzó a su padre con los brazos abiertos uniéndose al abrazo familiar, y fue tan intenso ese momento, que nadie se acordó de la tormenta, ni del susto que les hizo pasar.
Si quieres participar en el concurso, puedes hacerlo a través de este enlace.
Invito para que participen a: @sacra97, @alicia2022, @esbat
Ana and the Storm. Original Short Story.
Costa Bella, is a fishing village on Margarita Island, in the Caribbean Sea. Life there is hard but simple, and the people worked hard to earn their daily sustenance. Most of the men in the village were dedicated to fishing, while the women specialized in making clothes and handicrafts to sell to stores and tourists on the island.
One of the seamstresses of the village is Ana, she is an exceptional seamstress and her sewing machine is a Singer Negrita de Pedal, which worked with current with an adapted motor and with pedal, depending on the occasion and it is Ana's most valuable and cared for tool.
Ana sewed garments and clothes for a factory during the day. She took breaks to take care of her two small children, Mariana, three years old, and Ramón, three months old, whom she breastfed and who were cared for by her mother-in-law. Ana was a very disciplined woman and worked 8 hours a day, as if she were working in a live-in position.
Ana's mother-in-law told her that she had to go to town to get some medicine and that she would be back later. Ana, who had a good part of her work done, told her mother-in-law not to worry, that she would be with the children and would prepare the food.
Ana went into the kitchen, and began to prepare some lentils, salad, and when she was about to prepare the rice, she saw in the cupboard a package of Mexican tortillas, and decided to make them to make something different to eat for her family.
After making the meal, Ana saw that Ramon had fallen asleep, while Mariana was playing with her dolls on the floor of the room where Ana was sewing, so Ana turned on the radio and got to work. Ana heard that on the radio there were storm announcements and that people near the coast of the island were asked to take precautions.
After a few hours of the announcement on the radio, the wind began to reach the town with force and it began to rain heavily. At that moment, her mother-in-law arrived at the house, and while they were drinking some coffee, the two women began to feel the wind and the water hitting the windows, the roof and the walls of the house, each time with more force. Ana and her mother-in-law knew that José Ramón, her husband, was on the fishing boat with his companions and both were afraid, as they thought they might be in danger, and encouraged each other not to fall into despair.
During the course of the night, the pounding of the rain and wind on the windows, roof and walls intensified, to the point that the children woke up frightened. Ana and her mother-in-law began to play with the children and started telling stories to Mariana so that she would not be frightened, which worked. But Ana and her mother-in-law could not help but think of José Ramón and the other fishermen who were struggling to survive at sea.
Finally, after several hours, the weather began to calm down and Ana, her mother-in-law, Mariana and Ramon were in the living room of the house, all drinking hot chocolate that Ana had made for them, except for Ramon who was breastfeeding.
Just when the women were getting tired, a car was heard at the entrance of the house, and soon after the door of the house opened, it was José Ramón, who had recently arrived at the port and the skipper of the ship had taken him to his house.
When entered, he saw how the face of anguish that was on the face of his mother and his wife disappeared and he embraced them both with great tenderness, at that moment Mariana came out of the room and threw herself to her father with open arms joining the family embrace, and that moment was so intense that nobody remembered the storm, nor the fright that it made them go through.
If you want to participate in the contest, you can do it through this link.
I invite to participate to: @sacra97, @alicia2022, @esbat