Pront: “Solicité el trabajo equivocado”.

En el año 2020, yo, trabajaba en un ministerio del Estado, en esa época. Estaba como productor, en el área de diseño, y en ocasiones apoyaba, haciendo el trabajo de escritor creativo, o apoyando con los guiones de radio. Y de verdad era un trabajo agradable y muy divertido, ya que compartía con mucha gente que tenía una inventiva creativa enorme.

De hecho, ahí, en ese ministerio, empecé a usar por primera vez los software profesionales de edición y diseño de Adobe, que era algo que la gente del área adoraba tener la oportunidad de hacer, ya que la mayoría de las personas trabajaban con copias, y algunas de ellas tenían limitaciones. Recuerdo mucho, que los compañeros se burlaban de mí, ya que yo decidí instalar en mi máquina software libre, y era el único que los tenía y los sabía usar.

Cuando cumplí un año en ese trabajo, un amigo, me llamó y me ofreció un trabajo en una empresa privada, y ahí me ofrecían el triple de lo que ganaba en el ministerio, y además era en un cargo de gerencia, en una de mis especializaciones en la universidad. Así que asumí esa responsabilidad, y comencé a trabajar en esa empresa.

Sin embargo, a las dos semanas de estar trabajando ahí, me di cuenta de que había solicitado el trabajo equivocado, ya que la empresa, lejos de cumplir con las normativas que exigía el Estado en el área de la salud y la seguridad en el trabajo, hacía hasta lo imposible, para violar las reglas, y pretendía que yo les ayudase en esa tarea.

Al enfrentar esta política, mis días estaban contados en esa empresa, es decir, tenía por seguro, que en cualquier momento me iban a pedir el cargo, dado que enfrentaba las políticas empresariales, al tratar de ajustarme a la ley. Y un día, hubo un detonante, que provocó, mi salida de la empresa, y el problema fue, que el dueño de la empresa vio a una recepcionista que tenía una discapacidad, ya que le faltaba la parte inferior del brazo izquierdo. Y al verla, llamó a la dirección de personal para que despidieran a la muchacha.

Cuando sucedió esto, me llamaron los Delegados de Prevención, para informarme de la medida tomada por la empresa. Y en ese momento, llamé a la gerencia de personal, y les dije que no podían despedir a la muchacha, y que de hacerlo, se estarían violando varias leyes. Después de esa llamada, llamaron a todos los gerentes a una reunión con el dueño de la empresa.

En la reunión, el dueño de la empresa, dijo que en su empresa, no podía haber personas con discapacidad, ya que su presencia, afectaba la visión de éxito de su empresa. Al confrontar su postura públicamente, me despidieron de inmediato. Y como ya no tenía, relación con la empresa, asesoré a la empleada despedida, la cual, al hacer las diligencias que le sugerí, fue reaccionada a su puesto de trabajo, con protección oficial.

Al final, todos mis compañeros de las diferentes gerencias, me reclamaron y me dijeron que cometía un error al apoyar a una empleada, y me recordaron los beneficios económicos, y todas las buenas asignaciones que tenía al ser gerente. Y ahí me di cuenta de que había estado en el trabajo y con las personas equivocadas, debido a que ningún sueldo, ni ningún beneficio, podrían hacer, que yo fuese contra mis ideales y mis principios, en defensa de la salud y de los derechos de los trabajadores.

Muchas gracias por leerme.

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